CIENCIAS SOCIALES CAMBIO SOCIAL



Asignatura: HISTORIA DE LAS IDEAS MORALES Y POLÍTICAS

Profesor: Alejandro Diz
Alumno: Pedro Taracena
Tema: Voltaire “Tratado sobre la tolerancia” 1763

 LA TOLERANCIA

Desde la conversión del emperador Constantino y durante toda la Edad Media hasta el siglo XVII, ha venido imperando la intolerancia en los temas relacionados con la religión, la moral y la sexualidad. La idea absoluta de que Dios había creado el mundo de la nada y que se había hecho hombre para salvar a la humanidad, era doctrina revelada que contenía la verdad absoluta y cualquier desviación era reprimida. La fidelidad al dogma había que protegerle como un valor absoluto e indiscutible. Se había implantado el imperio de la fides no el del logos. Es decir la fidelidad teológica, ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones, imperaba sobre cualquier otro valor. Aunque más tarde la teodicea fundamentaría  este conocimiento de Dios en principios de la razón.
Como consecuencia lejos de respetar las ideas, creencias o prácticas de los ciudadanos, cuando eran diferentes o contraías a las del Estado, eran severamente reprimidas. No había ningún reconocimiento y mucho menos inmunidad política para quienes profesaban religiones distintas de la admitida oficialmente. Tampoco existía derecho alguno reconocido por la ley, para celebrar privadamente actos de culto que no amparara la religión del Estado, el Imperio o el Papado. Todos los estudios incipientemente científicos, eran pasados por el crisol de la teología. No pocos sabios fueron perseguidos y masacrados por defender verdades evidentes pero contraías a la verdad considerada como inmutable y fuente de toda perfección. La tolerancia se consideraba un defecto, no se valoraba. No se podía tolerar la falta de verdad. Las guerras religiosas, la caza de brujas y la Inquisición dan prueba de esta intolerancia absoluta contra la doctrina oficial. El dogma era la verdad y de este binomio se inspiraba la inflexibilidad ante la tolerancia. No tolerar la herejía. En términos del siglo XXI, tolerancia cero contra toda desviación dogmática. Sin alejarse hasta el siglo XVII y recordando el nacionalcatolicismo de la dictadura franquista, un religioso argumentaba el castigo impuesto a un alumno por no cumplir el precepto dominical de oír misa todos lo domingos y fiestas de guardar, con este argumento: Hay que hacer todo lo posible para evitar que se cometa un pecado mortal. Y en este principio se basaba toda represión para evitar la ocasión próxima de pecar, sobre todo contra el sexto y nono mandamiento. Es decir la tolerancia cero contra la libertad sexual y el amor libre.
Desde que en el siglo XVII aparecen los primeros signos de tolerancia, hubo de pasar mucho tiempo hasta que se considerara como un valor interiorizado por la historia. Abordando el texto que ahora nos ocupa de Voltaire, aún recuerdo  con sobrados detalles, la clase de Literatura Española que un religioso impartía en mis años adolescentes. Eran años cincuenta cumbre del nacionalcatolicismo. Para este servidor de la intolerancia, Voltaire, era un enciclopedista en su sentido más peyorativo. Nos hacía creer que a la hora de su agonía, imploraba los Santos Óleos que sus colaboradores inmediatos le negaron porque pensaban que debía de morir como vivió. No obstante, para aquel vigilante de la ortodoxia, el autor del “Tratado sobre la tolerancia”, debía de renegar a sus convicciones racionalistas. Este religioso hacía un paralelismo entre Voltaire y la muerte de Ortega y Gaset, cuya  asistencia sacramental se disputó entre otros el padre Félix García de la Orden de San Agustín. Porque había que recuperar las ovejas que descarriadas de la fe, estaban pastando en el aprisco de la razón.
Para poder comprender el fragmento sobre el cual había que escribir el breve ensayo, ha sido necesario conocer el contexto de la obra, su motivación y su estilo. Algunos datos de su biografía permiten trabajar con más seguridad:
“Temeroso de aburrir al público, aburriéndose de paso él mismo, Voltaire no escribe sesudos tratados como Kant, porque sabe muy bien que un epigrama, esto es, un pensamiento expre­sado con suma brevedad y agudeza, puede calar mucho más hondo y resultar bastante más eficaz que libros enteros carentes de amenidad. Un decidido partidario del aforismo, como lo era él, había de recurrir, por consiguiente, a las narraciones cortas, como es el caso de su delicioso Cándido, un cuento destinado a socavar de un plumazo los cimientos del majestuoso edificio metafísico erigido pacientemente por Leibniz, al demostrar con grandes dosis de causticidad que la tesis leibniziana del opti­mismo era una vana quimera. Una de las princi­pales virtudes del Tratado sobre la tolerancia estriba en combinar diversos géneros literarios que nuestro polifacético Voltaire conocía perfectamente. Y es que todas las armas eran pocas para llevar a cabo esta denuncia, cuya finalidad era forzar la revisión de un dictamen judicial tan estrepitosamente injusto, como fue la precipitada resolución del «caso Calas»; una sen­tencia que había sido inducida por un clima de crispación social, al darse por supuesto que cualquier protestante debía preferir asesinar a su hijo, antes que permitirle convertirse al catolicismo. Bajo muy otras manifestaciones, este fenómeno aún perdura, pues el verdugo siempre suele proyectar en la víc­tima las fantasías de su propio envilecimiento, buscando justi­ficarse ante sí mismo”.
Abundando en el disparate, recuerdo que en mi época pía cuando casi levitaba, escuché una predicación que mantenía que la muerte de Cristo era teológicamente inevitable. Sin su inmolación no podía haber redención. Y este predicador mantenía la idea de que si en el Gólgota, no hubiera muerto Jesús de Nazaret, María su propia madre le habría tenido que matar… La polémica sobre las raíces de la intolerancia está servida.

