MI RETIRO EN EL REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE HUERTA

 

AHORA

Ya ha pasado, no debemos cambiarlo

Fue lo que fue y ha sido

Sólo queda

Cortar el hilo, la unión que lo trae al presente,

Ese cordón umbilical que lo aviva.

Dejemos que decaiga, que se pierda

En los pasos del presente

En los momentos actuales

En los sentimientos que brotan

Porque este instante es el asiento

Es el inicio de la eternidad y lo que conforma

El recorrido del camino que queda.

Es el tiempo que es

Porque el tiempo no debe tener horas,

Aunque lo midamos a golpe de relojes,

Solo el deseo

es quien marca el camino

Y el deseo es quien dirige los pasos.

 Valencia 18 de Julio de 2020

No en vano yo utilizo como prólogo este poema del poeta Alfonso Pelayo, para ratificar que cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor... 

Pedro Taracena

MI DIARIO 






Ora et labora

El lema Ora et labora, ora y trabaja, se le atribuye a la Orden de San Benito. En realidad, esta fórmula es posterior. Pretende plasmar el equilibrio de la jornada monástica benedictina. La oración y el trabajo son en efecto los pilares que sustentan nuestra vida, ya que son medios privilegiados para encontrarnos con Dios.

Real Monasterio Cisterciense (1162)

 Día 23 de julio de 1968

 Hace dos horas que me encuentro en este lugar. En el receptorio, recibidor para los laicos, me acogió un monje de unos setenta años, una vez enterado del motivo de mi visita fui conducido por él mismo a una sala que a su vez sirve de comedor de los huéspedes. Allí esperé al padre prior.

Después de hablar con este padre, me puso en manos del hospedero el padre Nivardo. Su misión es acomodar en el monasterio a todos los que vienen de fuera.

Después de comer y de observar más a menos el ambiente del convento, fui trasladado a mi habitación. Está situada en la primera planta la celda número 9.

La habitación estaba llena de luz y desde ella se divisa la fachada principal de la iglesia del monasterio.

Durante la tarde hace un calor sofocante, pero en la celda no entra el sol, ya que las paredes tienen dos metros de grosor. En ese momento el cansancio del viaje me invitó a echarme la siesta.

Después de la siesta me comunicaron el horario monacal, para tratar de seguirlo como los demás. A partir de las 4, 30 de la mañana:

 Oficio Maitines

Oficio de Laudes

Santa Misa

Trabajo (Prima y Tercia)

Oficio de Sexta

Oficio de Nona

Oficio de Vísperas

Cena

Oficio de Completas

La Salve Regina

 Y hasta mañana

Son las siete y media de la tarde, he visitado la clausura con el padre prior, y más tarde con el moje decano del monasterio, un viejito de larguísima barba blanca. Hemos paseado por los dos claustros, el de los Caballeros y el del Renacimiento. Visitamos el bosque y el cementerio. Unos monjes legos se ocupan de la agricultura de las tierras que alindan con el recinto del monasterio.

 Hace poco se ha marchado de mi celda el padre hospedero. Me ha entregado el horario por escrito y algunos libros. La regla de San Benito que ya conocía cuando un amigo mío de la infancia ingresó de monje benedictino.

Dentro de poco tocarán para el rezo de Vísperas, al cual asistiré al coro, pero a través de la salmodia en castellano.

He regresado de Vísperas. Después del rezo, me he quedado unos momentos meditando y leyendo los Salmos. La iglesia presentaba el siguiente aspecto:

Estamos situados en el coro, como casi en general, en la parte opuesta al altar mayor, sobre la entrada al templo desde el exterior. El coro se engalana y recibe la luz a través de un rosetón de vidrio multicolor. De transición del Románico al Gótico. Orientando tu cara exterior sobre la portada principal de la iglesia. El atardecer mostraba un panorama bellísimo, puesto que los rayos solares, traspasaban el vidrio ya muy vencidos por el trascurso de la tarde, y se proyectaban a lo largo de la barroca nave central del templo. Dando lugar a una emoción nostálgica del espíritu. Evocando que ese haz de rayos de luz presidieron el rezo del coro durante un milenio. Han sido testigos del rezo de unos hombres que vivían en comunidad, cubiertos con unos mantos de estopa blanca que día tras día y año tras año, se agotan poco a poco en notas gregorianas. Como un jilguero o un ruiseñor.

