LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX


MI ENCUENTRO CON RAFAEL SANZ LOBATO



Pedro Taracena Gil y Rafael Sanz Lobato


Madrid, 16 de Abril de 2007
Don Rafael Sanz Lobato
Plaza de Santa Bárbara, 9, 3º Dcha.
28004 Madrid

Estimado maestro:

  
Mi nombre es Pedro Taracena Gil, fotógrafo, amigo y colega de Vicente Nieto Canedo. El motivo de mi carta es poder comunicarme contigo para rescatar del olvido de la llamada Escuela de Madrid, a varios de los fotógrafos que, como tú, habéis sido excluidos en la reciente exposición llevada a cabo en el Museo del Cuartel del Conde Duque. Donde sólo han incluido a seis. Es decir, que aquel movimiento que la exposición de Enero/Marzo de 1988, en el Museo de Arte Moderno, donde los autores llegaban a 22, ahora se reducen a media docena. En el catálogo de la muestra publicado por el Ministerio de Cultura, que obra en mi poder, aparece Rafael Sanz Lobato con tres obras: La número 193 SIN TÍTULO (22,5 x 30,5 cm). COL. AUTOR. La número 194 SIN TÍTULO (22,5 x 30,5 cm). COL. AUTOR y la número 195 SIN TÍTULO (40 x 50 cm) COL. REAL SOCIEDAD FOTOGRÁFICA. Con todo respeto, me atrevo a pedirte que me proporciones un resumen autobiográfico de tu trayectoria fotográfica y un resumen de lo que tú piensas de tu propia obra. Estos textos servirían de apoyo a las 54 fotos tuyas que he contemplado en Internet. No hace falta hacer muchos esfuerzos de investigación, para llegar a la conclusión que vuestra postergación ha sido consecuencia de conductas caciquiles. Esta escuela se gestó en el seno de la Real Sociedad Fotográfica y es allí donde no se ha cuidado su obra, con nula vocación de respetar, conservar y divulgar el  legado, de todos y cada uno de los autores. Con este material pretendo hacer llegar, allí donde os han ignorado como miembros de pleno derecho de la Escuela de Madrid. Páginas Internet, Revista FOTO, etc. Perdona por mi atrevimiento, pero es mi deseo NO renunciar a recabar la información del propio autor, en este caso tú mismo, de la Escuela de Madrid, con la cual me identifico totalmente.
Un abrazo.

Pedro Taracena Gil
C/ Arroyo Belincoso, 42 3º D
28030 Madrid
Teléfono: 914308601 y 669492024



Rafael Sanz Lobato


Currículum de Rafael Sanz Lobato

1932 - Nace en Sevilla capital.        
1941 - Traslado a Madrid con sus padres.
1955 - Finaliza estudios Profesor e Intendente Mercantil.
1956 - Compra su primera cámara fotográfica.
1961? -           Ingresa en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.
1966 - Crea, junto con Carlos Miguel Martínez, Donato de Blas, Nieto Canedo,
            Serapio Carreño, Mordt Landa, Carlos H. Corcho, Botella y José Blanco Pernía
            el grupo “La Colmena” en un intento de equilibrar posiciones en la R.S.F.
            dominada por el grupo conservador oficialista “La Palangana”, con Gerardo                    Vielba de Presidente.
1968 - Tras la desaparición de “La Colmena”, forma junto con Vila Massip, Sanchis
            Soler, Sáez López y Carlos H. Corcho el “Grupo 5”. Grupo interprovincial
            independiente y exclusivamente con compromisos creativos.
1971 - Rompe vínculos con la R.S.F. de Madrid por el trasfondo político existente
            y diferencias con Gerardo Vielba.
1977 - Pasa al terreno profesional de la Fotografía, especializado en automóviles,             bodegón, retrato y Arte.
1981 - Compaginando con lo profesional retoma su producción creativa en B/N.
            (Retratos de artistas, bodegón y algo de documentalismo). Previamente
            estudios de sensitometría que aplica a sus trabajos. Alguna incursión en el
            tema docente.

EXPOSICIONES INDIVIDUALES


1970 - BARCELONA. Salas de la Agrupación Fotográfica de Cataluña.
1971 - GUADALAJARA. Sala de Exp. de Caja de Ahorros de Zaragoza. Aragón y
            Rioja.
            MADRID. Sala de Exp. Real Sociedad Fotográfica.
1990 - ALCALÁ DE HENARES. Fundación Colegio del Rey, Casa de la Entrevista.
            Retrospectiva. Documentalismo.
1991-92 -        VALENCIA. Railowsky. Documentalismo.
1992 - GUADALAJARA. Salón de la Agrupación Fotográfica. Documentalismo.
1996 - MADRID. Taller Mayor de F. Bellver. Retratos.
1998 - CHICAGO. Salas del Instituto Cervantes.
1999 - MATARÓ. Salas de Can Palauet, Ayto. Retratos.
            MADRID. Salas del Centro de Estudios Visuales. Retratos.
2000 - GUADALAJARA. Salas de Exp. de la Agrupación Fotográfica. Retratos.
2001 - CÁDIZ. Galería Benot. Retratos.
2005 - BARCELONA. Gal. Alejandro Sales. Documentalismo y Bodegones. Catálogo.
            MADRID. ARCO, Galería Alejandro Sales. Bodegones.


EXPOSICIONES COLECTIVAS


1973 - BARCELONA. Sala Aixelá, junto con los componentes del “Grupo 5”.
            Documentalismo.
1978 - ARLES. 9eme R.I.P. Documentalismo español.
1985 - ALCALÁ DE HENARES. Fundación Colegio del Rey, Capilla del Oidor.
            La generación del 85.
1986 - SEVILLA. 50 Fotógrafos de la Historia de la Fotografía Española.
1987 - IMPACT. Salón Nac. de la Comunicación Publicidad y Marketing.
1988 - MADRID. MEAC. “La Escuela de Madrid”. (No como componente sino como
            invitado).
1992 - SORIA. Excma. Diputación. La Fotografía Española en el 92.
            NEW YORK. Spanish Institute. The Spanish Vision 1970-90.
            BARCELONA. Primavera Fotográfica Cataluña. Tiempos de silencio. Panorama
            de la Fotografía Española en los 50 y 60.
1993 - VALENCIA. IVAM. Imágenes escogidas en la colección de Gabriel Cualladó.
1994 - VALENCIA. Galería Railowsky. AUTOR - RETRATOS.
1995 - BARCELONA. La Caixa. Fotografía y Sociedad en la España de Franco. Las
            Fuentes de la Memoria III. Itinerante España y Europa.
1996-97 -        VALENCIA. Galería Railowsky. Junto con G. Cualladó. Retratos de fotógrafos.
1998 - CHICAGO. Universidad Illinois. La Fotografía en España e Hispanoamérica.
1999 - MADRID. C. Bellas Artes. 150 años de Fotografía en España.
2000 - VALENCIA. Galería Railowsky. El Libro.
2002 - BARCELONA. Galería Alejandro Sales. Dentro de la Primavera Fotogr.Cataluña.
            Documentalismo, junto con G. Cualladó, Castro Prieto, M. Armengol y
            Francisco Gómez, actuando de comisario R. S. Lobato.
2004 - NUEVA YORK. Instituto Cervantes. 150 años de Fotografía en España.
            BARCELONA. Fotocolectania. Mayo Junio.
            BARCELONA. Fundación Fotocolectania. Fondos de la Fundación.
            SEGOVIA. Museo Esteban Vicente. El Pop Español de los 70.
2005 - MADRID. Canal de Isabel II. En las ciudades.
            VALENCIA. Galería Railowsky. Exposición “La imagen inquieta”.
            Conmemorativa de los 20 años de existencia.
            MADRID. Círculo de Bellas Artes. Las Fuentes de la Memoria I - II - III.
            BARCELONA. Galería Alejandro Sales. Conmemorativa de los 20 años
            Fundación de la Galería.
2006 - BARCELONA. Museo Nal. de Arte de Cataluña. “Vidas paralelas. El realismo
            italiano y español”. Catálogo.
2007 - MADRID. Fundación ASTROC. “Vidas privadas”. Fondos Fotografía. Fundación
            COLECTANIA Catálogo. 2ª edición.

