BIBLIOGRAFÍA:
ANTONIO GARCÍA OMEDES
EDITOR;
PEDRO TARACENA GIL
El claustro románico de la "catedral" de Roda de Isábena (Huesca).
Hace unos meses estuvimos en Roda de Isábena (Huesca), una preciosa villa medieval situada en La Ribagorza; en donde visitamos el pueblo y la magnífica catedral (ex-catedral) de San Vicente mártir. Hoy vamos a centrarnos en el magnífico claustro del siglo XIII que se sitúa en el lado norte del templo (si queréis en este mismo blog podéis ver el post de Roda de Isábena y el de la iglesia de San Vicente:
La puerta de entrada al claustro desde el templo está situada en el primer tramo del lado norte de la nave lateral del evangelio. Es una sencilla portada dovelada en arco de medio punto.
El claustro situado en el lado norte del templo, tiene planta rectangular. Es un claustro rodeado de arquerías de medio punto sobre las que apoya un tejado por donde cae el agua de lluvia, la cual es recogida en un aljibe central, el único que había en la localidad.
El claustro fue financiado por el rey de Aragón Ramiro II el Monje y realizado en tiempos del abad Gaufrido (1137-1145), según consta en la inscripción grabada junto a la puerta que comunica con el templo. En la crujía oriental se conservan restos del siglo XI.
La originalidad de este claustro es la gran cantidad de laudas funerarias que encontramos en él; unos 191 epígrafes lapidarios fechados entre 1143 y el siglo XV, recogidos en sus muros y que supone el conjunto de inscripciones lapidarias más rico y numeroso de los conservados en Europa. En ellas se inscribe el nombre y fechas de fallecimiento del mencionado en la inscripción.
“Se trata de un necrologio litúrgico basado en la práctica de rezar por los difuntos de la propia iglesia, común a los cabildos e iglesias monacales, que recitaban dentro del rezo de la hora de Prima, junto con el martirologio del día. Los nombres de los fallecidos se escribían en columnas marginales del mismo pergamino”.
La costumbre se prolongó hasta el siglo XV, en que se impusieron los libros impresos y el martirologio romano. Roda grabó los epitafios en los ábacos, sillares del intradós de las arcadas, y a lo largo de los muros, siempre en lugares muy visibles, para que mientras los canónigos y benefactores de esta iglesia paseaban, pudiesen recordar y rezar por los difuntos del día.
Detalle de otras inscripciones que se realizaron en los intradoses de los arcos del claustro.
En los capiteles podemos observar los huecos que servían de apoyo a los maderos que cerraban el claustro.
Los capiteles están decorados a base de motivos vegetales, geométricos y figurativos, entre ellos leones, asnos, palmetas, estrellas, etc.
Otro detalle de un capitel del claustro. Con el mechinal en el centro para colocar los maderos para cerrar el claustro.
El porche está formado por arcos de medio punto que apoyan en columnas sobre un podio continuo; en los ángulos hay pilares rectangulares. El claustro está formado por cuatro galerías cerradas por arcos de medio punto sobre capiteles tallados y columnas con sus basas molduradas. Las galerías están techadas en vertiente sobre entramado de madera.
En estas galerías encontramos las antiguas dependencias, como la enfermería, el refectorio, la Sala capitular, el dormitorio y la capilla de San Agustín (con pinturas del siglo XII). En la fotografía, el ángulo suroeste del claustro.
Capitel situado en el ángulo suroeste del porche del claustro.
Alrededor de la pare superior de las galerías corre un friso de ajedrezado jaqués que separa el muro de la techumbre.
Ángulo noroccidental del claustro.
Detalle del capitel de una columna de la esquina suroccidental del claustro.
Ángulo noreste. En el lado norte del claustro se sitúa el antiguo refectorio, de planta rectangular. Posteriormente fue utilizado como biblioteca y pequeño museo donde se mostraban bellas piezas de arte que fueron robadas en 1979 por Erick "El Belga", en parte recuperadas años más tarde.
En el muro este del antiguo comedor se conservan pinturas murales del XIII.
Galería septentrional, en donde encontramos el refectorio, hoy restaurante del claustro. Vemos la techumbre de madera con los canecillos que la sostienen, a la derecha; y a la izquierda el ajedrezado jaqués sobre la arquería. En este muro se abren tres puertas al refectorio.
Detalle de un canecillo, representando un rostro.
Puerta de entrada al refectorio, de estilo clásico; y canecillos que sustentan la techumbre de madera.
