Hontoria de Valdearados es una localidad y un municipio situados al sur en la provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León. Wikipedia
Elevación: 870 m
Superficie: 33 km²
Tiempo: 29 °C, viento SO a 8 km/h, 33 % de humedad
Población: 195 (2016)
Instituto Nacional de Estadística
Provincia: Provincia de Burgos
Alcalde (2011): Benjamín Martínez Domingo (PP)
Hora local: domingo, 16:26
HISTORIA
El nombre de Hontoria es una adaptación de las
palabras latinas FONS y AUREA (Fuente de Oro), un elogio
merecido a la fuente generosa, cuyos rumores alegran el caserío. El apellido, VALDEARADOS (Valle
de los Arados), también latino, se hizo pronto necesario por la frecuencia con
la que durante la Reconquista y posterior Repoblación se usaba tan hermoso
nombre. El amplio espacio de tierras existente entre los ríos Arlanza y Duero
fue recuperado por Castilla a partir del año 912, cuando los tres Condes de
Castilla: Gonzalo de Burgos, Tello de Cerezo y Nuño de
Castrojeriz, culminaron con éxito la marcha militar por ellos organizada, que
colocó los extremos defensivos contra los árabes invasores en Osma, San Esteban
de Gormaz, Roa y Haza.
A continuación, gentes venidas del amplio espacio del norte
peninsular, desde Galicia a Francia, y de la Castilla más vieja, vinieron a
ocupar este gran espacio vacío y abandonado durante doscientos años. Se
organiza el Alfoz de Clunia y se fundan la mayoría de los pueblos hoy
existentes y otros muchos que han desaparecido. Así, pequeños grupos de familias
que se organizaron en pequeños concejos, ocuparon tierras y se erigieron, como
hombres libres, en propietarios de su aldea y en administradores democráticos
de la misma.
El siglo X fue de continuo sobresalto con nombres de tan
amargo recuerdo como los de Abderramán III o de Almanzor, cuyas
campañas en este sector del Duero fueron aterradoras. Pero los hijos y nietos
de los que aquí se instalaron supieron resistir y a principios del siglo XI, la
frontera bélica estaba ya al otro lado del sistema orográfico central, en la
cuenca del Tajo. Curiosamente, donde leemos el nombre de Hontoria por
vez primera es en el monasterio de San Juan de la Peña, situado en el Alto
Aragón, en pergamino fechado en 7 de Julio de 1029.
Pero, ¿cómo es posible esta primera mención en un lugar tan
alejado de la vida ribereña, fuera del ámbito castellano? La historia lo
explica con sencillez: en 1029, gobernaba Castilla como Conde consorte, Don
Sancho III, rey de Navarra, casado con Doña Mayor , propietaria de
Castilla.
Don Sancho gobernó en casi toda la España cristiana,
mezclando los intereses de toda ella. La nobleza Navarra y de los condados más
al Este, como Aragón, Sobrarbe y Ribagorza trató, negoció y convivió con la
castellano-leonesa como lo que en realidad era, un mismo pueblo. Por eso, un
notable navarro pudo dictar en San Juan de la Peña un documento de donación de
bienes situados en la Castilla del Alto Duero. El documento es claro: en
el alfoz de Clunia, en la orilla del río de los Arauzos, entrego la villa de
Fuentedorada (Hontoria). En el Libro de las Behetrías de Castilla podemos leer
la ficha de nuestra villa, que tenía el derecho de la Benefactoría, es decir,
tenía el derecho de elegir entre los más cualificados señores del reino a una
especie de protector que defendiera el vecindario a cambio de alguna prestación
o contribución material. Un dato curioso es que, de la misma forma que era
elegido, podía ser destituido, incluso el mismo día, si las cosas no empezaban
bien. En Hontoria cumplían este papel 3 diviseros y uno de ellos, en
este caso D. Ramiro Flórez, era el Benefactor.
Los vecinos del Concejo disfrutaban de una buena posición
ante la Hacienda del Rey y sólo pagaban la martiniega, así llamada por abonarse
en el día de San Martín (11 de Noviembre). Los tributos de fonsadera, yantares,
servicios y monedas no se pagaban en Hontoria de Valdearados y D.