 

 

BIBLIOGRAFÍA


S/F -    Numerosas referencias en revistas de la época, tales como Arte Fotgráfico,
            Imagen y Sonido, Nueva Lente y en prensa de Barcelona (espec. Noticiero
            Universal), Madrid, Sevilla y Valencia.
1969 - MEISTERFOTOS nº 4 Edit. Ehapa. Stuttgart. Revista.
1970 - MEISTERFOTOS nº 5 Edit. Ehapa. Stuttgart. Revista.
1971 - USA. Photography Annual. Portafolio. 4 páginas.
1972 - BARCELONA. Cotec flash nº 1. Sumario de la Fotografía Española. Portafolio.
1974 - ECOS de Negra Industrial. Entrevista por R. M. Rochina.
1975 - Cuatro años de Fotografía Española. Ediciones Nueva Lente.
1978 - 9eme Rencontres Internationales de la Photographie, Arles.
1985 - La generación del 85. Fundación Colegio del Rey, Alcalá de Henares. Catálogo.
1986 - “Historia de la Fotografía Española Contemporánea 1950-1986”.
            Sociedad de la Fotogr. Española, Sevilla. Catálogo.
1988 - MEAC. “Fotógrafos de la Escuela de Madrid. 1950 - 1975”. Catálogo.
1989 - VISUAL nº 3. Entrevista por Sandra Alonso. Revista.
1990 - Fundación Colegio del Rey, Alcalá de Henares. Exp. individual. Catálogo.
1992 - “La Fotografía Española en 1992”. Excma. Diput. Prov. Soria. Catálogo.
         - Exposición de The Spanish Vision. Contemporary Art Photography 1970-90.
            Spanish Institute. New York. Catálogo.
         - “Tiempo de silencio”. Panorama de la Fotografía Española en los 50 y 60.
            Primavera Fotográfica de Cataluña. Catálogo.
1993 - IVAM. Imágenes escogidas en la colección de G. Cuallado. Libro catálogo.
1995 - “Fotografía y sociedad en la España de Franco”. Libro de la exposición itinerante.
            Ensayo P. L. Mondejar. Ed. LUNWERG.
1997 - Historia de la Fotografía en España. Publio López Mondejar. Ed. LUNWERG.
1998 - Catálogo exposición en Can Palauet, del Excmo. Ayto. de Mataró. Ensayos
            de Pere Formiguera y Antonio Lorenzo.
2000 - “150 Years of Photography in Spain”. Publio López Mondejar. Ed. LUNWERG.
2001 - Suplemento: El Semanal nº 688. Lola Garrido.
2004 - “150 años de Fotografía en España”. Inst. Cervantes. Nueva York.
         - Fotocolectania. Mayo Junio. Barcelona. Catálogo.
         - Fundación Fotocolectania. Fondos de la Fundación. Barcelona. Catálogo.
         - “El Pop Español de los 70”. Museo Esteban Vicente. Segovia. Catálogo.
         - “Historia Natural Do Futebol”. Asirio & Alvin - Lisboa. Catálogo.
2005 - “En las ciudades”. Canal de Isabel II. Madrid. Catálogo.
         - Galería Railowsky. Valencia. Conmemorativa de los 20 años. Catálogo.
         - Galería Alejandro Sales. Barcelona.  Documentalismo y Bodegones. Catálogo.
         - “Las Fuentes de la Memoria I - II - III”. Círculo de B. Artes. Madrid. Catálogo.
         - Galería Alejandro Sales. Barcelona. Conm. 20 años de la Fundación. Catálogo.
2006 - Museo Nal. Centro de Arte R. Sofía. Madrid. Adquisiciones 2005.
         - MNARC. Barcelona. “Realismo italiano y español”. Catálogo.
2007 - Fundación ASTROC. Madrid. “Vidas privadas”. Catálogo 2ª edición.



PREMIOS MÁS IMPORTANTES

     Para mí los premios no son esenciales en el currículo, sin embargo, hasta bien avanzados los 70 era la única forma que teníamos los fotógrafos de contrastar el valor de nuestras creaciones, los Salones o Concursos. En cualquier caso estos datos pueden quedar en sus archivos.         
1965 - Premio de Honor en el I Salón Nac. de Fotografía de la R.S.F. de Madrid.
1968 - Premio de Honor en el I Salón Nac. de Fotogr. Taurina. Peña Carnicerito de Úbeda.
1970 - Premio de Honor IV Trofeo “Folla do Carballo” de la Agr. Fotogr. de Lugo.
         - 1er premio Concurso Nal. Transparencias color instituido por Ferrania.
         - 2 Segundos premios Nikon International Contest, apartado B/N y Color.
1971 - Medalla de Oro Expotur Fotografía. Caja de Ahorros del Sureste - Alicante.
1973 - Tercer premio Nikon International Contest, apartado Blanco y Negro.
1989 - Premio de Honor Abeja de Oro XXXIV Salón Nacional de Fotografía de la                     Excma. Diputación de Guadalajara.
2004 - Concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por
            el Estado y entregada por S.M. el Rey en la ciudad de Cáceres.



Actualizado en Marzo de 2008


LA ESCUELA DE MADRID
Rafael Lobato
Sevilla 1932

La Escuela de Madrid no se puede considerar una institución con un censo fijo e inamovible. Es un movimiento fotográfico integrado por un colectivo de retratistas testigos de una época, acotados grosso modo entre los años de la post guerra y hasta los años 60. Geográficamente se desarrollaron en Madrid y su entorno. Y tenían su punto de encuentro físicamente en la sede la Real Sociedad Fotográfica.
Rafael Sanz Lobato pertenece a esa pléyade de fotógrafos homologables a otros movimientos surgidos bajo otras denominaciones. En Barcelona, Estados Unido de América y dentro de Europa, sobre todo en Francia e Italia. En nuestro país mientras no se aborde desde un punto de vista objetivo y desinteresado, la biografía de los autores que crearon esta escuela y su obra, estaremos condenados a desconocer la Escuela de Madrid en su magnitud. Sus integrantes y su obra. La exposición reciente itinerante del Neorrealismo Italiano, es un modelo a seguir. Hasta la fecha, conductas escasas de apreciaciones objetivas, dentro y fuera de la Real, han impedido mostrar con rigor y con vocación pedagógica, el hito que supuso este mester de fotógrafos. La hora de evitar conductas caciquiles ha llegado. No obstante, el que a estas alturas no dispongamos de un archivo documentado de autores y fotografías, es la asignatura pendiente de la institución que albergó la gestación y desarrollo de este numeroso grupo de artistas.
Cuando se contempla con un gran angular la trayectoria fotográfica de Lobato, podemos constatar que ha integrado en su saber hacer, todos los eventos que constituyen la obtención de una imagen, desde su concepción. Es un genuino artesano autodidacta dominador del sistema ensayo-error. Este sistema le llevó a crear su propio método de obtención de copias en su laboratorio. Desde entonces comienza la investigación sensisométrica para el control de blanco y negro, que es la técnica que utiliza para el control de todos sus proyectos. Todo un proceso químico que le lleva a conseguir una tecnología artesanal, pero de base científica, perfectamente documentada en una colección de gráficos que muestran el dominio de las gamas de medida de revelado y las densidades. Su vida profesional, lejos del mundo de la fotografía, le obliga a conocer la lengua inglesa y este hecho le permite conocer a Shakespeare y a través de los libros técnicos inherentes a su trabajo, le abren nuevos horizontes en su afán investigador,  para la creación de verdaderas obras de arte en su laboratorio. En París desarrolla su vocación fotográfica y se consagra como un creativo de blanco y negro.
Lobato es pionero en asumir las nuevas funciones de Organización para implantar la Informática en empresas; siguiendo la pauta de los Estados Unidos de América. Sufrió una prueba de adaptación a la nueva arquitectura lógica organizativa, que le permitió entrar en este nuevo mundo y descubrir que la lógica informática le descubría la lógica de Aristóteles, padre de esta disciplina clásica. Clausurada esta etapa en su vida profesional, según dice él, se deja prostituir y se incorpora al mundo de la publicidad, donde, aunque en este periodo escribe al dictado, no por eso deja de ser un creativo integral. Cerrado este paréntesis, se polariza en la fotografía creativa en blanco y negro; llevando al papel todo aquello que imagina y concibe su mente, bajo el tamiz de su vasta preparación técnica. Considera con autoridad que “el paisaje es una disciplina menor”. Sin embargo, se mueve magistralmente en el documentalismo. El hombre y su entorno, el retrato. Su inquietud está preñada de deseos de capturar lo rural, lo antropológico. Evoca a Baroja en sus grabados costumbristas. La obra de Rafael constituye una lección magistral en el universo de la retratería. Es un maestro. Sin abandonar su condición de artesano, su obra es la de un artista. Su pertenencia a La Escuela de Madrid es indudable y su humanismo brilla con la luz propia. Baja autoestima, pero mucho amor propio y ansia de superación. Sus objetivos siempre han sido un reto que él ha hecho posible.

