Amados hijos:
Tu gran obra es la arquitectura de tu existencia cimentada con máximo relieve humano. Esto ocurre cuando te desarrollas con pasos de guerrero y corazón de místico redoblando las campanas de tus sentimientos de energía, valor, coraje, bondad y ternura que templarán tu espíritu y le darán virtuosas cualidades. Así lograrás posesionarte de lo más fantástico de tu ideación para convertir tu vida en la más honda función humana.
Anmoreca
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JAM MONTOYA
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