Comentario de texto

La primera percepción que se obtiene con la lectura de este fragmento es una bocanada de oxígeno donde predomina la razón sobre el fanatismo. Voltaire utiliza un estilo sencillo, breve y pedagógico. Crea algunas alegorías que logran una abstracción sobre el tema que le interesa que la humanidad interiorice. “…es una súplica con toda humildad…”.  Utiliza la naturaleza para reclamar a los hombres que a través del sentido común deben de aceptarse con sus virtudes y defectos, y lo más importante, la tolerancia, aunque omitiendo el vocablo, debe ser recíproca. La naturaleza se comporta como la gran oportunidad de conciliación entre los hombres a pesar de las guerras, “… teatro eterno de las equivocaciones…”
Es la misma Naturaleza la que se yergue en afable denunciante de las divisiones entre los nobles y los jueces, el clero, los burgueses y los agricultores. Y aquí evoca su “voz que habla en su corazón”. Sentido común y la voz de su conciencia. La propia naturaleza se erige como la garante de la equidad de los tribunales: “Sólo yo puedo inspirar la justicia, cuando las leyes no inspiran más que los pleitos”.
Cada frase tiene un gran contenido didáctico y están escritas de manera sencilla, guardando una ironía aparentemente inocente y a veces poética. “El que escucha siempre juzga bien”. Dicho de otro modo no se estanca en el prejuicio y razona después del conocimiento. Sin embargo: “…el que solo busca conciliar opiniones que se contradicen es el que se extravía”.  Más aún, se aleja de la verdad y la razón. El pensamiento único impuesto es la mayor ausencia de tolerancia; arrogándose la verdad, la equidad y reprimiendo cualquier resquicio de crítica razonable. El tono del  texto contrasta con alguna observación que han dejado escrita sus exégetas: “Además de la misión más específica del intelectual, Voltai­re acuñó también algo tan moderno como es un eslogan. Su pluma hizo célebre una divisa que recorrió toda Europa: «¡No dejes de pisotear al 'Infame'!»(«Écrasez l'Infame!»); o sea, no tole­res jamás la intolerancia”.
El texto analizado comprende una metáfora, donde la naturaleza habla en primera persona, que ha creado las bases para que todos vivamos conforme a sus leyes. El edificio construido, “…era sólido y sencillo”, todos los hombres se podían sentirse seguros en él. La naturaleza recrimina a los habitantes de este gran pabellón; prostituyendo los materiales y pervirtiendo los usos de su hábitat. Se lapidan los unos a los otros con las ruinas del  paraíso original. La frase final es una sentencia: ¡Volved a vivir conforme a naturaleza con las herramientas que proporciona la razón! Allí en la tolerancia me hallaréis a mí, la naturaleza.


