miércoles, 22 de julio de 2020

LA NUEVA NORMALIDAD LA GRAN MENTIRA


Primera parte



Y AHORA QUÉ…

Escrito el 06/06/2020

Es muy español responder y ahora na

Por Pedro Taracena Gil

Estoy de acuerdo en que la principal industria nacional es el Turismo. Manuel Fraga Iribarne, ministro franquista de INFORMACIÓN Y TURISMO, fue su principal valedor. Pues estoy en condiciones de contar la historia del turismo español en primera persona desde los años sesenta hasta principios del siglo XXI. Comparando en paralelo la oferta hotelera en los países de nuestro entorno.
Es evidente que el atractivo del turismo en España, no es el arte, no es la cultura, no son las rutas arqueológicas y tampoco la música. Es verdad que hay que considerar otros eventos como, la Ruta Jacobea siempre que el 25 de julio, la fiesta de Santiago Apóstol caiga en domingo. Los Sanfermines de Pamplona, las Fallas de Valencia, la Semana Santa sobre todo en Andalucía. La Feria de Abril en Sevilla, las corridas de toros, de San Isidro en Madrid, y quizás también la Romería del Roció.
El sol parece ser que es el aliciente primordial del turismo de verano, aunque las Islas Canarias tienen la alta temporada en inverno. El sol acompañado de la gastronomía y los precios. Quizás la ruta de los paradores de turismo marcó una pauta para cierto turismo de nivel más alto, con mayor movilidad por toda la península. La estructura hotelera fue y sigue siendo la mejor de Europa. La Escuela de Hostelería garantizaba tener buenos profesionales del ramo. He sido usuario de hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas. En España y en Europa. Desde el personal de recepción hasta la asistencia de camareras y camareros de planta, han sido impecables con el servicio. Era una industria de calidad con trabajo estable y de primer nivel internacional.
No obstante, en 2008 comenzó la degeneración más absoluta. Fue cuando la derecha más derecha de todas las derechas, hicieron recortes al dictado de los mercados, con un resultado que el Partido Popular valora como, la etapa en la cual se crearon más de tres millones de puestos de trabajo. Estos recortes de derechos se hicieron con la aquiescencia, en no pocos momentos del PSOE. Cómplice de la reforma constitucional. Estos recortes causaron: la desigualdad más atroz, desahucios, suicidios, paro, hambruna, hambruna infantil, éxodo de científicos, muerte por escasez de medicamentos, muertes prematuras por falta de atender a la dependencia de personas muy vulnerables y frustración en la juventud. Todos ellos en román paladino, son crímenes. Sí, crímenes legales, pero muertes que se podían haber evitado dando prioridad al ser humano. Que en la actualidad un miembro del PP mantenga en público que la reforma laboral trajo más de tres millones de puesto de trabajo, y los presentes periodistas u oyentes se callen, estamos en un país enfermo, moral y éticamente.
Volviendo al turismo, es el segmento donde sus empleadas y empleados son manifiestamente una rehabilitación del estado de la esclavitud. En España tiene con el turismo una mina de diamantes, pero sus empleados son esclavas y esclavos. Pero las miserias del turismo español no terminan ahí. Tenemos un turismo de borrachera, botellón, balconyng, chiringuito, temporero y masificado. Vuelos chárteres donde impera la cantidad y en absoluto la calidad. Pero es verdad que hay muchos Benidorm, pero la Costa Brava (Gerona) siempre ha sido un ejemplo de turismo de calidad sostenido y nada masificado. También lo conozco en primera persona durante muchos veranos. Como conozco los veranos de Mallorca, donde se celebraban barbacoas pútridas y nauseabundas, rociadas de sangría mortal. En playas auténticos guetos.
Con el Coronavirus la industria de turismo se tambalea y el Estado se ha convertido en el salvador de: las terrazas espacio sagrado del español cervecero, las playas donde los chiringuitos se ven amenazados con la temporada fallida. La reconstrucción del tejido turístico después de la pandemia, necesita borrón y cuenta nueva. No volveremos al verano de 2019. Por muchas razones. Los turistas si eligen a España por su Sanidad y por el precio, hemos hecho hostias como panes. Porque las medidas de seguridad se relajarán, pero el riesgo de contagio subirá. Revertir la tendencia de que nos elijan por el arte y la cultura, tenemos un gran competidor que es Italia, con una red hotelera que, con el perdón de los italianos, ha sido y es una mierda… Es cómico observar cómo trocean la superficie de una cafetería creando auténticos confesonarios de metacrilato, para evitar el contagio. Más cómico todavía, es cómo pretenden poner compuertas en el campo y en la playa. El virus se irá, pero la psicosis permanecerá. En la nueva normalidad que tanto habla Pedro Sánchez, no tiene lugar el turismo que ya está defenestrado. No es pesimismo es realidad práctica.
Entonces el Sol no da para más… Pero si desde hace 20 años nos hubiéramos puesta las pilas para trabajar en la Energía Solar, ahora tendríamos una industria basada en energías limpias y por contagio ya tendríamos España plagada de coches eléctricos.
Es verdad que los franquistas, conservadores, liberales y el oligopolio energético, dirán que verdes las han segado… Pero el Coronavirus es el que manda y lleva cinco meses mandando en España:

1.      Hay que potencial el teletrabajo, renunciando a la vigilancia del capataz de forma presencial.
2.     Ni uno solo de los alumnos sin un ordenador personal conectado a La Red con todas las aplicaciones didácticas y pedagógicas.
3.     Ni un solo puesto de trabajo sin control de horario para evitar la explotación de la Patronal.
4.     Ni una sola residencia de mayores sin ser auténticos geriátricos. Con personal especializado y bajo la Inspección de la Sanidad Pública.
5.     Todos los empleados de hostelería deberían pasar por la Escuela de Hostelería, para obtener titulación profesional. Y no permitir que se externalice para dar paso a la esclavitud más repugnante.

Es curioso que el desarrollo español se basa en un trasiego de trabajadores de la construcción, después de haber abandonado los estudios, y la crisis les expulsa de la construcción y les acoge como temporeros en la agricultura y en los chiringuitos del verano. Donde son explotados como esclavos, y si son mujeres el colmo…
La imaginación al poder, gritaban por las calles de París en Mayo del 68. Ahora hay que gritar: ¡La imaginación hacia el Sol! No cara al sol. Pilotando la técnica Informática, navegando en Internet a través de la Red.
Aquello de Dios Patria y Rey, se tiene que convertir en: Sol Pueblo e Internet.
El coronavirus se ha llevado la vida de muchas españolas y muchos españoles, sobre todo habitantes de las residencias privatizadas y sin estar medicalizadas. Nadie se atreve a llamar las cosas por su nombre: Son crímenes legales, sin dejar de ser crímenes.
Yo vivo en un lugar privilegiado de Madrid y hemos sido capaces de vivir una novedad consistente en ver todo el horizonte completo de la Sierra Norte de Madrid. Sin demagogia, cero contaminaciones. La Comunidad de Madrid como es habitual siempre ha falsificado los datos de la contaminación. Ahora estamos en una pole position inédita. Las sensibilidades se mueven hacia el coche eléctrico.
¿Por qué no proporcionan datos de la contaminación durante el confinamiento?

Inversiones e investigación atrapando la energía solar

Bravo por la iniciativa para convertir nuestros tejados y azoteas en fuentes de energía.
Es preciso hacer extensible esta iniciativa energética a todos los garajes y aparcamientos privados y públicos, para que los coches eléctricos puedan “repostar”.
La red de estaciones de servicio debe de extender la oferta energética a los nuevos vehículos eléctricos.
Hace unas semanas una ministra del Gobierno se le ocurrió decir que “los Diesel tenían los días contados”.  Se le echaron encima los impostores del periodismo, ignorantes y serviles del Régimen del 78. En estos días los voceros de la Transición y los boceras del Reino estarán sorprendidos de la oferta de vehículos eléctricos en TV. Sin pretender llegar al grado de conocimiento automovilístico de esto secuaces de los medios, mi cultura sobre este tema la avalan 45 años en una multinacional del automóvil. Fábricas europeas y distribución comercial… Nuestro futuro energético está en las energías renovables en España, no en los lejanos emiratos…

Segunda parte


  

¿DÓNDE ESTÁ LA NUEVA NORMALIDAD?

