LUIS MIRANDA REPORTERO GRÁFICO



BLOG DE LUIS MIRANDA



“En realidad estoy aprendiendo, tengo muchos defectos técnicos por no haber estudiado este tema académicamente”. Así se expresaba Luis Miranda cuando descubrí tu arsenal fotográfico en su perfil de Facebook. No importa, le contesté, has sido capaz de captar con mucha fuerza la expresión y la sensualidad de tus modelos. Es impresionante:
“Empecé a hacer fotos de muy joven como una manera de retener mis momentos de felicidad y de las imágenes que me hacían feliz. De niño quise ser pintor, pero mi familia desalentaba esa posibilidad porque la veía poco rentable. Pero nunca dejó de celebrar mi habilidad con el arte. Finalmente estudié periodismo. Publiqué un libro con mis mejores crónicas hace 4 años. Desde hace 13 años trabajo en la televisión como reportero. Y desde hace casi 3 años hago fotografías con una cámara semiprofesional, la Nikon D90”.
En breves palabras Miranda ha sido capaz de explicar de qué forma ha encauzando su vocación a través de las diferentes etapas de su vida. Si bien en principio Perú ha perdido un pintor, sí es verdad que se ha dotado de un excelente periodista gráfico, poniendo toda su pasión en el retrato, la parte más humanista del universo fotográfico.
Debo de confesar que contemplando la obra de este artista desde Madrid (España), se recibe una lección magistral de alto nivel antropológico. Sin embargo sus retratos son un alarde de sencillez y naturalidad.
“Tomé la fotografía con mucha seriedad desde que el pueblo de Mórrope me confió la elaboración de un libro sobre su cultura viva. Las fotos nos remiten al pasado y a la vez al orgullo de la raza. Son fotos sobre los descendientes de la cultura mochica, del norte peruano. Imágenes en una salina o mina de sal donde ellos trabajan. Son la gente lo más humilde posible, trabajan en el desierto más seco, y el agua que se ve allí es una filtración marina”.
Cuando yo le respondía: ¡Qué suerte que tuviste de hacerles estos reportajes! Él me contestaba que si yo sabía algo de los mochicas. Mi respuesta era un no basado en mi ignorancia crasa sobre estos ancestros del Nuevo Mundo.
“Mi primera idea fue desnudar la raza mochica, que permanece pura o casi pura en ese pueblo en medio del desierto. Es gente muy tímida, y fue difícil, pero en el trayecto fui aprendiendo más de ellos. El Perú es un país de 6000 años de civilización, con templos que datan de los albores de la civilización mundial, con la misma fecha de Mesopotamia, o quizá antes y esa memoria está en ese pueblo. Los mochicas eran un pueblo muy escultórico, sus vasijas son impresionantes, con la misma sencillez pudieron retratar una sonrisa que un acto sexual explícito”.
Es una idea muy bella y poética... le respondí. Luis tiene una sensibilidad que me seduce a través de sus fotos... Es sensacional que me haya traído hasta Europa a esos hombres tan vivos y tan de carne y hueso que han hecho vibrar en mí las vivencias de aquella cultura... Me he quedo impresionado porque trataban el sexo como algo natural, positivo y bueno.
“Bueno, ahora la fotografía es una obsesión, me permite relacionarme de una manera muy positiva con la gente. La imagen es como un hijo que producen el fotógrafo y el personaje fotografiado”

Pedro Taracena Gil
Fotógrafo y periodista



ACCESO A LA OBRA DE LUIS MIRANDA

Este trabajo pretende seducir a todo aquel que las nuevas tecnologías, han puesto en sus manos un dispositivo electrónico capaz de hacer fotografías. Fuera complejos y prejuicios. Toda persona que hace fotos es un fotógrafo. No es una aficionado, este término hay que desecharlo por peyorativo, es un amateur, es decir un amante de la fotografía. Un fotógrafo profesional es aquella persona que hace fotos y le pagan por ello, pero esta transacción comercial no garantiza la calidad de las imágenes. Ni tampoco el equipo utilizado. Sobre todo los móviles o los celulares, según hablemos a un lado o al otro del Atlántico, se han convertido en el vehículo idóneo para recorrer el camino psicológicamente apasionante, del retrato al autorretrato.
Después de conocer la obra de Luis Miranda, sobre todo como retratista, he acogido con mucho agrado su magnífica colección, para apoyar la literatura de mi BREVE ENSAYO SOBRE EL RETRATO. Los magníficos retratos de este reportero gráfico han superado con creces mi modesto texto. 


ENTREVISTA A LUIS MIRANDA



  La República.pe

De tú a tú

Luis Miranda: “Con la fotografía tengo a los demonios de mi parte”

Sabado, 28 de febrero de 2015




(Foto: Luis Centurión) Luis Miranda. Escritor, reportero de Tv y fotógrafo. Autor del libro 'Murrup, último pueblo Mochica'.

Algo de sangre moche tienes…

Por supuesto. Mi mamá es de Chepén. Sus padres son de Cajamarca, pero toda esa zona fue Mochica. Lo digo en el libro: yo tengo también sangre moche.

¿A partir de qué te fascinó retratar a los morropanos, los moches actuales?

Yo pasaba mis vacaciones de niño en la hacienda que administraba mi abuelo en el valle del Jequetepeque y paraba fascinado con las huacas que había detrás de mi casa. Pasaba horas entre las huacas, imaginando cosas.

¿Cómo qué?

Imaginaba que las piedras guardaban alguna clave, algún secreto, algún tesoro. Pero luego te das cuenta de que el verdadero tesoro está en las costumbres que quedan, en la herencia cultural. Eso es lo que encontré en Mórrope.