TEOLOGÍA Y FILOSOFÍA


El Ángel Caído. PTG

 Pedro Taracena

Creer en la doctrina revelada por un Dios, es lo que venimos llamando religión. Y a esta creencia se le denomina fe.  La fe proporciona al ser humano tres  cualidades básicas: Confianza a ciegas en una deidad. Esperanza en el premio del más allá y el convencimiento de que su fe contiene la verdad absoluta. La religión entiende de pecados, no de delitos. Impone mandamientos, no reconoce derechos.  La felicidad que se promete tiene sabor a eternidad. Hay países que se organizan en teocracia, es decir, según criterios impuestos por Dios y la clase sacerdotal, de forma infalible. Dos ejemplos de estos sistemas son: El Vaticano y la República Islámica de Irán. En otros países, sin embargo, es la política la encargada de organizar socialmente la convivencia, la solidaridad, la libertad y la justicia de forma laica. La experiencia vivida en España durante el nacionalcatolicismo impuesto durante cuarenta años, es un buen laboratorio para analizar la influencia de la religión sobre la sociedad. 
Otra disciplina, ésta de origen humano es la filosofía, que pretende que el hombre utilice la razón en libertad, sin prejuicios. Esto supone razonar, comprender, dialogar, convencer, discrepar, opinar, aceptar o rechazar. Sólo en base a los planteamientos que comienzan y terminan en el campo de la razón; considerando al hombre como el centro del universo. Ante este dilema humano entre creer o razonar, el ciudadano tiene ante sí, el campo de la Teología y el de la Filosofía. No sólo como materias de estudios facultativos, sino como opciones en la vida. Los planteamientos son más complejos cuando se presenta la aparente contradicción de: “Principios filosóficamente verdaderos y teológicamente falsos y viceversa”. Es decir, aspectos que conforme a la razón, no soportan el dogma infalible impuesto por Dios y los administradores de la verdad revelada. Si analizamos la evolución de estos dos conceptos, fe y razón, a través de los dos últimos milenios, no ha sido una lucha banal; dejando a su paso  muchos  verdugos y víctimas  por defender y padecer ambas opciones.
 Mis circunstancias intelectuales personales y el haber sido discípulo de ambas disciplinas, me llevan a considerar que es más sencillo ser teólogo que filósofo. Al teólogo la doctrina le viene definida por Dios y sus mediadores le conceden la garantía de vivir en la verdad. Quien obedece sus predicados nunca se equivocará. En Teología hay que aprender más que comprender. Teos viene de Dios y logos significa tratado. Para asumir el tratado de Dios, no es preciso razonar, el libre pensamiento puede extraviar del camino de la verdad. La deidad correspondiente lo presenta todo pensado, sólo hay que aceptar, acatar y asumir. Creer en una palabra. Cuanto más ciega y ortodoxa sea tu fe, más fiel serás a la doctrina y más te acercarás a la verdad absoluta. Sin embargo, la aptitud filosófica es pensar, mantener tesis e hipótesis, razonar axiomas y trabajar con silogismos. Utilizar la Lógica como herramienta de la búsqueda contrastada de la verdad. Aceptar la duda, trabajar con ella. Cometer errores, aprender de ellos. Considerar las verdades de los otros. Aceptar, rechazar o compartir, renunciando a la posesión de la verdad como patrimonio propio y absoluto. Aportar al conocimiento de la humanidad tu granito de arena. Sin la aportación de todos, permanecería incompleta la historia del pensamiento. Y la libertad de pensar nos invita a renunciar a una única