Ramiro Flórez recibía asimismo el llamado impuesto de infurción (impuesto
de solares) que tenía su escalilla: el vecino que disponía de un par de bueyes
pagada 3 maravedíes; el que sólo tenía un buey pagaba 15 dineros (un maravedí y
medio) y el que carecía de animales sólo pagaba 1 maravedí. Los otros dos
diviseros cobraban al año 6 maravedíes. A través de un documento sellado el 1
de Enero de 1944, por el que Laín González dona sus bienes, ubicados una
parte en Hontoria de Valdearados, a los monasterios de Arlanza y
Vallegimeno, volvemos a escuchar el nombre de la villa. Cuatro años después, el
1 de Julio de 1048, el rey Fernando I aneja a Arlanza el monasterio
de Santa María de Retortillo y sus dependencias, entre las cuales cita el
monasterio de San Isidoro de Hontoria. No cabe duda que es un documento
interesante y revelador, que nos indica la existencia de un monasterio dedicado
a San Isidoro de Sevilla, Doctor de la Iglesia, el escritor más admirado,
más leído y más plagiado, gran defensor del catolicismo frente al arrianismo.
Curioso y satisfactorio sería para Hontoria de Valdearados y su
comarca, el poder averiguar la influencia que ejercieron sus monjes en las
mentes y corazones de sus antepasados, en aquellos siglos medievales de lucha
permanente contra los invasores de la España visigoda. Con fecha 10 de Mayo de
1062, otro documento nos dice que María Fortuniz da a Arlanza su
haber y derechos señoriales en varios pueblos, comprendidos entre el río
Arlanzón y el Duero, y entre ellos nombra a Hontoria.
Al finalizar el siglo XI, en 1091, otro documento nos
manifiesta ya la prosperidad y progreso a que había llegado la villa de Hontoria,
con sus palacios que son cedidos al monasterio de Arlanza por María Peláez, con
el fin de recibir sepultura allí. Al Este de Hontoria, en los lejanos
tiempos de la Reconquista nació otro doblamiento, quizá otros dos, llamados
Quintanilla y Recuerda o Ricuerda. De la existencia de esta segunda, no tenemos
más argumento que la mención geográfica, pero de Quintanilla sí. Ésta aparece
en el mencionado Libro de las Behetrías y de ella se nos dice escuetamente: Este
lugar es del Abad de Santa María de la Vid y nadie habita allí, salvo dos
hombres que son yugueros del dicho Abad. En efecto, Quintanilla cayó en el
dominio de la gran abadía premostrense de la Vid y estos monjes blancos la
administraron hasta la exclaustración del 1835. Tras la desamortización de
Mendizábal, este coto, formado por los despoblados de Quintanilla La Yerma,
Puente Camino, Santa Olalla y Recuerda, se vendió y su nuevo dueño construyó, a
partir de 1871, el nuevo poblado que se conoce como Quintanilla de Ricuerda.
Al constituirse el poblado, la única iglesia de la que
disponían en su contorno era la ermita de Quintanilla, a la cual se acogieron,
llamándola por su propio nombre: Santa María de Quintanilla. Este coto dependía
de la jurisdicción eclesiástica de Arauzo de Torre y civil de la villa de Hontoria
de Valdearados, tal y como consta en el libro de difuntos de Arauzo de Torre,
en cuyo cementerio se enterraban a los vecinos de Quintanilla de Ricuerda. La
ermita de Quintanilla comenzó su declive en el año 1871. Ya no disponía de los
diezmos, sus tierras habían sido subastadas y al no disponer de economía, su
ruina era evidente, lo que obligó a trasladar todos los bienes de su interior.
Pero la ermita nunca quedó abandonada, sino que continuó siendo patrimonio de
los vecinos de Arauzo de Torre, que se encargaron de su conservación desde
tiempo inmemorial hasta que se trasladó la imagen de la Virgen de Quintanilla,
a finales del siglo XIX, a la iglesia de San Pedro, en Arauzo de Torre, donde
se conserva. Muchas han sido las veces que hemos oído decir a nuestros mayores
que, en una ocasión, los vecinos del coto fueron a sacar piedra de la ermita
para hacer un cortijo y salieron llamas, motivo por el cual nadie se atreve a
excavar desde entonces. Sólo queda en sus ruinas el sepulcro de un caballero en
su ábside y una piedra con el anagrama de la cruz de la orden de Santiago
cubierta de tierra. En la actualidad, la iglesia del coto ha quedado convertida
en ermita de Cristo Rey, cuya imagen preside el altar mayor en estilo sencillo.
Se encuentra en la nave de la izquierda la Virgen del Carmen y en la de la
derecha, San José y el Niño. El altar está adornado por las imágenes de San
Roque, la Virgen María y San Antón.