A continuación, cenamos y después del rezo de Completas y la Salve Regina nos entregamos al descaso.

Son las diez de la noche y regreso del rezo de Completas, después de haber cenado. El vino que tomo en las comidas me gusta mucho. Hasta mañana, que un padre ha quedado en llamarme al rezo de Maitines.

Es estremecedor asistir al coro de noche. Con muy poca luz y escuchando cantar la salmodia a los monjes, se olvida uno hasta que existe…

 Día 24 de julio de 1968

 Hoy eran las cuatro y veinte cuando uno de los monjes golpeaba suavemente la puerta de mi dormitorio. Seguidamente me trasladaba al coro para asistir el rezo de Maitines. Después de tener una hora y media de lectura he paseado por el claustro superior de los Caballeros, desde donde se contempla la Torre del Homenaje. Este claustro está contiguo a la nave de la iglesia. Estaba desierto solamente rompían el silencio el saludo de unas aves a otras arpando la quietud de la aurora. Ya era de día y los monjes se encaminaban al estudio hasta las siete que es horade Laudes.

La mesa sobre la cual escribo es muy antigua, yo diría que de principios de siglo. La silla parece más abacial, que de uso de los monjes. Es de madera revestida de cuero con unos enormes clavos dorados. Además, hay en la habitación una sencilla cama y un reducido cuarto de aseo. La ventana pertenece a la fachada principal del monasterio y hace ángulo recto con la portada de la iglesia.

A continuación, hemos celebrado la eucaristía. Ha sido una misa conventual concelebrada por todos los monjes ordenados sacerdotes del monasterio. Yo me he colocado a continuación de los monjes hermanos legos.

Después hemos desayunado y ha coincidido que un joven que ha desayunado conmigo me conocía de vista. Pertenecía a la parroquia del padre Reyero en el Polígono I de mi barrio. Paseamos por los claustros del Císter y hemos hablado de mil cosas… Me ha dejado un salterio en castellano para poder enterarme del rezo del coro.

Me ha visitado el padre prior y he conocido la clausura, la biblioteca, el aula de estudio, la huerta, etc.

El Real Monasterio de Santa María de Huerta fue construido por Alfonso VIII. Su estilo predominante es el románico de transición al gótico.

Me acompañaron a un salón con doble nave, que era el comedor de legos de estilo románico de transición. Este salón dispone de unas gruesas columnas rematadas con capiteles árabes y uno de ellos egipcio. La antigua cocina del monasterio es una estructura cuadrada gótica. El refectorio de los monjes ordenados es una maravilla del gótico con acceso a un púlpito para el lector. Dispone de unas vidrieras laterales y en el fondo, que además de hacer la estancia muy luminosa, le dan un aire de grandiosidad.

Las columnas del Císter nunca arrancan desde el suelo, suelen tener como pretexto a mitad de la pared, unas flores o el rostro de un ángel. Esta estructura simboliza la elevación del espíritu.

La iglesia del monasterio es de estilo barroco, con reminiscencias del gótico. Pero parece ser que se construyó ya adentrados en el Renacimiento, en pleno estilo neoclásico. Aunque el frente de la iglesia, incluyendo el rosetón pertenece al románico de transición.

El convento dispone de enormes salones en ruinas casi todos renacentistas. En el perímetro de uno de sus dos claustros se exponen columnas y capiteles encontrados en unas excavaciones a pocos kilómetros de Santa María de Huerta.

He paseado con este chico que es cubano y cada vez encontramos más encanto en los relieves de las columnas.

Después de comer me he tumbado en la cama para descansar hasta que este joven me ha despertado.

Hemos asistido al Oficio de Vísperas. Dentro de unos instantes cenaremos.

Una de las informaciones curiosas que me han proporcionado, es que una de las tumbas del claustro pertenece a una nieta del Cid Campeador y posiblemente su esposo.

El altar mayor se honra con la presencia de la tumba de San Martín de Finojosa, prior abad de este monasterio, y el mismo Alfonso VIII.

Después de Completas el día ha concluido. Son las diez y cada monje se ha retirado a sus aposentos para descansar.

Los claustros presentan una quietud y soledad dignas de meditar. No percibo tristeza, más bien paz y alegría.

Antes de dormir continúo leyendo el libro que me han dejado, La familia que alcanzó a Cristo. Se trata de la biografía de San Bernardo de Claraval, reformador de la regla de San Benito y que fundó la Trapa. Los monjes trapenses.