Otra puerta situada en el muro del refectorio. Esta portada, de gran sencillez decorativa, está formada por un arco de medio punto con dos arquivoltas. El tímpano es totalmente liso apoyado en pilastras.
Ángulo sureste del claustro.
Galería meridional del claustro, al fondo la sala capitular.
En la galería oriental del claustro, la parte más antigua, encontramos la bella sala capitular. En la parte superior, de la galería de este lado, vemos la techumbre de madera sustentada con ménsulas de madera también talladas con decoración geométrica, cabezas de dragón y figuras esquemáticas. Están muy restauradas.
La sala capitular se abre al claustro por medio de cinco magníficas arquerías de medio punto, pudiendo entrar a su interior por el centro de las mismas. A través de la sala se accede a la capilla de San Agustín, con pinturas del siglo XII.
En los intradoses y ábacos de esta arquería encontramos las laudas más valiosas de todo el claustro. En algunas aún se puede distinguir la policromía.
Detalle de una de las laudas de la arquería exterior de la sala capitular.
Los capiteles son muy sencillos, decorados con motivos vegetales y báculos.
Detalle de la policromía original de una de las laudas más llamativas del conjunto. Decorada con palmetas y motivos geométricos.
Otro de los intradoses de la galería exterior de la sala capitular, con capiteles muy sencillos.
Detalle de una de las laudas funerarias de la arqiería exterior de la sala capitular, datada en el siglo XIV. En cuyo capitel vemos representado un báculo, motivo muy utilizado en la decoración de este claustro.
Detalle de los escudos y el torreón que encontramos en la parte inferior de la lauda funeraria, mientras en la parte superior vemos el año MCCCXXII (1322).
Una curiosa decoración en el intradós del arco de la sala capitular. En el lado izquierdo, al lado de la roseta pone claramente LV/CI/FER, (indicado con la flecha roja); y a la derecha, entre roseta y roseta ESPERVS. Según Antonio García Omedes no hace relación al diablo (Lucifer), sino a Lucifer como “el que transporta la luz”; y "Esperus" se refiere a la estrella Vespertina o Venus. Es decir se refiere a la misma estrella Venus, en su renacer y en su ocaso, relacionado con la vida y con la muerte (si entráis en la página que os pongo en el enlace, es muy interesante esta teoría).
Interior de la nueva sala capitular con la sillería realizada por el escultor Zabala (siglo XVII).
Interior del claustro donde se ubica el aljibe. Al fondo la galería sur del claustro; adosada a ella la nave lateral izquierda de la iglesia; y más al fondo la torre de San Vicente.
Jardín en el claustro. Al fondo la crujía norte donde se ubica el refectorio.
Interior del claustro, en cuyo centro se sitúa el aljibe. Al fondo la crujía oriental.
En el centro del jardín del claustro se ubica el único aljibe que existía en la villa. En el brocal podemos ver la fecha de 1608.
Detalle de la entrada desde el exterior, en el extremo noreste. En los ángulos de cada tramo de la galería un gran arco diafragmático angulado recibe el empuje de la techumbre y refuerza los arcos de las galerías. En la fotografía vemos el arranque de uno de ellos.
Detalle de otro de los arcos diafragmáticos angulados que reciben el peso de la techumbre de madera. También podemos ver el friso que recorre todas las galerías con ajedrezado jaqués.
Al final de la crujía oriental hay otra puerta que da al exterior, a una plaza en la cual encontramos la casa prioral y el antiguo molino de aceite.
Hasta aquí nuestro recorrido por este precioso claustro románico de San Vicente de Roda de Isábena, un verdadero tesoro del arte románico europeo. Restaurado, gracias a los Hados, en el año 2009 por el Gobierno de Aragón.
Antes de terminar dar las gracias a José Antonio Almería por su ayuda y sus consejos, y muchas veces por su paciencia.
BIBLIOGRAFÍA:
-ANTONIO GARCÍA OMEDES:
http://www.romanicoaragones.com/2-Ribagorza/990361-RodaIsabena06.htm;
http://www.aragonmudejar.com/ribagorza/roda/roda4.html
-IGLESIAS COSTA, M. Roda de Isábena, Historia y arte, DDPCB, Huesca, 1989.
-PALLÁS, RELOJES S. L. Catedral de Roda de Isábena, Huesca, 2004.
- Voz Roda de Isábena en la Enciclopedia Aragonesa.
EL ROMÁNICO EN HUESCA
No hay comentarios:
Publicar un comentario