martes, 29 de enero de 2019

LOS ORÍGENES DE LA LETRA "Ñ"




A lo largo de nuestro blog nos dedicamos a los temas diversos del mundo lingüístico de la lengua española y si leemos atentamente el nombre de este, nos fijamos en el término virgulilla. Virgulilla es un signo ortográfico peculiar de nuestra lengua, estrechamente relacionado con la letra n. Su unión forma una de las representaciones gráficas más simbólicas del castellano, en una única letra, la letra ñ, se refleja la historia y la cultura española, quizá la razón principal por la que el Instituto Cervantes la eligió como protagonista en su logotipo para representar su espíritu. Pero ¿cómo apareció en español? Para descubrir su origen en lengua española hace falta que echemos un vistazo a la evolución del fonema nasal platal /ɲ/ que hoy en día representa esta letra.

La ñ es la decimoquinta letra del abecedario español y para saber más sobre ella debemos retroceder a la Edad Media, a la época cuando el latín poco a poco cedía al romance. El latín no conocía ni la letra ni el sonido característico de la eñe, sin embargo, con la aparición de la yod en la lengua hablada, las cosas cambiaron. La yod es un un término lingüístico que se usa para designar los sonidos palatales que aparecieron durante la evolución del latín al español (romance) en la época medieval y que tuvieron varios influjos en la lengua. Uno de estos influjos fue también la palatalización de las consonantes que se encontraban en un estrecho contacto con la yod, así, mediante este proceso surgieron en español medieval nuevas consonantes, las palatales, entre las que encontramos también nuestra nasal palatal /ɲ/. 

Ya sabemos cómo se originó el fonema, ahora nos toca explicar cómo evolucionaron las grafías que este fonema representaban hasta llegar a la grafía actual. El origen de la letra ñ se debe a la necesidad de representar gráficamente un sonido nuevo, el susodicho fonema nasal palata. Los escribas, por eso, tuvieron que inventar formas nuevas para transcribir este fonema en los textos. E inventaron tres formas diferentes: nn (anno-año), gn (lignu-leño) y ni (Hispania-España). Así, en un mismo texto podíamos encontrar las tres variantes del nuevo fonema. No obstante, los transcriptores que usaban la ene geminada pronto empezaron a usar una forma más económica, una sola ene con una vírgula encima que fue ondulándose, quizá por razones estilísticas, lo que le dio nacimiento a la virgulilla actual.

Estas tres formas gráficas (ñ, gn, ni) del fonema nasal palatal perduraron hasta el reinado de Alfonso X el Sabio del siglo XIII. El rey realizó la primera reforma ortográfica del castellano con el fin de unificar y economizar la lengua y, en cuanto a las tres variantes gráficas del fonema nasal, optó por la letra ñ. El uso de la letra se extendía poco a poco y al final del siglo XV, en 1492, cuando Nebrija la incluyó un su gramática, la primera del castellano, su uso se fijó en la lengua castellana. Desde aquel tiempo ya no cambió nada y la letra la usamos en español hasta nuestros días.

Así fue la evolución de la letra eñe y con ella relacionada aparición de la vírgula que la caracteriza tanto. Sin embargo, conviene decir que otras lenguas románicas eligieron su propia forma de representar el sonido. Por ejemplo, el italiano y el francés adoptaron la forma gn (spagnolo, espagnol), mientras el catalán se quedó con la ny (espanyol).




LA EÑE ALGO  MÁS QUE UNA LETRA















Editor: Pedro Taracena Gil


sábado, 26 de enero de 2019

LAS MENTIRAS DE ADOLFO SUÁREZ ILLANA



Por Pedro Taracena Gil

Periodista

Adolfo Suárez González, Duque de Suárez y grande de España, fue un político y abogado español, presidente del Gobierno de España entre 1976 y 1981



Juan Carlos I y Adolfo Suárez

Miente Adolfo Suárez Illana, como mintió su padre en connivencia con el Rey de España. La Transición está construida sobre la mentira apuntalada de embustes. La Constitución Española fue una imposición de la España Franquista a los demócratas que tenían prisa por atrapar parcelas de poder. La monarquía la legalizó, que no legitimó, un referéndum fraudulento urdido por Adolfo Suárez González y el mismísimo Juan Carlos I. En ninguna parte del mundo civilizado se somete a referéndum dos cuestiones de diferente, por no decir que de contraria naturaleza. Como es la democratización del Gobierno y la forma de Estado. Quizás el señor Suárez Illana, era muy pequeño y no recuerda que el nuevo Estado de Derecho de 1978 se construyó sobre la impunidad de una dictadura. Más aún, la impunidad de un Genocidio. El Genocidio Español de 1936 a 1975.



Adolfo Suárez Illana

¿Quiénes renunciaron a ganar para que ganáramos todos?

Con mucho gusto deseo sacar de la aparente ignorancia al señor Suárez Illana. La ilegitimidad de la monarquía española se origina en 1936, cuando la Oligarquía, el Ejército, la Iglesia, la financiación de Juan March y los caciques, deciden dar un golpe de Estado contra la República. Con el objetivo de instaurar de nuevo a los Borbones en el Trono de España. Una vez que el Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios, falleció el 20 de noviembre de 1975, las Cortes Franquistas procedieron a la coronación de S. M. el Rey Don Juan Carlos I. Si Suárez no hubiera engañado al pueblo con la patraña de aquellos comicios fraudulentos de la Reforma Política, y la consulta hubiera sido Monarquía o República, el Genocidio no hubiera quedado impune y no hablaríamos ahora de vencedores y vencidos. Y de las dos Españas.




