viernes, 7 de junio de 2024

GUILLERMO DELGADO PINTOR

 





GUILLERMO DELGADO 1930-2011

Página en construcción por Pedro Taracena Gil 

Periodista

GUILLERMO DELGADO 1930-2011


Pintor grande, historia injusta


16 Octubre, 2010 - 05:00h


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EL arte de los años 50 y 60 estuvo dominado por aquella Escuela de Madrid en la que un grupo de buenos artistas -entonces muy buenos, después eclipsados por el propio discurrir del Arte, por su manifiesto estancamiento y querer vivir de rentas pasadas- mantenían viva una figuración que ellos dieron un sello especial. Sin embargo, los grandes nombres eclipsaron a otros que, aun gozando de la misma capacidad artística, pasaron a la historia -a veces, con ésta mostrándole su cara más injusta- detrás de aquellos y con una repercusión nacional inmensamente menor. Eran nombres muy importantes de la talla de Antonio Rodríguez Valdivieso, José Luis García Ochoa, Francisco Moreno Galván, entre los que se encuentran Guillermo Delgado, un pintor importante con una capacidad creativa grande -más abierta, fresca y entusiasta que los que dieron trascendencia a la pintura madrileña de aquel tiempo- y una realidad pictórica que iba más allá de los epidérmicos y encorsetados discursos ilustrativos de una figuración preñada de excesos concretos.

Guillermo Delgado es un pintor figurativo de muy amplio espectro. Su obra plantea muchos más episodios expresivos que representativos, abarcando una realidad que el artista asume para darle una nueva dimensión e imponerle una potestad de mucha mayor trascendencia plástica.
La exposición que traen hasta Jerez Paloma Caparrós y Ramón Martín -grandes conocedores del artista desde hace mucho tiempo- nos sitúa en esa parcela de pintura figurativa en la que los poderosos recursos plásticos dominan un escenario donde lo de menos es la propia representación, que subsiste en un entramado de materia formal, para abrir los caminos de una expresión acertadamente estructurada de principio a fin.

La exposición en la Galería de la calle Francos nos propone el encuentro con la obra justa, sabia y poderosa de una pintura salida de un artista importante al que la propia historia merecía haberlo puesto en una dimensión más justa. Ahora sólo nos queda disfrutar de su privilegiada pintura.




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