Pedro Taracena Gil
LA COLMENA (Primera parte)




De izquierda a derecha Rafael Sanz Lobato, Donato de Blas, Sigfrido de Guzmán, Carlos Miguel Martínez, Evaristo Martínez Botella, Carlos Hernández Corcho, Serapio Carreño y Vicente Nieto Canedo. El fotógrafo fue Eduardo Bordete Landa y tiró la foto con una cámara Brónica 6X6 de Lobato. Los miembros de La Colmena recuerdan la ausencia del fotógrafo José Blanco Pernía, ausente en París. Esta fotografía fue utilizada para felicitar a los miembros de La Palangana el año 1971. El plató fue improvisado en el patio de la empresa “Compañía belga de los pinares del Paular”, situada en la calle Argumosa, a dos pasos de la estación de  Atocha de Madrid.

La Escuela de Madrid, auténtico movimiento del neorrealismo español, surgió en el seno de la Real Sociedad Fotográfica, durante los años cincuenta, proyectándose hasta la década de 1970. Según el censo recogido en el catálogo que sirvió de apoyo a la exposición patrocinada por el Ministerio de Cultura en 1988, la pléyade de fotógrafos que integraron este auténtico mester de la imagen, se eleva a veintidós. De todas aquellas personas que se acerquen a este foro del bien hacer fotográfico, contemplado desde la atalaya del siglo XXI, no seré yo quien cometa la osadía de hacer una crítica cualitativa de la obra de todos y cada uno de los autores. Toman parte de la historia fotográfica de España y son el reflejo fotográfico de su pueblo. Sin embargo, es mi propósito profundizar en sus raíces ancladas en la España de la dictadura, sin complejos y acercándome a su pluralidad. Inmersos en una sociedad viviendo casi de prestado y forzados al uniformismo, algunos huyeron de él y mostraron una riqueza fotográfica lejos de las pretendidas pautas oficiales, empeñadas en mantener que los fotógrafos de la época eran ajenos a los compromisos sociales. Abandonaron el estudio y el plató, las cámaras palaciegas, los salones burgueses y montaron marchas a los pueblos, donde cada uno se buscaba a sí mismo. Avanzando en la génesis de la Escuela de Madrid, dos grupos sedimentaron y acrisolaron su singularidad. En principio surge el colectivo denominado La Palangana. Y más tarde otro con el apelativo de La Colmena. Hasta ahora ha predominado cierta timidez o pudor poco explicados, a la hora de marcar las variables que les hacían diferentes. El libro de la Historia de la Real Sociedad Fotográfica, dedica a este asunto un sólo título, aunque reconoce que los integrantes de La Palangana: “Son el germen de lo que después se conocería como la Escuela de Madrid” y a los de La Colmena les menciona como “un grupo más amplio y más abierto, como respuesta a La palangana, en el que sólo cabían cinco o seis”. No obstante, escudriñando las distintas corrientes y lejos de hacer un análisis simplista de las dos tendencias, es cierto que tenían diferencias encontradas; habiendo corrido el riesgo de ruptura. Nada de lo que sucedía en la Real, podía ser sorprendente, era fiel reflejo del tiempo que les tocó vivir. Su historia da cuenta de ello. Aristocracia, burguesía, sociedad con poder económico, guerra que desgarra, abandono del pictorialismo, popularización de la fotografía y unos fotografiaban aquello que eran y otros lo que les hubiera  gustado ser. La España neorrealista y la España aparente. Los dos grupos miraban la misma realidad, pero cada uno la veía de diferente manera. Aunque a través de su obra sería una temeridad hacer una dicotomía de las intenciones. Las actitudes grupales, los liderazgos emergentes, las rupturas subyacentes, marcaron pautas que constataron que se trataba de dos tendencias claramente definidas y a veces encontradas. Conservadores y progresistas, vivo reflejo de la España de los vencedores y vencidos. Depende de cómo se perciba una imagen, se puede intuir al autor. Cuando estos fotógrafos salieron de Madrid para tomar fotografías de lo feo, lo pobre, lo humilde, quizás, estaban sacando a la luz los trapos sucios que el sistema deseaba ocultar. Podemos admitir la inocencia o falta de intención de un fotógrafo cuando toma una foto a dos campesinos descalzos o cualquier otra característica de las carencias y el subdesarrollo, pero no podemos obviar, que todos fueran así. Tampoco se puede negar que en estos dos movimientos que integraron la Escuela de Madrid, hubiera intencionalidad política porque es consustancial al  tejido social, al cual pertenecían los fotógrafos. Y analizando conductas globales, La Palangana y no hay que tener complejos en decirlo, era de rasgos más homologados con el régimen, que La Colmena. El devenir de los años posteriores, vinieron a reconocer la preponderancia de un grupo sobre el otro. El catálogo del Ministerio de Cultura es suficientemente ilustrativo. De un censo de veintidós autores sólo nueve  aparecen con biografía y su correspondiente galería, el resto una reseña que más tenía de epitafio que de biografía. El lector es legítimo que se pregunte dónde quiere llegar el autor de este artículo. Mi deseo es ejercer el derecho a discrepar de los exégetas oficiales de los fotógrafos de la Real Sociedad Fotográfica. Mi propósito es reivindicar el reconocimiento de la memoria histórica y artística, sin prejuicios, de todos los autores que crearon el movimiento fotográfico más importante del neorrealismo español en Madrid. La Escuela de Madrid que se presentó en el año 2006 en el museo Conde Duque de Madrid, según la comisaria Mónica Carabias Álvaro, estaba constituida por un grupo de seis amigos. Así lo declaró a la cadena SER. Los seis fotógrafos que integran esta mini escuela, son los fundadores de la Palangana. Pretendo, de igual forma, que a la Escuela de Madrid se le reconozca la creatividad técnica y artística de fotógrafos que desde sus puntos de vista, fueron capaces de fotografiar España a lo largo de tres décadas. Y  recuperar la otra Escuela de Madrid que también es patrimonio de la Real Sociedad Fotográfica. Es evidente que para adentrar en este tema, ha sido necesario partiendo de las posturas mantenidas por la tradición, obtener más información. El libro de la Historia de la RSF, incluye desde el año 1953 una serie de obras correspondientes a treinta y tres fotógrafos. Cotejando esta relación con los fotógrafos de las dos formaciones dentro de la RSF, apenas hay tres de La Colmena. El contenido del propio libro atribuye su pertenencia a La Palangana a nueve fotógrafos, a El Grifo les concede cinco miembros y a La Colmena ocho fundadores. Un total de veintidós. Al consultar el censo del catálogo de la Escuela de Madrid, editado por el Ministerio de Cultura, encontramos en la sección FOTOGRAFÍAS / BIOGRAFÍAS, que podríamos llamar de los fotógrafos mayores, a nueve, cuya lista coincide con el mismo número de integrantes de La Palangana, salvo un fotógrafo que consta en el libro de la Historia de la RSF, como perteneciente a  La Colmena. El mencionado catálogo publica un resumen biográfico de cada uno de los nueve con su retrato correspondiente y un total de 171 fotografías. Una media de 19 fotografías por fotógrafo. Bajo el título de OTROS AUTORES,  relaciona 13 autores que es evidente que les consideran como fotógrafos menores. Sin biografía, sin retrato y sin ilustraciones de su obra; Sólo menciona 27 obras pertenecientes a la totalidad. Para ser exactos algunas de estas imágenes se pierden en el largo introito redactado por uno de los fotógrafos mayores. Una muestra desproporcionada porque sólo alcanzan una media por autor de escasamente dos ilustraciones. Consultando esta lista de trece con los fundadores de La Colmena, tres de ellos constan como menores  y otro integrante en La Palangana.  