En una peana aparece la imagen de San Isidro Labrador y
dos crucifijos de extraordinario mérito, uno de ellos con los pies juntos
descansando sobre una planta y otro con los pies cruzados. En su sacristía
existe un cuadro de consagración a la Divina Pastora y otra trata de
un Diploma de Celadora del Sagrado Corazón de Jesús. La pila bautismal, que se
encontraba abandonada junto a las ruinas de lo que hoy queda de la ermita, fue
restaurada por D. Luis Sanz , uno de los propietarios del coto, y hoy
se encuentra instalada en la ermita de Cristo Rey, en el coto de Hontoria
de Valdearados. Hasta el año 1896, la ermita fue propiedad de la jurisdicción
eclesiástica y espiritual de la parroquia de Arauzo de Torre, pero se
estableció que en adelante pasase a la jurisdicción de Hontoria, atendiendo
fundamentalmente a la mayor facilidad de los servicios espirituales por razón
de las distancias. En la Edad Moderna, en los censos del siglo XVI, Hontoria
de Valdearados aparece como Villa por sí exenta de jurisdicciones
señoriales. Pero, en el siglo XVIII encontramos a Hontoria inmersa en
el señorío de los Condes de Miranda y Duques de Peñaranda, la poderosísima
familia que hizo de Peñaranda la capital de sus estados. Del siglo XVIII
tenemos un conocimiento profundo, debido al famoso catastro, ordenado por el
Marqués de la Ensenada y realizado en Hontoria en 1752 y en el que se detalla
perfectamente todo lo relativo y perteneciente al municipio en aquel momento.
Desgraciadamente, a principios del siglo XIX vinieron
Napoleón y sus franceses que tan triste huella dejaron. Pero es interesante
recordar que dentro de la jurisdicción de Hontoria, se desarrollaron
importantes combates y escaramuzas en los años de la Invasión Francesa,
culminados con éxito por el célebre guerrillero. El Cura Merino La Virgen
de la Serna hizo un milagro, que mató a los franceses en Valdecuadro. La
Virgen de la Serna es milagrosa, que mató a los franceses en la Pinosa.
Así cantan los hontorianos, todavía hoy, en recuerdo de un hecho bélico que los
historiadores recogen al hablar del Cura Merino y sus refriegas contra las
tropas de Napoleón. El suceso ocurrió el 16 de Abril de 1812 y, por aquello de
la divergencia de criterios, el Cura Merino atribuyó la victoria a una
intervención del alma triunfante de los miembros de la Junta Nacional de
Defensa, que habían sido ajusticiados anteriormente por los franceses. El
término donde ocurrió el enfrentamiento entre las tropas francesas y las del
Cura Merino se llama Valdecuadro y la Pinosa, porque es una pinada de la que
sobresale un peño, que llaman el peñuco, y que resulta un buen observatorio
para ver quién se acerca al pueblo mientras que las tropas quedaban
resguardadas por la pinada. Por este motivo, se llama la emboscada del
Valdecuadro, en la que el Cura Merino derrotó totalmente a las tropas de
Napoleón, que venían de la parte de Aranda. El resultado fueron 63 muertos, 97
heridos y más de 500 prisioneros franceses. Además, el Cura Merino, en
represalia por el ajusticiamiento en Soria de los miembros de la Junta
Nacional, ordenó pasar por las armas veinte soldados franceses por cada vocal
de la Junta ajusticiado y diez por cada soldado guerrillero, que poco antes
habían ejecutado en Aranda y otro número igual para vengar la muerte del cura
de Hontoria, que también pereció en la refriega.
EXCURSIÓN EN EL SOLSTICIO DE INVIERNO 2018
UNO DE SUS ACOGEDORES HOGARES
CRIANZA CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN
RIBERA DEL DUERO
GALERÍA DE IMÁGENES QUE AVALAN EL PASO DEL TIEMPO
POR "FUENTE DE ORO"
Esta
introducción literaria sería un retrato apresurado de la historia
de Hontoria de Valdearados, merecidamente mencionada con el sobre nombre
de la milenaria. Sin embargo, para
captar algún destello de su antiguo esplendor o una pequeña muestra de su
antigua grandeza, es preciso caminar sosegadamente por sus calles y perderse
sin miedo en ellas. Esto es lo que ha llevado a cabo Pedro Taracena, periodista
y fotógrafo, durante una calurosa mañana del mes de julio.
