martes, 7 de agosto de 2018

LA MANIPULACIÓN COMO TÉCNICA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN A SERVICIO DEL PODER




NOAM CHOMSKY

Chomsky elaboró un texto didáctico en el que sintetiza las estrategias de manipulación masiva. Sus reflexiones al respecto son profundas y complejas. Sin embargo, para efectos didácticos, lo resumió todo en principios sencillos y accesibles a todos.

1. La distracción una de las estrategias de manipulación masiva

Según Chomsky, la más recurrente de las estrategias de manipulación masiva es la distracción. Consiste, básicamente, en orientar la atención del público hacia temas irrelevantes o banales. De este modo, mantienen ocupada la mente de las personas.

Para distraer a la gente se le atiborra de información. Se le da excesiva importancia, por ejemplo, a los eventos deportivos. También a la farándula, a las curiosidades, etc. Esto hace que la gente pierda de vista cuáles son sus problemas reales.

2. Problema-Reacción-Solución

A veces el poder, deliberadamente, deja de atender o atiende en forma deficiente ciertas realidades. Hacen ver esto a los ciudadanos como un problema que demanda una solución externa. Ellos mismos proponen la solución.

Esta es una de las estrategias de manipulación masiva para tomar decisiones que son impopulares. Por ejemplo, cuando quieren privatizar una empresa pública e intencionalmente desmejoran su servicio. Al final, esto justifica la venta.

3. La gradualidad

Esta es otra de esas estrategias de manipulación masiva para introducir medidas que usualmente la gente no aceptaría. Consiste en aplicarlas poco a poco, de tal manera que resulten prácticamente imperceptibles.

Es lo que ha pasado, por ejemplo, con la reducción de los derechos laborales. En diferentes sociedades han ido implementando medidas, o formas de trabajo, que terminan haciendo ver como normal el hecho de que un empleado no tenga ninguna garantía de seguridad social.

4. Diferir

Esta estrategia consiste en hacer pensar a los ciudadanos que se toma una medida que temporalmente resulta perjudicial, pero que hacia el futuro puede traerle grandes beneficios a toda la sociedad y, por supuesto, a los individuos.

El objetivo es que la gente se acostumbre a la medida y no la rechace, pensando en el supuesto bien que traerá en el mañana. Llegado el momento, el efecto de “normalización” ya ha operado y la gente no protesta porque no llegan los beneficios prometidos.




5. Infantilizar al público

Muchos de los mensajes televisados, especialmente de la publicidad, tienden a hablar al público como si fueran niños. Emplean gestos, palabras y actitudes que son conciliatorios y que están impregnados de un cierto halo de ingenuidad.

El objetivo es vencer las resistencias de la gente. Es una de las estrategias de manipulación masiva que busca neutralizar el sentido crítico de las personas. Los políticos también emplean estas tácticas, mostrándose a veces como figuras paternales.

6. Acudir a las emociones

Los mensajes que se diseñan desde el poder no tienen como objetivo la mente reflexiva de las personas. Lo que buscan principalmente es generar emociones y alcanzar el inconsciente de los individuos. De ahí que muchos de esos mensajes estén llenos de emotividad.

El propósito de esto es crear una especie de “corto circuito” con el área más racional de la gente. Con las emociones se capta el contenido global del mensaje, no sus elementos específicos. De este modo, se neutraliza la capacidad crítica.

7. Crear públicos ignorantes

Mantener a las personas en la ignorancia es uno de los propósitos del poder. Ignorancia significa no otorgar a la gente las herramientas para que puedan analizar la realidad por sí mismos. Contarle los datos anecdóticos, pero no darle a conocer las estructuras internas de los hechos.

Mantener en la ignorancia también es no poner énfasis en la educación. Promover una amplia brecha entre la calidad de la educación privada y de la educación pública. Adormecer la curiosidad por el conocimiento y darle poco valor a los productos de la inteligencia.

8. Promover públicos complacientes

La mayoría de las modas y tendencias no se crean espontáneamente. Casi siempre se inducen y promueven desde algún centro de poder que ejerce su influencia para crear oleadas masivas de gustos, intereses u opiniones.

Los medios de comunicación habitualmente promueven ciertas modas y tendencias, la mayoría de ellas alrededor de estilos de vida tontos, superfluos o hasta ridículos. Convencen a la gente de que comportarse así es “lo que está de moda”.

9. Refuerzo de la autoculpabilidad

Otra de las estrategias de manipulación masiva es hacer creer a las personas que ellos, y solo ellos, son los culpables de sus problemas. Cualquier cosa negativa que les suceda, solo depende de sí mismos. De este modo se les hace creer que el entorno es perfecto y que si se presenta una falla es responsabilidad del individuo.

Por lo tanto, las personas terminan tratando de encajar en su entorno y sintiéndose también culpables por no lograrlo del todo. Desplazan la indignación que podría provocarles el sistema, hacia una permanente culpabilización de sí mismos.

10. Conocimiento minucioso del ser humano

Durante las últimas décadas, la ciencia ha logrado recopilar una impresionante cantidad de conocimientos acerca de la biología y la psicología de los seres humanos. Sin embargo, al público sólo llega una mínima cantidad de información al respecto. Entre tanto, las élites disponen de todo ese saber y lo usan a conveniencia. Nuevamente se hace patente que la ignorancia facilita la acción del poder sobre la sociedad.

Todas estas estrategias de manipulación masiva tienen por objeto mantener el mundo tal y como le conviene a los más poderosos. Bloquear la capacidad crítica y la autonomía de la mayoría de las personas. Sin embargo, también de nosotros depende dejarnos manejar pasivamente, u ofrecer resistencia hasta donde sea posible.se acervo no está al alcance de la mayoría de las personas.




Acceder al trabajo completo: 

LA MANIPULACIÓN




viernes, 3 de agosto de 2018

LA GIOCONDA







Las otras Mona Lisa, copias de la Gioconda


Parece que Da Vinci ya sabía que La Gioconda iba a convertirse en un icono universal, pues mientras estaba pintando su obra más conocida nunca se desprendió de ella. Ni tampoco cuando la hubo terminado. La Mona Lisa, una de las obras más célebres de la historia del arte, ha estado siempre rodeada de un aura de misterio. Existen diversas fuentes de la época que hablan sobre la existencia de una obra que Da Vinci estaba creando, sin embargo las referencias que dan no coinciden y dejan abierta la posibilidad de que no solo hubiera una, por lo cual sería posible que no se sepa cuál es la original .

De todos modos, ya en el mismo momento en que Leonardo Da Vinci pintaba su Mona Lisa, la obra se hizo muy popular, especialmente entre los pintores del momento. Alguno de ellos, como Rafael, realizó una de las copias más conocidas, y también hizo lo propio uno de sus discípulos. Pero tras esta fama temprana, su popularidad decayó durante los siglos XVII, XVIII y XIX, hasta que, después de sufrir un sonado robo en 1911 se convirtió en un auténtico icono popular.

Debido al misterio que envuelve a la sonrisa más célebre del arte, las copias que se han encontrado a lo largo de la historia trazan un camino que nos acerca a la verdad del original. Las otras Mona Lisa ofrecen las pistas más fiables para desvelar el misterio de La Gioconda.



LA GIOCONDA DEL PRADO