Siguiendo los pasos de los miembros que hicieron de La Escuela de Madrid, un movimiento artístico único, llegamos al año 2000. Una exposición itinerante de 25 fotógrafos de la Real presentan cerca de 100 obras y entre los autores hay dos de la Escuela de Madrid, uno procedente de La Palangana y otro de La Colmena. Bien es verdad que entre los fotógrafos se puede descubrir un apellido correspondiente a La Palangana, Vielba, pero se trata de Carmen, no de Gerardo. El nombre de este fotógrafo brilla con luz propia en muchos de los eventos y su protagonismo rebasa el hecho de que fuera presidente de nuestra Sociedad. Este artículo tendría suficiente rigor si sólo hablaran los datos, que más abajo se muestran. Más aún, la cultura imperante en la Real Sociedad Fotográfica, sobre todo en lo relativo a la divulgación de lo que fue La Escuela de Madrid, no ha dejado la misma huella de todos  los fotógrafos que la integraron, así como de sus obras. Por este motivo ha sido preciso salir extramuros para buscar los testimonios de la otra Escuela de Madrid. Aquellos que se han caído de las listas de los fotógrafos  considerados mayores y duermen en el más absoluto olvido. Siguiendo y escuchando su paso por la Real se descubre a los creadores y protagonistas de una obra que enriqueció con su saber hacer la fotografía madrileña del siglo XX.  Para apoyar, reforzar y demostrar lo hasta aquí expuesto, más adelante mostraré las relaciones que marcaron el protagonismo y la voluntad de integración de los diferentes grupos y subgrupos. Mientras, en Barcelona se producía un movimiento similar, pero su consideración sería motivo de otro ensayo. En muchos casos no vivieron de espaldas, uno del otro, y forman una corriente fotográfica con  infinidad de aspectos en común. El libro de la Historia de la Real Sociedad Fotográfica: Voluntad de fotógrafos, ha sido muy importante para arrancar mi ensayo. De igual forma, si su contenido pretende ser el vivo reflejo de lo que realmente posee la Real en sus fondos fotográficos, documentales y bibliográficos, es posible que en el transcurrir del tiempo,  parte de su legado se haya caído por el camino. No podemos olvidar que es público y notorio que la Real Sociedad Fotográfica, ha sido un punto referencial único, desde hace más de un siglo. Y además la gigantesca obra de los fotógrafos de la Escuela de Madrid, cualitativa y cuantitativamente, constituyen un patrimonio similar y proporcional al movimiento del llamado neorrealismo italiano. El documento más reciente que he consultado, pretende ser una carta de presentación de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, ante la Exposición de la RSF en PHE07. Aunque tiene vocación informativa, no menciona que existió La Colmena. Sobre todo en el periodo donde mis pretensiones se centraban más, en los años 1950-1975. Ignoro el motivo por el cual el texto sólo menciona a La Palangana. Consultando autores fuera del perímetro de la RSF, se puede observar que los fotógrafos de la Escuela de Madrid, en general y La Palangana y la Colmena, en particular, consolidaron una forma común de entender la fotografía con fortísimas individualidades. El grupo solía realizar excursiones de fin de semana por los pueblos de la región de Madrid, y en ellas la línea documental que se hacía en Europa se canalizaba a través de estilos muy diferentes. El propio Cualladó cuanta que fueron bastantes criticados por intentar retratar “los mocos y la miseria” en sus fotografías. De nuevo, el hilo conductor de algunos de estos fotógrafos de la Escuela de Madrid es la insistente presencia humana que se desprende de sus obras. Siendo Gabriel Cualladó un miembro destacado de La Palangana, no podemos negarle una manifiesta intención de crítica y denuncia social. Fueron las conductas observables las que determinaron el factor diferencial, entre los homologados con el régimen triunfante y los perdedores pero discrepantes con la realidad impuesta. Más adelante constataremos estas diferencias. Es de lamentar que en algunas ocasiones primara más la filiación ideológica, que la realidad que se estaba plasmando para asombro del mundo fotográfico. Para finalizar esta primera parte del artículo añadiré que, entre la bibliografía consultada está el “Homenaje a Gerardo Vielba” organizado por “La Escuela de Madrid”. Noviembre 1993. Se editó un catálogo muy bien ilustrado con fotografías de 26 autores, de los cuales sólo uno pertenece a La Colmena. Siete integrantes de La Palangana y éstos más dos, es decir nueve, son los considerados por el catálogo del Ministerio de Cultura como La Escuela de Madrid, dándoles el rango de  fotógrafos mayores. Y hasta 26, un total de 16 no consta en ninguno de los documentos consultados como pertenecientes al grupo que organizaba el homenaje. Este catálogo es el epitafio a toda una época donde se constituyó una visión oficial y parcial del movimiento neorrealista español. Determinando quienes pertenecían y quienes no a la Escuela de Madrid. Este homenaje en su mensaje inicial pretende presentar una confluencia de fotógrafos, rubricados por los FOTÓGRAFOS DE LAS ESCUELA DE MADRID. La confluencia es posible que la hayan logrado, pero no en torno a La Escuela de Madrid, porque “el haber reunido 26 fotógrafos vinculados a Madrid”, cuando sólo 9 pertenecían a la magistral Escuela de Madrid, es forzar la realidad.  Este homenaje es el broche de oro que confirma la férrea voluntad de excluir a los fotógrafos por razones que en nada tenían  relación con el universo fotográfico.

Pedro Taracena Gil
Vocal de la Junta Directiva de la RSF


LA COLMENA (Primera parte)




De izquierda a derecha Rafael Sanz Lobato, Donato de Blas, Sigfrido de Guzmán, Carlos Miguel Martínez, Evaristo Martínez Botella, Carlos Hernández Corcho, Serapio Carreño y Vicente Nieto Canedo. El fotógrafo fue Eduardo Bordete Landa y tiró la foto con una cámara Brónica 6X6 de Lobato. Los miembros de La Colmena recuerdan la ausencia del fotógrafo José Blanco Pernía, ausente en París. Esta fotografía fue utilizada para felicitar a los miembros de La Palangana el año 1971. El plató fue improvisado en el patio de la empresa “Compañía belga de los pinares del Paular”, situada en la calle Argumosa, a dos pasos de la estación de Atocha de Madrid.

