Por Pedro Taracena Gil
CONSTITUCIÓN
ESPAÑOLA
Art. 28.2
“Se reconoce el derecho a la
huelga de los trabajadores para defensa
de sus intereses”.
Para determinar si una
organización política es de derechas o de izquierdas es preciso analizar el ADN
que lo determina. Y este factor es el derecho de huelga. El Partido Popular
tiene hundidas sus raíces en la extrema derecha del más genuino franquismo.
Francisco Franco dictador sanguinario. Su muy significativo Ministro Fraga
Iribarne, demócrata converso y fundador de la asociación Alianza Popular en el
seno de la dictadura. José María Aznar consagró el liderazgo de la derecha con
el nombre de Partido Popular. El heredero legítimo del franquismo Mariano
Rajoy, se inventó su viaje al Centro cual viaje a Ítaca. Lugar con destino incierto pero que suena muy bien. El Centro
es aquel lugar que sólo tienden a colocarse aquellos que están muy bien anclados en la extrema
derecha con pretensiones de huir hacia un lugar con mejor imagen. En el centro
Rajoy ha encontrado la moderación y
la estabilidad para mejor manipular al pueblo. Sin sobresaltos de
pactos y negociaciones con fuerzas con idénticas intenciones.
No creo que nadie se extrañe
que las féminas del PP no quieran saber nada de la huelga del 8 de marzo. Es
natural y consustancial con su ADN. Aún más, no hacen la huelga por dos
razones: porque pertenecen a un partido de derechas que representa los
intereses sobre todo de la patronal y además porque en el PP impera el
machismo, aceptado y soportado por las mujeres conservadoras. La lideresa Aguirre
ha cumplido con este doble objetivo a la perfección. Ha masacrado a los
sindicatos y su liberalismo criminal ha premiado a la patronal madrileña. Esperanza Aguirre, auténtico esperpento nacional, es jaleada por los caciques y empresarios, allí donde se encontrara.
Dejamos a un lado a los
franquistas con máscara de demócratas de toda la vida y recibimos con aplausos
y albricias de juventud a Ciudadanos (C’s). Esta formación política es
genuinamente de corte empresarial. Abiertamente declarada como agrupación de yuppies y lobis financiada por el IBEX 35 y demás colaboradores bancarios.
Arrimadas la insigne dama que liberará a los catalanes del yugo de los
secesionistas, ha declarado que ella no acepta la huelga porque no es de feministas sino de comunistas y ella no lo es. Ella no lo es, ni lo uno ni lo otro.
Ella es de derechas y liberal y a mucha honra. La lucha sindical femenina no le
afecta.
El Partido Socialista Obrero
Español. Evidentemente y como su nombre indica es una organización política socialista de obreros y a nivel nacional. Desde sus orígenes estar afiliado al
PSOE, era consustancial con la militancia de la Unión General de Trabajadores.
Pero hete me aquí, que cuando gobernaba el PSOE se produjo una ruptura muy
significativa. La UGT y el resto de los sindicatos convocaron la primera
huelga general al Gobierno. Felipe González ya había renunciado al marxismo y
tampoco le importó mucho este divorcio. No tardó en decretar la primera
reforma laboral de la democracia. Su giro a la derecha pasando por el idílico
centro se había consumado. Ahora ante el
8 de marzo tampoco echan las campanas al vuelo y las féminas socialistas harán
una huelga simbólica de 2 horas.
Los tres partidos que forman el
triunvirato constitucional, son fieles al Rey, convirtiéndole en un títere en lugar de un árbitro. Aplicando inmisericorde el
sacrosanto artículo 155 de la Carta Magna, han emprendido la travesía del
desierto que conducirá al pueblo español a su libertad, encarcelando a más de
dos millones de catalanes. La Cruzada camina bajo el lema de: ESPAÑA UNA GRANDE
Y LIBRE, que Franco ambicionó y que le dejó como testamento a Juan Carlos I,
junto al Trono de España. Recordemos que la Corte de Felipe VI la integran PP, PSOE y C’s. Los tres forman el triunvirato que salvará
a España de la ruptura secesionista.
Ya sabemos que la ultra
derecha, la derecha, el centro derecha, la centralidad, la moderación y la
gobernabilidad sosegada, no les gusta el feminismo que lucha contra el machismo
y tampoco las huelgas porque no pueden traicionar a sus socios de viaje, que
son: la oligarquía financiera, el oligopolio energético, los caciques, la
patronal, la Iglesia y el Ejército, a cuyos militares no se les deja sindicarse.
Los mismos que ayudaron a Franco a derribar la República y le ayudaron a
implantar la dictadura que gobernó España como si de un auténtico botín de guerra se tratara. Esto sucede durante 40
años con el Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios, y post mortem, otros 40 años con la
Constitución tutelada por los mismos caciques.
Trabajadoras y feministas: ¡Feliz
jornada de lucha contra la desigualdad criminal!
Yo estaré allí detrás de
vosotras, junto a los jubilados y pensionistas.
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