Hasta mañana.

 Día 25 de julio de 1968

Festividad de Santiago Apóstol

 Hoy también he asistido al Oficio de Maitines a las cuatro y media de la madrugada. Finalizado el canto gregoriano he tenido media hora de oración. Es curioso que el tiempo pase tan rápido y media hora de lectura o de oración, se pase sin darme cuenta. A las siete asistiré al Oficio de Laudes. Hoy por ser festivo la misa es a las diez y media. Hoy no sabría decir el motivo, pero me ha gustado más que nunca el canto de Laudes. La salmodia tranquiliza el alma y la hace gozar de la paz. Pero descubro que, para entregarse a la vida monástica, es indispensable el olvido y despegue de TODO. Cualquier preocupación altera el orden, el sosiego y la paz interior.

Ahora la comunidad de monjes trapenses al completo se ha reunido en la Sala Capitular. Se trata de una estancia muy austera, ubicada como antesala del coro. El abad mitrado de este monasterio, les hablará de los asuntos que convienen a la Orden del Cister. Son las ocho de la mañana.

Como dice el poeta: “La mañana está arpada por el piar de las aves”. Es decir, que tan solo rompe el silencio monástico el piar de golondrinas y vencejos.

Hemos celebrado la eucaristía. La ceremonia ha sido solemne, presidida por el abad mitrado del monasterio.

Hasta después de comer no hay rezo en el Coro, que se entonará el cántico del Oficio de Nona.

Hasta la hora de la comida leeré una hora y media,

He paseado por los claustros del monasterio con el chico cubano, mi compañero de la hospedería. Me ha hablado mucho de Cuba y de lo que allí está sucediendo. Trabaja en la Embajada de Turquía en España.

Estoy rendido, muy cansado. Faltan diez minutos para el canto de Vísperas. Apenas me había echado a dormir después de comer y me ha llamado un monje joven para dar una vuelta por el recinto del monasterio.

Hemos sostenido una larga conversación; se ha prestado muy comunicativo conmigo; contándome cosas de su vida espiritual. Me ha ensañado la clausura de novicios y el dormitorio de los monjes. Son celdas individuales dentro de una gran nave común. Cada una de las celdas dispone una cama con un jergón de paja. Cada monje dispones de un ramal con el cual se azota los viernes.

He visitado una especie de taller estudio de pintura de otro joven monje, en el que pude ver un San Francisco de la Escuela de Zurbarán o quizás de Rivera.

He intimado más con la vida monástica y he sentido miedo. He pensado que si Dios me llama a ella sería una tortura para mí.

¡Dios quiera que se me solucione mi duda!

Ese monje pintor me ha hablado de la oración, del silencio, del aislamiento, del trabajo, etc.

Deseo conocer un poco más a este monje y entablar amistad con él. Ahora subo al coro al rezo de Vísperas.

 

Día 26 de julio de 1968

 

He asistido al Oficio de Maitines a las cuatro y media. Estaba muerto de sueño y después de la oración me he acostado con la intención de asistir a la misa conventual a las siete y media. Me he retrasado y he llegado cuando se entonaba el “orates frates”.

Hasta la hora del desayuno continuaré con la leyenda espiritual. Después de dos horas de lectura he meditado sobre el libro de La familia que alcanzó a Cristo.

El padre hospedero me ha comunicado que el padre abad me quiere ver para charlar conmigo. Sobre las cinco y media han quedado en avisarme. Este abad usa mitra y báculo en las solemnes ceremonias, con jurisdicción interior similar a la del obispo ordinario del lugar.

Para mejor entender los entresijos de la familia de Bernado de Claraval, me hice el siguiente esquema:

 Padre: Tescelin El Aguerido Señor de Fontaines

Madre: Alicia de Montbar

Hijos:

Guido casado con Isabel con dos hijos

Berbardo

Gerardo

Andrés

Nivardo

Humbelina

 Se observa claramente la mano de Dios sobre Bernardo. A veces parece antinatural la conducta de él mismo con sus hermanos, al desear que su esposa renuncie a su marido para que éste profese como monje del Cister.

Ahora regreso del despacho del padre abad. Es un hombre tranquilo, amable, dulce, perece muy campechano.

Después de besarle el anillo pastoral, me daba la impresión de que estaba conversando con el obispo de la diócesis.

