domingo, 25 de marzo de 2018

EL REY Y SU TRIUNVIRATO


EL REY Y EL TRIUNVIRATO ESCRIBEN LA MÁS NEGRA PÁGINA DE LA HISTORIA DE NUESTRA RECIENTE DEMOCRACIA


Con estas premisas: ¿Con qué derecho el Estado encarcela a los secesionistas catalanes, cuando ha dejado impune el genocidio franquista?

El origen del Rey es legal pero no legítimo. Es decir, que estaríamos ante un rey bastardo. Soy consciente que si continúo por estos derroteros, es posible que esté al borde de ser procesado por injurias a la Corona. Pero presumo que la Constitución Española me ha ensañado dos caminos para razonar con sabios criterios: “La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados. Art. 117.” Y el derecho que me asiste a la libertad de expresión. Art. 20. El hecho es que el franquismo ha evolucionado de la dictadura a la Transición, sin propiciar la reconciliación entre los españoles. Un apaño en términos coloquiales.
Franco legitimó su dictadura con la victoria como Caudillo de España por la Gracia de Dios. Fue un dictador y estableció de forma ilegítima, al Estado Español como un nuevo Reino. Y consumando la instauración monárquica a través de una ley de sucesión, donde  un nieto de Alfonso XIII, sería el sucesor del sanguinario y déspota general. Una vez fallecido, Las Cortes franquistas le coronaron Rey de España, después de jurar los Principios de Movimiento Nacional, soporte ideológico del régimen. Aunque El Conde de Barcelona cedió sus derechos dinásticos a su hijo, solamente legalizó la situación, pero no la legitimó. La Constitución Española de 1978 recuperó el Estado de Derecho perdido el 18 de julio de 1936. Pero la nueva Carta Magna legalizó la monarquía, pero no la legitimó. El presidente Suárez ante el temor de que un referéndum sobre monarquía o república, perdiera la opción monárquica, optó por engañar a los españoles introduciendo de rondón en la ley de Reforma Política, la figura del rey como un hecho de normalidad. Los franquistas cumplieron al pie de la letra las imposiciones de la Oligarquía, el Ejército, los Caiques y la Iglesia. Estos mismos factores que se alzaron contra la República y que tenían, también, como objetivo que los Borbones volvieran a gobernar España.
El reinado de Juan Carlos I como artífice de la Transición, no brilla precisamente por su acercamiento al pueblo. Sobre su decencia la Historia hablará. Los Medios de Comunicación y la clase política, lo que ahora se denomina La Casta, crearon un pacto de silencio provocando en los españoles una amnesia sobre la impunidad del genocidio franquista y las fechorías que pudiera cometer el Rey. Acogiéndose a que la persona del Rey es inviolable. Así como el Genocidio planificado (Autos del juez Garzón) antes del 18 de julio de 1936, ejecutado por los golpistas hasta después de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975.
Cuando el reinado del Juan Carlos I se hizo insostenible, abdicó en el Príncipe de Asturias, heredando la Corona el rey Felipe VI. Los tres últimos jefes de estado de España, han sido legales conforme a las leyes vigentes. Pero no legítimos:
1.       El Caudillo de España, lo fue por la Gracia de Dios y su legitimidad hay que encontrarla en la circunstancia de ser un generalísimo invicto.
2.      Juan Carlos I, no juró la Constitución Española y por supuesto lejos de condenar la dictadura, no renegó del juramento a los principios del Movimiento Nacional.
3.      Felipe VI, sí, ha jurado la Constitución Española pero, como el Rey Emérito y los franquistas del PP, tampoco ha condenado la dictadura y el genocidio. Es comprensible porque su origen ilegítimo está en la legalidad de una época dictatorial.





España vive tiempos muy convulsos donde es lícito cuestionarse muchos aspectos de la España de la Transición, que ya nadie se atreve a denominar como modélica. Y mucho menos como un bien a exportar… Encabeza y lidera esta crisis política, social y humana, el Rey de España. Felipe VI nunca fue árbitro de nada ni de nadie, pero ahora, lejos de ser árbitro constitucional, es títere del poder político y financiero. El Rey si fuera árbitro se habría colocado en una posición equidistante y hubiera pitado falta en no pocas ocasiones a los políticos de cualquier sensibilidad. Su postura ha sido más fácil siendo  marioneta del PP. El Rey y el Triunvirato constitucionalista PP PSOE y C’s, está convencido de que el 155 es la salvación de España y la solución del conflicto Catalán. Pero la realidad es otra. Al Rey no le interesa que se toque el articulado de la Constitución, porque la monarquía es de origen divino, por eso Él es inviolable. Aunque el Rey no tiene corte, ha heredado los amigos del Rey Emérito y sus aduladores.  Sus tres acompañantes en este camino hacia la salvación de la unidad de la patria son:
1.       CIUDADANOS: Fuerza política emergente en el panorama nacional, partido al servicio del Capital, la Patronal y el IBEX-35. La derecha, en palabras de ellos, la centralidad.
2.      PSOE, viejo militante del bipartidismo. Renunció a la República y a su doble militancia con la UGT. La Socialdemocracia… Derecha moderada.
3.      El PP hinca sus raíces en la entrañas de la Dictadura. Hijos legítimos de Franco, Fraga y Aznar. La Extrema Derecha. Reminiscencias del franquismo y del nacionalcatolicismo. También es el partido más corrupto de la reciente democracia. Y como Gobierno ha legislado provocando auténticos crímenes legales: Recortes en derechos laborales, sanidad, educación, dependencia, desahucios, éxodo de la juventud… Crímenes reales en suma.
Lo grave es que el Gobierno apoyado por los constitucionalistas, ha renunciado a la acción política y han encomendado el trabajo sucio y el limpio también, a los jueces de todos los tribunales. Y el que dirige la orquesta es el Fiscal General del Estado que es Fiscal General del Gobierno. Para que se entienda mejor, el expresidente Sacorzy de la República Francesa firmaría por disfrutar de la Fiscalía Española. Se tergiversó el artículo 124 de la Constitución Española.
Con estas premisas: ¿Con qué derecho el Estado encarcela a los secesionistas catalanes, cuando ha dejado impune el genocidio franquista?
El conflicto es político con soluciones políticas. La Constitución es franquista pero no es un dogma de fe. Todo en España es cuestionable como sucede en todos los países del mundo que deseen adaptarse a los nuevos tiempos.
España adolece de unos Medios de Comunicación independientes, no corporativistas y críticos con el poder económico y financiero.

Son demasiadas mentiras las que tratan de engañar a los que de buena fe creímos en la Transición.

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