Escrito el 21/07/2020

La nueva normalidad no ha llegado ni se la espera, porque hay que crearla…

Por Pedro Taracena Gil

Es curioso cómo se habla de los Rebrotes de la Pandemia, como si el Coronavirus hubiera madurado cual fruta y se hubiera caído al suelo. Y llegada la primavera hubiera brotado como el resto de la naturaleza. Nos han hecho creer que después del confinamiento y la desescalada, la nueva normalidad estaba llegando. Solamente un pueblo presuntamente engañado puede mantener esta falacia. Václav Havel mantenía en su libro El poder de los sin poder, que los regímenes totalitarios fomentaban que los pueblos vivieran en la mentira. Si ahora en España los Rebrotes del Coronavirus se consideran un fenómeno previsible y que es una evolución natural de la pandemia, entonces, el pueblo español está doblemente enfermo, porque se tranquiliza viviendo en su propia mentira. El propio Estado ha jugado a dos bandas, salvar a los habitantes, es decir, priorizar la salud. Y por otro lado en la nueva normalidad no se ha priorizado el dotar a la Sanidad Pública rápidamente salvando el déficit que existe desde hace más de diez años atrás. Tampoco se han intervenido todas las residencias privadas subvencionadas y por supuesto públicas, medicalizándolas y poniéndolas bajo el control del Estado.
Sin embargo, han priorizado los derechos de los españoles para ir de botellón, de borrachera, de picnic familiar, de celebraciones de triunfos deportivos, de terrazas, chiringuitos y playas.  Y con toda normalidad se habla de Rebrotes. No, es sencillamente mentira. Es preciso desenmascarar a la clase política cobarde que juegan al pimpón entre el Estado y las CCAA, y a la prensa embustera. Al servicio de la patronal, los bancos y los hoteleros. Los culpables de los Rebrotes son las autoridades políticas no las sanitarias. Evidentemente los ciudadanos que ahora está provocando los contagios son unos ciudadanos que rayan en lo criminal. Los casi 30000 muertos y los miles de profesionales de la Sanidad no se merecen la conducta de estos indeseables. Sean grandes o menores.
¿Esta es la nueva Normalidad?
¿Este es el nuevo Turismo?
¿Este es el nuevo Orden Económico?
¿Esta es la nueva Asistencia a la Dependencia?
¿Esta es la nueva forma de Comunicación?
¿Este es el nuevo Benidorm y la nueva Gandía?
No seamos hipócritas, nada será igual, pero aún hay que inventarlo. Con la basura, las alcantarillas, los escombros, los vertederos, la contaminación atmosférica, las cloacas vertidas al mar del maltrecho Estado del Bienestar de antes del Coronavirus, poco se puede aprovechar. Y sobre todo las conductas demasiado frecuentes de ciudadanos sin atisbo de ética y moral.
El enemigo de la Humanidad no es el Coronavirus.
En el caso de España los políticos no han apostado por priorizar la salud de los seres humanos, sin embargo, han buscado argucias para defender al poder financiero, al comercio y al turismo de forma muy sutil.
Si Europa termina poniéndose las pilas con una política contraria a la crisis del 2008, y el Gobierno español cumple con las políticas que está hilvanado, el pueblo entenderá que el Turismo interno y externo tiene que cambiar de parámetros. No puede seguir siendo una industria anacrónica y sin valor añadido. Ningún país de Europa tiene el turismo como su principal producto interior bruto. La Europa de los Ciudadanos tiene que imponerse a la Europa de los Mercaderes.
Pero la Nueva Normalidad no será posible si el comportamiento de parte de los ciudadanos sigue siendo el mismo: incívico, insolidario, egoísta, inculto, racista, machista y xenófobo. Sin olvidar que los Medios de Comunicación, tanto privados como los de titularidad pública, no están al servicio del artículo 20 de la Constitución.
Repito hasta la saciedad que los rebrotes del Coronavirus no corresponden a un ciclo natural de la pandemia, No, de ninguna manera, por el contrario, son producto de la irresponsabilidad individual y colectiva. La República Popular China es muy criticada por los países “democráticos” occidentales por su totalitarismo comunista, pero saben más de disciplina y de erradicar la pandemia.
Es una oda al cinismo y la hipocresía pensar que con estas políticas vamos a salvar lo insalvable, que vayamos a vencer al enemigo.
Repito, los rebrotes no son inevitables y tampoco corresponden estacionalmente a un ciclo natural. Los contagios no se producen en cualquier sitio, se contraen en las desviaciones de la conducta establecida para evitarlos.
Los encuentros familiares de diferentes rebaños, los botellones que siempre se mantuvieron clandestinos, con las administraciones locales mirado hacia otro lado, los locales de ocio invadiendo calles, barrios y viviendas, ante la tolerancia de quienes debían evitarlos. No olvidamos el turismo de borrachera mantenido y tolerado, para mantener el “empleo basura”.
No hace falta ser profeta en lo religioso y vidente en lo profano, para saber que la pandemia alcanzará niveles superiores a las plagas bíblicas. Estamos ante un momento histórico de enmienda a la totalidad de este sistema basado en la explotación de hombre por el hombre. Donde se pretende confundir lo legítimo, lo legal y lo justo. Pero la víctima sigue siendo el ser humano.    


El gran embustero



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