Después de charlar un rato sobre la vida contemplativa y de la situación del mundo actual y sobre las vocaciones religiosas. Seguidamente, me han presentado al Padre Maestro de Novicios, el cual ha quedado en verme y en hablar conmigo mañana.

Más tarde he paseado por el claustro y he visitado una vez más la iglesia. He contemplado las grandes y barrocas imágenes del grandioso retablo. Con imágenes de los santos: Benito, Bernardo, Pedro, etc.

En la meditación he contemplado la dificultad para la vocación contemplativa, de mi conciencia escrupulosa.

Si Dios quiere que yo resida en este monasterio, aunque esto lleve consigo un desgarramiento de mi ser, es decir, que me cueste mucho trabajo y por esto no me decidiera a ponerlo en práctica, entonces presento un plan de poca o nula generosidad con Dios. Y cualquier camino que tome sería fuera de Su voluntad.

Por otro lado, pienso que esto puede ser una ilusión un tanto romántica.

Además, mi conciencia es muy escrupulosa y tomar los votos de castidad, pobreza y obediencia, sería una continua tortura. Mi salud por último es muy delicada… No quiera Dios que esto sean meras disculpas y pretextos.

Por otra parte, me ilusiona una vida en el mundo, donde creo que tengo mucho que hacer. Trabajo y amar a mis hermanos con el ejemplo. Mucha actividad, entrega a los demás.

Dios, creo que al final con estos contrastes de experiencias, espero que me oriente de una forma definitiva, cuál es mi camino. Sea cual sea quiero ser fiel a su doctrina.

El día ha terminado con el rezo de Completas y el canto de la Salve Regina.

¿Cuándo volveré a cantar de nuevo con ellos la Salve?

Hasta mañana

 Día 27 de julio de 1968

 Ha llegado el último día de mi retiro en este monasterio. Desde la cuatro y media hasta las seis he asistido al coro y a la oración.

En resumen, he meditado mucho sobre la vida contemplativa. Ora et labora. Y pensando que yo quizás estaba llamado por Dios a esta vida a pesar de darme miedo y hacérseme muy dura. Pero este chico cubano ayer me dijo que en la vocación había un porcentaje mayor que está a favor, es decir que hay más elementos a favor de la voluntad, que en contra de ella. Y estos elementos desfavorables son los que hay que superar.

Parece que estoy más tranquilo y espero que mi roce de nuevo con el mundo sea para aclararme más la situación.

Yo creo que lo que me espera es la vida apostólica, aunque, de vez en cuando me guste entregarme a la vida de la contemplación. Es necesario retirarse del mundanal ruido para tomar fuerzas.

Hemos celebrado la misa conventual después del Oficio de Laudes. Seguidamente deseo hablar con el Padre Maestro de Novicios y con el hermano Antonio que es el artista.

He paseado charlando con el Maestro de Novicios. La conversación ha sido muy provechosa. Hemos hablado sobre diversos aspectos de las dificultades del alma. De la contemplación, de la vida contemplativa y de la oración. Este monje puedo asegurar que me ha ensañado a orar. He intentado hablar con el hermano Antonio, pero el responsable de los novicios me ha comunicado que no podía porque tenía trabajo y rezo.

También me he podido despedir de un sacerdote que ha llegado como huésped, que ayer me hablo mucho sobre arte. Me invitó a conocer todo el Románico que hay en Soria.

Ha llegado el final de mi estancia en Santa María de Huerta. Hemos tenido una sobremesa muy agradable.

Tengo a un monje buscando a un turista de los que visitan el monasterio para que me lleve a Madrid.

Hasta pronto.

Deo gracias 


Pasado algún tiempo, este diario lo leyeron amigos míos de la parroquia y esta fue su valoración:






Fotos: Pedro Taracena Gil










Nota: La foto del cazador es un montaje porque a mí jamás me ha gustado la caza

Real Monasterio de santa maría de huerta

http://www.jdiezarnal.com/monasteriodesantamariadehuerta.html

MONASTERIO DE LEYRE NAVARRA

Tres jornadas pasadas con mi amigo de la infancia, monje benedictino. Historiador que desarrolló sus actividades de investigación en el monasterio de Santo Domingo de Silos, donde tomó los hábitos y se ordenó sacerdote, y en la actualidad en este monasterio de Leyre. Fueron tres días muy intensos contando con su ayuda y compañía 



GALERÍA DE IMÁGENES









https://www.monasteriodeleyre.com/es/monjes_de_leyre/jornada_monje


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