verdad, porque racionalmente es difícil de sostener. La filosofía no es ciencia exacta, pero se trabaja como si de un hecho científico se tratara. Tiene un objeto y un método de trabajo. La historia de la Teología es inmutable, indivisible, siempre fiel a sus verdades absolutas, mejor dicho, su verdad absoluta de la cual es ella única propietaria. Sin embargo, la Filosofía a través de su historia, muestra la evolución del pensamiento del género humano. La Teología está al servicio divino, y nos descubre quién es Dios, según nos ha sido revelado. La Filosofía está al servicio del hombre y nos aproxima al interior de su ser.  La Filosofía es del hombre y para el hombre. Estas disciplinas o aptitudes ante la realidad de la vida, nos muestran las  formas de entender la existencia del mundo. Con Dios o a pesar de Dios. “Quien tenga oídos para oír que oiga”. El estudio de estas disciplinas enriquece al ser humano.
La historia de la fe y la razón, a partir de la civilización greco-romana y después con la irrupción del cristianismo, ha sido el resultante de la lucha de los contrarios. La Roma pagana, imperial y republicana, mantiene sus dioses y persigue a los cristianos con una religión monoteísta y contraria en sus valores morales. No obstante, el emperador Constantino, al menos oficialmente, se convierte al cristianismo. Este cambio drástico convierte a los perseguidos en colaboradores del imperio y su religión se convierte en la religión de Roma. Los perseguidos son a partir de entonces perseguidores de quienes ataquen la fe cristiana. Los obispos y demás miembros de la clase sacerdotal, adoptan las formas, pompas, vestimentas y rituales del imperio. Durante toda la Edad Media la religión cristiana, es decir la fe, lo impregnaba todo. El poder venía de Dios y se depositaba en el monarca y durante esta época el concepto del poder temporal y espiritual, gozaban de una misma esencia. Los papas ponían y quitaban reyes y prelados. Entonces, cuando entraban en conflicto la fe y la razón, quien tenía la razón era la fe. Con el Renacimiento algunos teólogos determinaron que había dos caminos para llegar al conocimiento humano: la fe y la razón. En el siglo XVI, el movimiento protestante vino a santificar el progreso y parte de los príncipes europeos cuestionaron la aceptación a ciegas de la única interpretación que de la Biblia imponía la Iglesia. Estas escisiones crearon comunidades que utilizaban la libre interpretación de los textos revelados, según su libre albedrío. La historia del pensamiento seguía avanzado y se pasó a cuestionar las monarquías absolutistas, cuyo poder venía de Dios, y el pueblo sólo obedecía. A partir de entonces, han sido imparables los logros conseguidos por la razón. Los reyes pasaron a reinar, pero no siguieron gobernando. También se consiguió romper las alianzas Iglesia Estado En otras partes de Europa, la revolución del pueblo ejecutó a los monarcas, implantando una república. Muy avanzado el siglo XX aún quedaron reminiscencias del mundo gobernado por la fe. Pero en la actualidad, al menos en lo formal y salvando algunos residuos rituales, todos los países tiene constituciones laicas, donde el rey reina pero no gobierna, son gobernantes por voluntad del pueblo, no por la gracia de dios y gestionan la polis como si Dios no existiera. La razón (Filosofía) gobierna la convivencia y la fe (Teología) las almas de los creyentes. Este ensayo está superado en muchos países hace siglos. Tristemente no podemos decir lo mismo de España.