La Escuela de Madrid, auténtico movimiento del neorrealismo español, surgió en el seno de la Real Sociedad Fotográfica, durante los años cincuenta, proyectándose hasta la década de 1970. Según el censo recogido en el catálogo que sirvió de apoyo a la exposición patrocinada por el Ministerio de Cultura en 1988, la pléyade de fotógrafos que integraron este auténtico mester de la imagen, se eleva a veintidós. De todas aquellas personas que se acerquen a este foro del bien hacer fotográfico, contemplado desde la atalaya del siglo XXI, no seré yo quien cometa la osadía de hacer una crítica cualitativa de la obra de todos y cada uno de los autores. Toman parte de la historia fotográfica de España y son el reflejo fotográfico de su pueblo. Sin embargo, es mi propósito profundizar en sus raíces ancladas en la España de la dictadura, sin complejos y acercándome a su pluralidad. Inmersos en una sociedad viviendo casi de prestado y forzados al uniformismo, algunos huyeron de él y mostraron una riqueza fotográfica lejos de las pretendidas pautas oficiales, empeñadas en mantener que los fotógrafos de la época eran ajenos a los compromisos sociales. Abandonaron el estudio y el plató, las cámaras palaciegas, los salones burgueses y montaron marchas a los pueblos, donde cada uno se buscaba a sí mismo. Avanzando en la génesis de la Escuela de Madrid, dos grupos sedimentaron y acrisolaron su singularidad. En principio surge el colectivo denominado La Palangana. Y más tarde otro con el apelativo de La Colmena. Hasta ahora ha predominado cierta timidez o pudor poco explicados, a la hora de marcar las variables que les hacían diferentes. El libro de la Historia de la Real Sociedad Fotográfica, dedica a este asunto un sólo título, aunque reconoce que los integrantes de La Palangana: “Son el germen de lo que después se conocería como la Escuela de Madrid” y a los de La Colmena les menciona como “un grupo más amplio y más abierto, como respuesta a La palangana, en el que sólo cabían cinco o seis”. No obstante, escudriñando las distintas corrientes y lejos de hacer un análisis simplista de las dos tendencias, es cierto que tenían diferencias encontradas; habiendo corrido el riesgo de ruptura. Nada de lo que sucedía en la Real, podía ser sorprendente, era fiel reflejo del tiempo que les tocó vivir. Su historia da cuenta de ello. Aristocracia, burguesía, sociedad con poder económico, guerra que desgarra, abandono del pictorialismo, popularización de la fotografía y unos fotografiaban aquello que eran y otros lo que les hubiera gustado ser. La España neorrealista y la España aparente. Los dos grupos miraban la misma realidad, pero cada uno la veía de diferente manera. Aunque a través de su obra sería una temeridad hacer una dicotomía de las intenciones. Las actitudes grupales, los liderazgos emergentes, las rupturas subyacentes, marcaron pautas que constataron que se trataba de dos tendencias claramente definidas y a veces encontradas. Conservadores y progresistas, vivo reflejo de la España de los vencedores y vencidos. Depende de cómo se perciba una imagen, se puede intuir al autor. Cuando estos fotógrafos salieron de Madrid para tomar fotografías de lo feo, lo pobre, lo humilde, quizás, estaban sacando a la luz los trapos sucios que el sistema deseaba ocultar. Podemos admitir la inocencia o falta de intención de un fotógrafo cuando toma una foto a dos campesinos descalzos o cualquier otra característica de las carencias y el subdesarrollo, pero no podemos obviar, que todos fueran así. Tampoco se puede negar que en estos dos movimientos que integraron la Escuela de Madrid, hubiera intencionalidad política porque es consustancial al tejido social, al cual pertenecían los fotógrafos. Y analizando conductas globales, La Palangana y no hay que tener complejos en decirlo, era de rasgos más homologados con el régimen, que La Colmena. El devenir de los años posteriores, vinieron a reconocer la preponderancia de un grupo sobre el otro. El catálogo del Ministerio de Cultura es suficientemente ilustrativo. De un censo de veintidós autores sólo nueve aparecen con biografía y su correspondiente galería, el resto una reseña que más tenía de epitafio que de biografía. El lector es legítimo que se pregunte dónde quiere llegar el autor de este artículo. Mi deseo es ejercer el derecho a discrepar de los exégetas oficiales de los fotógrafos de la Real Sociedad Fotográfica. Mi propósito es reivindicar el reconocimiento de la memoria histórica y artística, sin prejuicios, de todos los autores que crearon el movimiento fotográfico más importante del neorrealismo español en Madrid. La Escuela de Madrid que se presentó en el año 2006 en el museo Conde Duque de Madrid, según la comisaria Mónica Carabias Álvaro, estaba constituida por un grupo de seis amigos. Así lo declaró a la cadena SER. Los seis fotógrafos que integran esta mini escuela, son los fundadores de la Palangana. Pretendo, de igual forma, que a la Escuela de Madrid se le reconozca la creatividad técnica y artística de fotógrafos que, desde sus puntos de vista, fueron capaces de fotografiar España a lo largo de tres décadas. Y recuperar la otra Escuela de Madrid que también es patrimonio de la Real Sociedad Fotográfica. Es evidente que, para adentrar en este tema, ha sido necesario partiendo de las posturas mantenidas por la tradición, obtener más información. El libro de la Historia de la RSF, incluye desde el año 1953 una serie de obras correspondientes a treinta y tres fotógrafos. Cotejando esta relación con los fotógrafos de las dos formaciones dentro de la RSF, apenas hay tres de La Colmena. El contenido del propio libro atribuye su pertenencia a La Palangana a nueve fotógrafos, a El Grifo les concede cinco miembros y a La Colmena ocho fundadores. Un total de veintidós. Al consultar el censo del catálogo de la Escuela de Madrid, editado por el Ministerio de Cultura, encontramos en la sección FOTOGRAFÍAS / BIOGRAFÍAS, que podríamos llamar de los fotógrafos mayores, a nueve, cuya lista coincide con el mismo número de integrantes de La Palangana, salvo un fotógrafo que consta en el libro de la Historia de la RSF, como perteneciente a La Colmena. El mencionado catálogo publica un resumen biográfico de cada uno de los nueve con su retrato correspondiente y un total de 171 fotografías. Una media de 19 fotografías por fotógrafo. Bajo el título de OTROS AUTORES, relaciona 13 autores que es evidente que les consideran como fotógrafos menores. Sin biografía, sin retrato y sin ilustraciones de su obra; Sólo menciona 27 obras pertenecientes a la totalidad. Para ser exactos algunas de estas imágenes se pierden en el largo introito redactado por uno de los fotógrafos mayores. Una muestra desproporcionada porque sólo alcanzan una media por autor de escasamente dos ilustraciones. Consultando esta lista de trece con los fundadores de La Colmena, tres de ellos constan como menores y otro integrante en La Palangana.  Siguiendo los pasos de los miembros que hicieron de La Escuela de Madrid, un movimiento artístico único, llegamos al año 2000. Una exposición itinerante de 25 fotógrafos de la Real presenta cerca de 100 obras y entre los autores hay dos de la Escuela de Madrid, uno procedente de La Palangana y otro de La Colmena. Bien es verdad que entre los fotógrafos se puede descubrir un apellido correspondiente a La Palangana, Vielba, pero se trata de Carmen, no de Gerardo. El nombre de este fotógrafo brilla con luz propia en muchos de los eventos y su protagonismo rebasa el hecho de que fuera presidente de nuestra Sociedad. Este artículo tendría suficiente rigor si sólo hablaran los datos, que más abajo se muestran. Más aún, la cultura imperante en la Real Sociedad Fotográfica, sobre todo en lo relativo a la divulgación de lo que fue La Escuela de Madrid, no ha dejado la misma huella de todos los fotógrafos que la integraron, así como de sus obras. Por este motivo ha sido preciso salir extramuros para buscar los testimonios de la otra Escuela de Madrid. Aquellos que se han caído de las listas de los fotógrafos considerados mayores y duermen en el más absoluto olvido. Siguiendo y escuchando su paso por la Real se descubre a los creadores y protagonistas de una obra que enriqueció con su saber hacer la fotografía madrileña del siglo XX.  Para apoyar, reforzar y demostrar lo hasta aquí expuesto, más adelante mostraré las relaciones que marcaron el protagonismo y la voluntad de integración de los diferentes grupos y subgrupos. Mientras, en Barcelona se producía un movimiento similar, pero su consideración sería motivo de otro ensayo. En muchos casos no vivieron de espaldas, uno del otro, y forman una corriente fotográfica con infinidad de aspectos en común. El libro de la Historia de la Real Sociedad Fotográfica: Voluntad de fotógrafos, ha sido muy importante para arrancar mi ensayo. De igual forma, si su contenido pretende ser el vivo reflejo de lo que realmente posee la Real en sus fondos fotográficos, documentales y bibliográficos, es posible que en el transcurrir del tiempo,  parte de su legado se haya caído por el camino. No podemos olvidar que es público y notorio que la Real Sociedad Fotográfica, ha sido un punto referencial único, desde hace más de un siglo. Y además la gigantesca obra de los fotógrafos de la Escuela de Madrid, cualitativa y cuantitativamente, constituyen un patrimonio similar y proporcional al movimiento del llamado neorrealismo italiano. El documento más reciente que he consultado, pretende ser una carta de presentación de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, ante la Exposición de la RSF en PHE07. Aunque tiene vocación informativa, no menciona que existió La Colmena. Sobre todo, en el periodo donde mis pretensiones se centraban más, en los años 1950-1975. Ignoro el motivo por el cual el texto sólo menciona a La Palangana. Consultando autores fuera del perímetro de la RSF, se puede observar que los fotógrafos de la Escuela de Madrid, en general y La Palangana y la Colmena, en particular, consolidaron una forma común de entender la fotografía con fortísimas individualidades. El grupo solía realizar excursiones de fin de semana por los pueblos de la región de Madrid, y en ellas la línea documental que se hacía en Europa se canalizaba a través de estilos muy diferentes. El propio Cualladó cuanta que fueron bastantes criticados por intentar retratar “los mocos y la miseria” en sus fotografías. De nuevo, el hilo conductor de algunos de estos fotógrafos de la Escuela de Madrid es la insistente presencia humana que se desprende de sus obras. Siendo Gabriel Cualladó un miembro destacado de La Palangana, no podemos negarle una manifiesta intención de crítica y denuncia social. Fueron las conductas observables las que determinaron el factor diferencial, entre los homologados con el régimen triunfante y los perdedores, pero discrepantes con la realidad impuesta. Más adelante constataremos estas diferencias. Es de lamentar que en algunas ocasiones primara más la filiación ideológica, que la realidad que se estaba plasmando para asombro del mundo fotográfico. Para finalizar esta primera parte del artículo añadiré que, entre la bibliografía consultada está el “Homenaje a Gerardo Vielba” organizado por “La Escuela de Madrid”. Noviembre 1993. Se editó un catálogo muy bien ilustrado con fotografías de 26 autores, de los cuales sólo uno pertenece a La Colmena. Siete integrantes de La Palangana y éstos más dos, es decir nueve, son los considerados por el catálogo del Ministerio de Cultura como La Escuela de Madrid, dándoles el rango de fotógrafos mayores. Y hasta 26, un total de 16 no consta en ninguno de los documentos consultados como pertenecientes al grupo que organizaba el homenaje. Este catálogo es el epitafio a toda una época donde se constituyó una visión oficial y parcial del movimiento neorrealista español. Determinando quienes pertenecían y quienes no a la Escuela de Madrid. Este homenaje en su mensaje inicial pretende presentar una confluencia de fotógrafos, rubricados por los FOTÓGRAFOS DE LAS ESCUELA DE MADRID. La confluencia es posible que la hayan logrado, pero no en torno a La Escuela de Madrid, porque “el haber reunido 26 fotógrafos vinculados a Madrid”, cuando sólo 9 pertenecían a la magistral Escuela de Madrid, es forzar la realidad.  Este homenaje es el broche de oro que confirma la férrea voluntad de excluir a los fotógrafos por razones que en nada tenían relación con el universo fotográfico.