Lo moche ha sido como un recurrente en tu trabajo, ¿no?

En Cuarto Poder he hecho reportajes con recreaciones de Chan Chan, en la Huaca de la Luna, la Dama de Cao. Por su gran riqueza, por el saqueo inmisericorde que ha sufrido y toda su complejidad y abundancia, muy distinta a la cultura inca, que era más bien militar, de zonas duras, de estoicismo. Esas no: eran zonas de oasis, que eran los valles.

De gente hedonista también, ¿no?

Sí, de gente hedonista que bebía, tenía buena cocina, hacía buena chicha.

Y buen sexo…

Sí. Y eso se manifiesta en los huacos eróticos. Entonces, cuando me llama la gente de Mórrope, me dice: Queremos que nos ayudes, porque se ha diseñado la ruta moche y a nosotros nos han ignorado y somos los herederos. Carlos Elera tiene un estudio de ADN que dice que la gente de Mórrope es descendiente de la gente que creó Túcume y las pirámides de Poma, donde se hizo el Tumi.

En algunas fotos de tu libro, tus modelos son idénticos a los huacos retratos.

En el sentido más hermoso del término. La primera esposa de Walter Alva escogió gente de Mórrope para crear la Casa Real de las Tumbas Reales. Miras a cualquiera de ellos y pareciera que estás viendo una película de los mochicas.

Tu libro tiene fotos espectaculares, pero está ausente la sexualidad que caracterizó a los moches. ¿Por qué?


No quiero pelearme con nadie, pero había una personalidad en Mórrope que es evangélico, y cuando empecé a hacer fotos de desnudos, al toque dijo: ¿Qué? ¡Quieren promover la prostitución en Mórrope! Y yo dije: Bueno, Mórrope no está preparado. Entonces, no puedo hacer eso.

¿Pero anular algo tan característico?

Yo quería hacer eso. Hasta tuvimos una pequeña discusión. Le dije: Pero, fíjate, entonces los mochicas eran pornógrafos. ¿Por qué tienen los huacos eróticos? Pero igual lo pensé bien y dije: No, si queremos hacer conocido Mórrope, que sea primero por una cuestión no tan controversial.

¿Entonces es un pendiente?

Lo tengo pensado. Tengo muchas fotos que he hecho así y que podría editar más adelante. A la gente le gusta. Una de las cosas que me conmovieron fue el racismo contra los morropanos. La idea de hacer el libro llamado La piel de Mórrope era mostrar la belleza de ellos. Que digan: Ve, soy bonito, tengo la mirada así, achinada, los labios gruesos, el mentón pronunciado.

Se siente la ausencia de un texto tuyo en tu libro, pero este, además, es tu debut como fotógrafo…

Sí. Lo cual me llena de orgullo. Este libro es como haberme parido a mí mismo. Mi primer impulso en la vida fue el arte: quería ser pintor. Luego, cuando empecé a leer cosas, quise ser escritor y escribí algo. Se lo mostré a mis amigos y me dijeron: Está interesante, pero mal escrito. Y como soy obsesivo con todo, me puse a leer todo Borges, todo Vargas Llosa. ¡Quería ser un maestro! (Risas).

¿Y de dónde vino la fotografía?

Vino de esas ganas de tocar el arte en su sentido más puro. En una época que trabajé con fotógrafos brillantes en el suplemento de Umberto Jara y me fascinaban sus trabajos. Ya me jalaba y me compré una cámara Zenith, que era la profesional más barata en Polvos, y empecé a hacer fotos.

¿Así eres con tus reportajes?

(Risas) Cuando me llaman para la tele, jamás me había planteado entrar, era una puerta cerrada. Había trabajado con Cecilia Valenzuela, en un portal de noticias, pero sacó a un montón de gente. Y me llaman de la tele en un momento que me agarraba hasta la depre. Es una gratitud que tengo para con la televisión…

Volviendo al libro, ¿qué has aprendido de ti mismo haciéndolo?

Muchísimas cosas. Creo que todas esas pulsiones que uno tiene, que a veces se transforman en obsesiones negativas o en, no sé, ¿frustración?, con la fotografía fluyen de una manera maravillosa.

¿La fotografía controla a los demonios?

Creo que sí ¿ah? El texto me hacía bailar con los demonios; la fotografía es como que tengo los demonios de mi parte, como consejeros (risas). Cuando yo publiqué mi primer libro, el de Crónicas, hice un trabajo de corrección de un año así, obsesivo, y tuve una crisis de depresión. Me llevaron a emergencia pensando que tenía infarto. Fui así como siete veces a emergencias.
Pero en esencia eres un escritor.

Tengo tres esencias. ¡Como un lapicero de tres colores! (Risas)



COLECCIÓN EN GAMA DE GRISES


























































COLECCIÓN VIRADO A SEPIA









COLECCIÓN RETRATOS






































































































SENSUALIDAD Y DOCUMENTALISMO














































DOCUMENTALISMO EN GAMA DE GRISES












RETRATOS

Blanco y negro
















Color



















PAISAJES 






















RETRATOS




EXPRESIÓN DE HUMANISMO

Gentes en gama de grises






























Gentes en color





















Tatuajes










































Gama de grises y virado a sepia













Color
































Gama de grises y virado a sepia



















































Color






























CULTURA ANCESTRAL PERUANA

En la cultura precolombina, los ancestros peruanos, mostraban la realización sexual con total naturalidad. Reflejaban en las piezas de cerámica reproducciones de las prácticas sexuales en su expresión más explícita.








































































































































































































































































































































































































 


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