Escudriñando
en la arquitectura histórica, fijaos en los sillares que existen junto al arco
del teatro de Mérida y veréis que la cara que da al exterior crea una
forma convexa en forma de almohadilla. Se trata del almohadillado, una
técnica que se empieza a utilizar en tiempos romanos. Acaso sus orígenes
estuvieron en el Teatro Marcello del siglo I d C.
Este tipo
de aparejo crea fuertes claroscuros, tanto en las aristas rehundidas como en la
propia "almohadilla" que se encuentra labrada generando puntos que
cambiarán según la posición del sol. Esta técnica se recuperará en el
Renacimiento, y los grandes palacios florentinos lo utilizarán de
múltiples maneras.
El almohadillado se refleja en el presente reportaje en jambas y dinteles, tanto arqueados
como rectos. Paramento de sillería donde
la cara visible de los sillares ha sido labrada a modo de almohadilla. Las
juntas están biseladas o rehundidas, para dar la sensación de relieve. Es
típico de la arquitectura del Renacimiento, siglos XV y XVI. En España el
ejemplo más característico es el Palacio de Carlos V en la Alhambra de
Granada, de Pedro Machuca, del siglo XVI. Hontoria acude a la historia del
almohadillado mostrando su propio Renacimiento y proyectándose en la mampostería
rematada con arcos en puertas, balcones y ventanas de nuestros días.
REPORTAJE DE LA ARQUITECTURA RELIGIOSA, CIVIL Y POPULAR DE HONTORIA DE VALDEARADOS
GALERIA OLYMPUS
"Este sería un retrato apresurado de la historia de Hontoria
de Valdearados, la milenaria. Sin embargo, para captar algo de esa página que
el tiempo deja en los pueblos, algún destello de su antiguo esplendor o una
pequeña muestra de su antigua grandeza, es preciso caminar sosegadamente por
sus calles y perderse sin miedo en ellas".
La reseña histórica termina con este párrafo, que ha servido al editor de esta página, para descubrir la arquitectura renacentista de Hontoria, y dar respuesta al interrogante de por qué se utiliza tanto en la arquitectura palaciega como popular, el almuhadillado desde hace siglos. La respuesta parece evidente y obedece a que el pueblo, ha popularizado un estilo que desde antaño estaba reservado a las élites. La nobleza, el clero y más tarde la burquesía. Hoy día en Hontoria el pueblo disfruta de la ornamentación que antaño era exclusivo y excluyende de la alta sociedad.
GALERÍA SONY XPERIA
MUSEO ETNOLÓGICO Y RURAL
GALERÍA DE IMÁGENES DEL SOLSTICIO DE CAPRICORNIO 2016
Por Pedro Taracena Gil
INFORMACIÓN GENERAL
Hontoria de Valdearados, perteneciente al partido judicial
de Aranda de Duero, posee una extensión de 33 Km2 y se encuentra situada a
una altitud de 870 metros sobre el nivel del mar. En su censo se encuentran
registrados actualmente 247 habitantes y son dos los ríos que bañan sus
fértiles tierras: Aranzuelo y Segunde, dedicadas fundamentalmente
al cultivo de cereales, remolacha, patata y viñedos pertenecientes a la afamada Denominación
de Origen Ribera del Duero.
El origen del actual núcleo de población lo debemos situar
dentro del fenómeno de la repoblación, cuando en los primeros años del siglo X
se traspasa la línea de fortalezas del río Esgueva y los condes
castellanos conquistan los importantes núcleos defensivos de Clunia, Haza,
Peñaranda…
Existen documentos escritos que marcan el comienzo de la
historia del municipio en el año 912, cuando aparecen datos de un noble llamado
Don Severo que en Fonteaurea (Hontoria) tenía sus heredades: casas,
sernas, viñas y molino, pero parece ser que es el conde D. Gonzalo Fernández el
repoblador de nuestra tierra y quien asienta a los primeros repobladores
cristianos.
Pasados los años, el conde García Fernández adquirió
estas propiedades (se habla incluso de palacios), que recibe en herencia su
hija, monja, llamada Oneca, quien el 7 de Julio de 1.029 otorga
testamento, donando el señorío de Fonteaurea a favor de sus sobrinos los Reyes
de Navarra: Sancho el Mayor y Munia, su esposa. El lugar se
pierde a manos de Almanzor durante la invasión árabe y no será hasta
principios del siglo XI cuando se ocupe definitivamente el lugar por los
cristianos y no se vuelva a perder.