Pedro Taracena Gil
Vocal de la Junta Directiva de la RSF


LA COLMENA (Segunda y última parte)


AUTORES CUYAS OBRAS SE HAN INCLUIDO EN EL LIBRO DE LA HISTORIA DE LA RSF (A partir de 1953).



  1. Ignacio Barceló
  2. Aurelio Osuna
  3. M. García Mayo
  4. José Tinoco
  5. José Lozano
  6. Sigfrido de Guzmán
  7. (1) Rafael Romero Urbistondo
  8. Fan Ho
  9. José Loygorri
  10. (2) Ramón Masats
  11. Gerardo Vielba
  12. Vicente Nieto Canedo
  13. Gregorio Merino
  14. (3) Gabriel Cualladó
  15. Fernando Gordillo
  16. Leonardo Cantero
  17. (4) Rafael Sanz Lobato


  1. Juan Dolcet
  2. Jorge Rueda
  3. Elías Dolcet del Álamo
  4. José Miguel Oriola
  5. (5) Cristina García Rodero
  6. Leonardo Cantero
  7. Sigfrido de Guzmán
  8. Gerardo Vielba
  9. Mª Teresa Gutiérrez Barranco
  10. Eduardo Dea
  11. Manuel Sonseca
  12. Julio López Saguar
  13. Pilar Pequeño
  14. José Manuel Castro Prieto
  15. José María Mellado y
  16. Francisco Gómez



(1)    Premio Nacional de Bellas Artes.
(2)    Premio Nacional de Fotografía.
(3)    Premio Nacional de Fotografía.
(4)    Medalla de Oro al Mérito de la Bellas Artes.
(5)    Premio Nacional de Fotografía y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
Esta relación de fotógrafos es sin duda magistrales, pero no obstante, la historia reclama la presencia, también, de: Antonio Tabernero, responsable de FOTOGRAFÍA en el CATÁLOGO de la exposición 50 AÑOS DE FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA (1900 – 1950). Martínez Botella miembro de La Colmena y Justo Navas.

LA PALANGANA

Según datos del libro Historia de la Real Sociedad Fotográfica:




  1. Gabriel Cualladó
  2. Francisco Ontañón
  3. Rubio Camín
  4. Leonardo Cantero
  5. Francisco Gómez


  1. Ramón Masats
  2. Gerardo Vielba
  3. Fernando Gordillo y
  4. Juan Dolcet Santos


La fiebre de los grupos continúa:


EL GRIFO



  1. Jaime Fuentes, fotógrafo de modelos desnudas
  2. Vicente Paniagua
  3. Manuel P. de Aguilar
  4. A.J. Biosca y
  5. Francisco Matellanes





Rumor de crear EL CANDIL y LA LECHUZA.  “El resto de los socios decidían crear el avispero, para ver si salimos de él”

LA COLMENA

“Se proclaman antiminoritarios y se autodenominan así por su carácter laborioso y su sentido comunitario”.