Suárez Illana con la saga: Franco, Fraga, Aznar, Rajoy y Casado

Es una vergüenza que el aeropuerto de Madrid se llame Adolfo Suárez, en honor de quien pilotó la gran farsa de la Transición. Más vergüenza todavía es que el señor Suárez Illana, se deje utilizar por el franquismo del Partido Popular, que le ha montado en su Babieca particular, cual Cid Campeador…

EL GRAN POEMA ÉPICO DE LAS MENTIRAS DE ADOLFO SUÁREZ ILLANA

 “Por fin en España tenemos una Constitución,

 que no es la imposición de media España a la otra media.

Cuando todos renunciamos a ganar,

 fue cuando acabamos ganado todos”.

ÁLBUM FAMILIAR









¿Por qué los hijos de Suárez piden retirar el libro de Pilar Urbano?


jueves, 24 de enero de 2019

LA HUELGA A LA ESPAÑOLA




Por Pedro Taracena

La huelga a la francesa quizás sea más salvaje, pero tan justa, legal y legítima, aunque menos perseguida, que la huelga de los españoles.

La Constitución Española es una constitución burguesa. Construida con la basura, los escombros y los cascotes de una Dictadura Genocida. De los siete Padres de la Constitución, cinco procedían de las diferentes corrientes del franquismo y dos demócratas, llegados de la clandestinidad: uno del Partido Unificado de Catalunya y el otro del Partido Socialista Obrero Español. La Carta Magna ha sido y sigue siendo tutelada por la Oligarquía, el Ejército y la Iglesia. Con el objetivo de instaurar y perpetuar una monarquía de dudosa legitimidad.

El Régimen del 78 y sobre todo la Oligarquía y la Patronal tutelan el derecho de los trabajadores a la huelga. Que es tanto como decir que la persiguen hasta la extenuación.
La Constitución Republicana consagra al ciudadano como trabajador de los derechos constitucionales: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.

Sin embargo, la Constitución Española monárquica, consagra los derechos constitucionales a un ente llamado La Nación española.

Es evidente que el derecho de huelga no es asumido de igual manera en una República que en una Monarquía impuesta, por muy parlamentaria que sea.

En España el Derecho de Huelga se determina en estos términos: Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.

No obstante, el Gobierno de turno que le correspondió consensuar el desarrollo de este derecho, usó y abusó de: “…las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad”.

La Derecha Franquista, es preciso aclarar que en España no hay otra derecha que no haya venido de la Dictadura, ha tenido como objetivo no solamente desacreditar a los sindicalistas, sino también de criminalizar los derechos de huelga y de manifestación por ser molestos al empresariado y a la ciudadanía. 

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) contemplaba en sus estatutos la doble militancia: en el Partido y en la Unión General de Trabajadores (UGT). El sindicado socialista plantó su primera huelga al Gobierno Socialista y allí se produjo el divorcio. El Partido apostó por la Patronal y ya nunca acudió a las manifestaciones del 1º de Mayo.

En el caso español no hemos aprendido en 40 años en qué consiste el ejercicio del derecho de huelga.

Por parte de los políticos lejos de hacer pedagogía se han limitado a reventar toda huelga con los abusivos servicios mínimos y la criminalización de los Piquetes Informativos. Una huelga en Estaña es algo que hay que neutralizar por parte del poder de cualquier signo.
El Régimen del 78 se ha dotado de una jauría de voceros al servicio de la Oligarquía. Estos impostores del periodismo lejos de crear una opinión sobre el Derecho de Huelga, toman parte junto a la Oligarquía de siempre.

Ni la izquierda ni la derecha han desarrollado una pedagogía que diferencie una huelga de una manifestación, y diferenciar la manifestación pacífica de los hechos punibles, merecedores de castigo, dentro y fuera del ejercicio de cualquier derecho constitucional.
 En España se percibe de forma evidente la diferencia de la consciencia del ciudadano y la consciencia del trabajador. Pero la perversión se produce cuando cada persona ejerce una dicotomía según le convenga. Como ciudadanos no soportamos ni una sola de las molestias que puedan ocasionar los trabajadores que emprenden una huelga o una manifestación. Aunque estas personas sean a su vez ciudadanos y trabajadores. La Oligarquía ha logrado a través de los Medios de Comunicación, que al lado de un trabajador en huelga surja, un ciudadano ofendido o molestado. Y quizás un esquirol.

Los Medios de Comunicación están amaestrados para no discernir o mejor dicho confundir lo que es legal de lo que es justo. Quizás lo más polémico sea diferenciar lo legitimo de lo ilegitimo. Más aún, la distinción entre lo ilegítimo y lo legal. Que a su vez puede ser legal pero violento y por supuesto injusto. El lector puede hacer un ejercicio para encontrar estos valores en el devenir del cuestionado Estado de Derecho Español. Es evidente que estos temas no están el orden del día del periodismo del Régimen del 78.

La huelga a la francesa es más salvaje, pero tan justa, legal y legítima, aunque menos perseguida, que la huelga de los españoles. Y sobre toda, más aceptada por el resto de los ciudadanos. 

Sin olvidar que las huelgas y las manifestaciones tienen como objetivo, reivindicar los derechos de los trabajadores y derribar gobiernos, como situación extrema.


¡MANIFESTACIÓN!