Los primeros datos documentados de la existencia del lugar,
los conocemos a través de la documentación del monasterio de San Pedro de
Arlanza, que en el año 1044 recibe unas posesiones en Hontoria; en 1048 el
mismo cenobio de Arlanza recibe en nuestro pueblo el monasterio de San Isidoro
con sus tierras. El mismo monasterio de San Pedro tiene en nuestra
villa otro monasterio denominado de San Quirce de Valdefrades, según consta
en una historia manuscrita del Padre Ruiz. Cuando en el año 1136 se hace
la división definitiva de los obispados de Burgos y de Osma, nuestra parroquia
pasa a pertenecer al segundo. A partir de aquí, perdemos la pista documentada,
pero sabemos que en el siglo XIV fue un lugar solariego y que antes fue de
behetría.
El edificio de la Casa Consistorial, construido en piedra no
muy tallada en el siglo XVI, se debe al obispo D. Andrés de la Cuesta,
como lo manifiesta el escudo en piedra sobre el pórtico. En su interior
encontramos el Museo Etnográfico, creado en 1.978 gracias al buen hacer
del párroco de la villa D. Sergio Arenillas.
Puede verse una casa porticada antigua en la Plaza Mayor,
que muestra el emblema de la Orden Militar de Calatrava; y parece relacionarse
con el citado obispo don Andrés y parientes vinculados a la Orden.
El llamado “Coto de Quintanilla de Ricuerda”, con 650
hectáreas, aparece por vez primera en una carta de donación otorgada por una
tal Doña María en 1.186 a favor del monasterio de Santa María de la
Vid. Comprendía en su término cuatro poblados, ya desaparecidos:
Quintanilla la Yerma, Santa Olalla, Puente Camino y Ricuerda. Con la
desamortización de Mendizábal se expropió en 1.871, pasando después por
sucesivos propietarios, y tomando el nombre actual.
A consecuencia de la invasión napoleónica, queda constancia
de la batalla que tuvo lugar el 16-IV-1.812, en el paraje de esta villa
denominado “La Pinosa”; en ella el célebre guerrillero, el Cura Merino,
propinó una humillante derrota a los franceses.
El patrón del pueblo es San Esteban Protomártir aunque
las fiestas que se celebran en Hontoria son en honor a San Sebastián (20
de Enero) y La Virgen de la Asunción y San Roque(14, 15, 16
y 17 de Agosto).
Otro punto de visita obligada en el pueblo son las bodegas,
situadas en la zona alta del pueblo y muy concurridas durante las fiestas y en
verano por todos los hontorianos.
Datos demográficos
Para obtener datos de población actualizados puede consultar
el Web del INE (Instituto Nacional de
Estadística). Para consultar algunas estadísticas el código INE del
municipio y el código de provincia pueden facilitar las búsquedas. El código de
la provincia de Burgos es el '09' y el código del municipio de Hontoria de
Valdearados es el '164'.
Evolución
de la población desde 1842
Población en los últimos tres años en todos los núcleos poblacionales del municipio.
Población en los últimos tres años en todos los núcleos poblacionales del municipio.
Planeamiento urbanístico
La Junta de Castilla y León proporciona
un servicio electrónico de acceso al Archivo
de Planeamiento Urbanístico. Puede consultar directamente el archivo del
municipio en el siguiente enlace:
GALERÍA DE IMÁGENES DE ARANDA DE DUERO
El periodista y fotógrafo que ha llevado acabo esta página, pequeña muestra de la grandeza de Hontoria de Valdearados, desea agradecer a sus habitantes la acogida y la simpatía que le han dispensado. Así como de la información proporcionada. Es preciso resaltar las instalaciones que albergan EL CORRAL LA POZA, auténtico museo etnológico y rural. Muchas gracias a todos. Pedro Taracena Gil
ResponderEliminarBonita y entrañable erudición que nos acerca a la vieja Castilla. Sus gentes y cultura tienen un tributo contigo. Gracias por dedicarle el tiempo y cariño para elaborarlo y por compartirlo.
ResponderEliminarMuchas gracias a vosotros por consultar mi perfil en la UNIVERSIDAD DE MAYORES REY JUAN CARLOS. Hontoria disponde de un pasado histórico y arquitectónico muy interesante. Merece la pena que programemos una visita para abundar en el conocimieno este singular pueblo. Un abrazo
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