Fundado por iniciativa de: Carlos Miguel




  1. Carlos Miguel
  2. Rafael Sanz Lobato
  3. Donato de Blas
  4. Sigfrido de Guzmán


  1. Evaristo Martínez Botella
  2. Carlos Corcho
  3. Serapio Carreño y
  4. Vicente Nieto



LA ESCUELA DE MADRID SEGÚN EL CATÁLOGO DEL MINISTERIO DE CULTURA

Fotógrafos considerados mayores:




  1. Leonardo Cantero
  2. Gabriel Cualladó
  3. Juan Dolcet
  4. Francisco Gómez
  5. Fernando Gordillo


  1. *Sigfrido de Guzmán
  2. Ramón Masats
  3. Francisco Ontañón y
  4. Gerardo Vielba



Sigfrido de Guzmán tomó parte de ambos colectivos, La Palangana y La Colmena.

Fotógrafos considerados menores:



  1. Francisco Andrada
  2. Manuel Fernández San Juan
  3. Felipe Fernández Taravillo
  4. Carlos Hernández Corcho
  5. José de Loygorri
  6. Nicolás Muller
  7. Vicente Nieto Canedo


  1. Juan Antonio Oronoz
  2. Rafael Romero
  3. Joaquín Rubio Camín
  4. Rafael Sanz Lobato
  5. Eduardo Susanna y
  6. José Luis Vázquez




Los supervivientes de este grupo, son los que nos muestran su escándalo por la mutilación que hicieron de la Escuela de Madrid. La responsabilidad directa es de los tres autores de la presentación del catálogo libro. Pero sobre todo de Gerardo Vielba, conocedor como pocos de la Real Sociedad Fotográfica, ya que fue su presidente. He tenido la enorme fortuna de conocer de primera mano una valoración de algunos de ellos, considerados como grandes fotógrafos. Me honra el mencionarles aquí y me llena de satisfacción rendirles un homenaje en desagravio por aquella decisión ajena a criterios fotográficos:



  1. Carlos Hernández Corcho miembro de La Colmena.
  2. José de Loygorri tomó parte de 50 AÑOS DE FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA (1900 – 1950).
  3. Nicolás Muller, húngaro afincado en España, analiza en diversas ocasiones la integración del hombre en el paisaje.
  4. Vicente Nieto Canedo de La Colmena.
  5. Juan Antonio Oronoz.
  6. Rafael Romero Urbistondo. Premio Nacional de Bellas Artes
  7. Rafael Sanz Lobato de la Colmena. Documentalista y Medalla de Oro  de las Bellas Artes.
  8. Eduardo Susanna, Este fotógrafo le catalogan como pictorialista y a falta de confirmar, la RSF conserva en sus fondos obras de él. En la exposición 50 AÑOS DE FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA (1900 – 1950), presentó ocho obras.




LA ESCUELA DE MADRID VISTA POR MÓNICA CARABIAS ÁLVARO



  1. Leonardo Cantero
  2. Juan Dolcet
  3. Francisco Gómez


  1. Gerardo Vielba
  2. Gabriel Cualladó y
  3. Fernando Gordillo



Mónica Carabias Álvaro, comisaria de la exposición en el MUSEO MUNICIPAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE MADRID, es la responsable de haber reducido a seis los miembros de La Escuela de Madrid, por supuesto con la colaboración necesaria de Carmen Vielba, heredera de la cultura oficial marcada por los miembros de La Palangana. Donde la RSF del año 2006 no intervino para nada.

VEINTICINCO AUTORES PERTENECIENTES A LA REAL SOCIEDAD FOTOGRÁFICA, PARTICIPARON EN LAS EXPOSICIONES DE INDALO PHOTO EN ALMERÍA Y DE ARTE IMAGEN EN ZARAGOZA. 



  1. Plácido López Rodríguez
  2. Isabel Munuera
  3. *Fernando Gordillo
  4. Alfonso Romo
  5. Pedro Taracena
  6. Santos Vicente
  7. Pilar Pequeño
  8. **Carlos Corcho
  9. Eduardo Dea
  10. Fernando Flores
  11. Marta García Abós
  12. Beatriz Romero
  13. Paca Arceo


  1. Julio López Sagüar
  2. Carmen Vielba
  3. Francisco Gavilán Pastor
  4. Juan Manuel Castro Prieto
  5. Aurelio Cuervo
  6. Carlos Fernández
  7. Juan Pedro Trejo
  8. Raúl Montesano
  9. María Dolores Vivar
  10. Francisco González San Agustín
  11. Manuel Lafuente Caloto
  12. ***Rosario Gómez Mateos




*Fernando Gordillo estaba integrado en La Palangana.

**Carlos Corcho pertenecía a La Colmena.

***En el Boletín de la RSF que se ocupa de este evento, menciona que la fotógrafa es, Margarita González.

Aunque este último cuadro, tan sólo muestra que los dos grupos integrados en La Escuela de Madrid, llegaron a participar en la actividad de la Real hasta el año 2000, no he renunciado a mostrarlo porque revela, no solamente el cambio generacional, sino la participación de la mujer en la fotografía. Más de un 30%. Y esto demuestra, también, que La Real Sociedad Fotográfica y La escuela de Madrid, han sido a lo largo de la historia, como es imposible que fuera de otro modo, el vivo reflejo de la realidad socio política de las décadas 50, 60 y 70.
Antes de abordar otras conclusiones de este artículo, es preciso, abundar en anécdotas, relatos, actividad fotográfica, aportaciones técnicas y presencia en museos, fuera de la Real Sociedad Fotográfica. Es evidente que los protagonistas de la actividad de la Real, no han echado de menos a los socios, que siendo tan fotógrafos como ellos, se vieron forzados a dejar la Sociedad rechazados por la tendencia imperante.
En 1994 María Teresa G. Barranco escribía en el Boletín de la Real: “Miguel Ángel, por acudir al tópico del artista universal, nos ha dejado una obra y una herencia artística válida en sí mismo, sin que a nadie le preocupe sus alianza o apoyo papal. Y si la autora de este trabajo se ha permitido esta breve aclaración, que a todas luces debería ser innecesaria, a tenor de un breve comentario que se suscitó dentro de las paredes de nuestra Sociedad, en el transcurso de una conferencia sobre la necesidad o no del compromiso político de los fotógrafos del tiempo que nos ocupa”.  Siendo la presidenta de la Real, sus palabras nos abren un camino para entender su línea conductual, que nada tiene que ver con el arte. La obra del artista, en este caso el fotógrafo, no es el producto necesario de su compromiso político. Pero no hay duda de que en la intención del autor, sí hay una huella contundente. ¿Por qué la entonces presidenta se ve obligada a ejercer esta pedagogía aclaratoria que nada tiene que ver con la obra fotográfica? La respuesta la tenemos en el siguiente párrafo de su magistral lección, sobre La Escuela de Madrid: “He añadido estas líneas a mi escrito confeccionado en el mes de octubre con motivo de la presentación de la exposición “Gerardo Vielba, fotógrafo” (Aunque después no llegó a publicarse) para aclarar o reiterar que la denuncia social o su ausencia no determina absolutamente nada en la obra de estos autores cuya riqueza de planteamientos, sensibilidad, belleza y emoción les justifican como fotógrafos, creadores y artistas”. No seré yo quien polemice sobre sus discutidas apreciaciones. Pero sí estoy en condiciones de asegurar que Gerardo Vielba y su entrono, no representan a toda La Escuela de Madrid.
Los miembros de la Escuela de Madrid salían a los pueblos, cercanos o no tan cercanos. Cuando elegían fotografiar los barrios más pobres, marginados e inclusive derruidos, en algunas ocasiones fueron interrogados por la Guardia Civil, ¿Porque quieren ustedes fotografiar estas casas tan miserables? Y esta pregunta debía de ser respondida en el cuartelillo de la Benemérita para dar explicaciones de la intención en la toma fotográfica. Y la franja que cruzaba su carné de la Real con la bandera nacional, les salvó de mayores complicaciones. Han irrumpido en procesiones y actos religiosos populares, captando la España profunda en el más extenso sentido de la expresión, a donde precisamente no les conducía su fervor espiritual. Se han traído en sus cámaras las eras, las casas y campos de labor, a campesinos reflejando en sus rostros el subdesarrollo. Escenas de mujeres confeccionando encajes y puntillas de bolillos en las puertas de la calle. Familias enjalbegando las fachadas de sus viejas casas, cansadas de tanta blancura por fuera y tan oscuras por dentro. Niños jugando al fútbol con porterías improvisadas con su propia ropa. Semblantes de niños y niñas que marcaban y definían a la clase social a la cual pertenecían. Documentalismo, en suma, retratos que dejan huella de una niñez inexistente y una juventud robada; Constancia del costumbrismo de la España que despertaba del hambre y el subdesarrollo y sufría la acomodación a una normalidad impuesta, no elegida. Miles y miles de fotografías testimonian el paso de creadores de un estilo, una escuela, en suma. Pero nadie puede leer y mucho menos adivinar que su intención estaba ajena a toda denuncia social. Sin embargo, lo que sí se puede constatar, a través de la observación, es la homologación con las posturas políticamente correctas del momento. Testimonios de la época nos revelan los epítetos que abundaban a la hora de discrepar entre grupos rivales dentro de nuestra sociedad, ajenos al universo fotográfico. Autores de la diáspora que los hubo y aún viven, han trazado una carrera fotográfica dejando una estela de éxitos y sentando cátedra en técnica y estética, dignos de ser recuperados para el legado del cual nunca debían haber salido. Sus obras penden de museos públicos y colecciones privadas y hasta premios nacionales. Uno de los miembros de La Colmena luce con orgullo la Medalla al Mérito de la Bellas Artes en su categoría de oro, por su documentalismo antropológico.
La influencia de los oficialistas conservadores, sobre los socios progresistas, han cerrado muchas puertas. Las fuentes de la Real Sociedad Fotográfica, han sido referencia obligada para acceder a la fotografía creativa de Madrid. Es evidente que aquellos que ostentaban el poder habiendo nacido en el seno del grupo La Palangana, frenaban a La Colmena frente a fotógrafos que venían del extranjero a buscar información. Existe información contratada suficiente para hacer mucho más prolongado este ensayo y se podría, sin exagerar, elevar el tono de los vocablos que han utilizado los fotógrafos para expresar las desavenencias ideológicas que, durante demasiado tiempo, han utilizado a la Real para disfrutar, los unos, del placer de la victoria y los otros, para degustar la hiel de la derrota.
Me voy a permitir una licencia personal y es dejar constancia de cómo he llevado a término este breve ensayo, sobre La Colmena. A los pocos meses de ingresar en la Real Sociedad Fotográfica, oí hablar de La Escuela de Madrid por primera vez y comencé a documentarme. Tropecé con una única y granítica versión oficial y al mismo tiempo una corriente de fotógrafos que se despegaban de ella. Ahora me entusiasma el poder contagiar la idea de que el reto de recuperar la otra Escuela de Madrid, es posible porque sigue tan viva como siempre.

Pedro Taracena Gil
Vocal de la Junta Directiva de la RSF



Fuentes consultadas:

  1. “Boletines de la RSF”. Año
  2. “Historia de la Real Sociedad Fotográfica: Voluntad de fotógrafos”.
  3. “FOTÓGRAFOS DE LA ESCUELA DE MADRID” Obra 1950 / 1975 Ministerio de Cultura. Año 1988
  4. “LA ESCUELA DE MADRID” 1950 – 1975 MUSEO MUNICIPAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE MADRID. Año 2006
  5. “A cerca de la FOTOGRAFÍA española moderna” de Juan Manuel Bonet.
  6. “Los cincuenta olvidados” Mafalda Rodríguez.
  7. Varias entrevistas con fotógrafos de la época.
  8. Exposición 50 AÑOS DE FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA (1900 – 1950). Año 1996
  9. Homenaje a Gerardo Vielba. Organizado por “La escuela de Madrid”. Noviembre 1993.






ENLACES:



LA REAL SOCIEDAD FOTOGRÁFICA




LA ESCUELA DE MADRID




EL NEORREALISMO HISPANO DE LA FOTOGRAFÍA



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EXPOSICIÓN DE SANZ LOBATO

Rafael Sanz Lobato, Premio Nacional de Fotografía 2011




Rafael Sanz Lobato (1932, 2015), nacido en Sevilla en 1932, pertenece a una generación de fotógrafos irrepetible de posguerra que a partir de los años 50 dio a nuestro país una producción documental excepcional. Estos fotógrafos, rechazaron las herencias de preguerra y se desvincularon de ellas, trabajaron con espíritu transgresor respecto al entorno establecido, tanto social como político y, naturalmente, con la práctica fotográfica dominante.

Sanz Lobato convirtió a la fotografía en una pasión desbordante. Como documentalista realiza varias series: “Bercianos de Aliste”, “La caballada de Atienza”, “La Rapa das Bestas”, o “Auto sacramental de Camuñas”. La realizada en la localidad de Bercianos, donde retrata de forma magistral la procesión conocida como del Santo Entierro, recibirá la atención de la revista americana Popular Photography, que en el año 1970, le publica un portafolio de 4 páginas.

La fotografía documental de Rafael Sanz Lobato nos muestra y nos hace reflexionar sobre un cierto temperamento de nuestro país que nos evoca y recuerda ciertas vivencias. Es capaz de rememorar, entender e interpretar una manera de vivir en un período no muy lejano de la España profunda, donde el carácter y el alma de este país se manifiestan a través de los ritos religiosos o civiles. Su sensibilidad extraordinaria también la encontramos en sus paisajes, donde transforma amaneceres o crepúsculos en pura poesía.

Su vasta cultura fotográfica le empuja constantemente a afrontar nuevos retos, alguno de ellos le aproximará primero al retrato y, más tarde, como colofón de su carrera, a la naturaleza muerta. En los primeros, encontramos una relación directa y humana con el modelo, en la tradición de los grandes retratistas, retratos en los que Rafael Sanz Lobato ha sabido encontrar el momento de inflexión, la bajada de la guardia del personaje ante una pared lisa y desnuda con una inequívoca dosis de dramatismo. Por otro lado, sus naturalezas muertas configuran una nueva etapa y constituyen otra gran lección de fotografía rebosante de buena inspiración, y excelente composición.

Rafael Sanz Lobato es un creador inquieto y rebelde, un hombre íntegro, curioso y «joven», absolutamente comprometido con su arte y su época.

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PREMIO

PREMIO NACIONAL DE FOTOGRAFÍA





Se concede el Premio Nacional de Fotografía a don Rafael Sanz Lobato porque se ha mantenido fiel a un método de trabajo a lo largo de su trayectoria de más de treinta años, y el conjunto de su obra mantiene una gran coherencia y solidez. Representa una generación puente entre los 50 y los 70 cuya visibilidad ha sido relativamente menor en la cultura fotográfica española, precisamente por coincidir con un cambio de época histórica. Su trabajo adopta un método de observación antropológica que tendrá múltiples consecuencias y un enfoque documental que actualiza el lenguaje fotográfico e influye en el fotoperiodismo contemporáneo.

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PREMIO NACIONAL DE FOTOGRAFÍA 2011


MEDALLA DE ORO DE LAS BELLAS ARTES





Hasta ocho de los 22 premiados han nacido, residen o están vinculadas a Andalucía: los diseñadores Victorio & Lucchino, la actriz Carmen Sevilla, el guitarrista Paco Cepero, la cantaora La Paquera de Jerez (fallecida el pasado mes de abril), los toreros Ángel Luis Bienvenida y Juan Antonio Ruiz «Espartaco»; el fotógrafo Rafael Sanz Lobato y el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, premio que fue recogido por la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez.

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SELECCIÓN DE SU OBRA



























































































































































































































































































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