 La Verdad y la verdad
(Apuntes de religión)

Creer en la doctrina revelada por un Dios, es lo que venimos llamando religión. Y a esta creencia se le denomina fe.  La fe proporciona al ser humano tres  cualidades básicas: Confianza a ciegas en una deidad. Esperanza en el premio del más allá y el convencimiento de que su fe contiene la verdad absoluta. La religión entiende de pecados, no de delitos. Impone mandamientos, no reconoce derechos.  La felicidad que se promete tiene sabor a eternidad. Hay países que se organizan en teocracia, es decir, según criterios impuestos por Dios y la clase sacerdotal, de forma infalible. Dos ejemplos de estos sistemas son, El Vaticano y la República Islámica de Irán. En otros países, sin embargo, es la política la encargada de organizar socialmente la convivencia, la solidaridad, la libertad y la justicia, de forma laica. La experiencia vivida en España durante el nacionalcatolicismo impuesto durante cuarenta años, es un buen laboratorio para analizar la influencia de la religión sobre la sociedad.
Otra disciplina, ésta de origen humano es la filosofía, que pretende que el hombre utilice la razón en libertad, sin prejuicios. Esto supone razonar, comprender, dialogar, convencer, discrepar, opinar, aceptar o rechazar. Sólo en base a los planteamientos que comienzan y terminan en el campo de la razón; considerando al hombre como el centro del universo. Ante este dilema humano entre creer o razonar, el ciudadano tiene ante sí, el campo de la Teología y el de la Filosofía. No sólo como materias de estudios facultativos, sino como opciones en la vida. Los planteamientos son más complejos cuando se presenta la aparente contradicción de: “Principios filosóficamente verdaderos y teológicamente falsos y viceversa”. Es decir, aspectos que conforme a la razón, no soportan el dogma infalible impuesto por Dios y los administradores de la verdad absoluta. Mis circunstancias intelectuales personales y el haber sido discípulo de ambas disciplinas, me llevan a considerar que es más sencillo ser teólogo que filósofo. Al teólogo la doctrina le viene definida por Dios y sus mediadores le conceden la garantía de vivir en la verdad. Quien obedece sus predicados nunca se equivocará. En Teología hay que aprender más que comprender. Teos viene de Dios y logos significa tratado. Para asumir el tratado de Dios, no es preciso razonar, el libre pensamiento te puede desviar de la verdad. La deidad correspondiente te lo presenta todo pensado, sólo hay que aceptar, acatar y asumir. Cuanto más ciega y ortodoxa sea tu fe, más fiel serás a la doctrina y más te acercarás a la verdad absoluta. Sin embargo, la aptitud filosófica es pensar, mantener tesis e hipótesis, razonar axiomas y trabajar con silogismos. Utilizar la Lógica como herramienta de buscar la verdad contrastada. Aceptar la duda, trabajar con ella. Cometer errores, aprender de ellos. Considerar las verdades de los otros. Aceptar, rechazar o compartir, renunciando a la posesión de la verdad como patrimonio propio y absoluto. Aportar al conocimiento de la humanidad tu granito de arena. Sin la aportación de todos, permanecería incompleta la historia del pensamiento. Y la libertad de pensar nos invita a renunciar a la verdad  absoluta, porque racionalmente es difícil de sostener. La filosofía no es ciencia exacta, pero se trabaja como si de un hecho científico se tratara. Tiene un objeto y un método de trabajo. La historia de la Teología es inmutable, indivisible, siempre fiel a sus verdades absolutas, mejor dicho, su verdad absoluta de la cual es ella única propietaria. Sin embargo, la Filosofía a través de su historia, muestra la evolución del pensamiento del género humano. La Teología está al servicio divino, y nos descubre quién es Dios, según nos ha sido revelado. La Filosofía está al servicio del hombre y nos aproxima al interior de su ser.  La Filosofía es del hombre y para el hombre. Estas disciplinas o aptitudes ante la realidad de la vida, nos muestran las  formas de entender la existencia del mundo. Con Dios o a pesar de Dios. “Quien tenga oídos para oír que oiga”. El estudio de estas disciplinas enriquece al ser humano.
  
DIVERSAS FUENTES DE CONSULTA
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

pragmático, ca.
(Del lat. pragmatĭcus, y este del gr. πραγματικός).
1. adj. Perteneciente o relativo al pragmatismo.
2. adj. Perteneciente o relativo a la pragmática (‖ disciplina).
3. f. Disciplina que estudia el lenguaje en su relación con los usuarios y las circunstancias de la comunicación.
4. f. desus. Ley emanada de competente autoridad, que se diferenciaba de los reales decretos y órdenes generales en las fórmulas de su publicación.

Artículo enmendado.
Avance de la vigésima tercera edición

pragmático, ca.
(Del lat. pragmatĭcus, y este del gr. πραγματικός).
1. adj. Perteneciente o relativo al pragmatismo.
2. adj. Perteneciente o relativo a la pragmática (‖ disciplina).


Artículo enmendado.
Avance de la vigésima tercera edición

pragmática.
(De pragmático).
1. f. Disciplina que estudia el lenguaje en su relación con los usuarios y las circunstancias de la comunicación.
2. f. Ley emanada de competente autoridad, que se diferenciaba de los reales decretos y órdenes generales en las fórmulas de su publicación.

pragmatismo.
(Del ingl. pragmatism).
1. m. Actitud predominantemente pragmática.
2. m. Fil. Movimiento filosófico iniciado en los Estados Unidos por C. S. Peirce y W. James a fines del siglo XIX, que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida.
ateo, a.
(Del lat. athĕus, y este del gr. ἄθεος).
1. adj. Que niega la existencia de Dios. Apl. a pers., u. t. c. s.

laicismo.
(De laico).
1. m. Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa.


LA ORDALÍA DEL ATEISMO
Francisco Miro Quezada

Por qué desacreditar al ateo.

"El ateo niega aquello que pretende conferir el máximo sentido a nuestra existencia. Rechazar algo positivo lo coloca en una perspectiva diferente a lo convencional Y permite descubrir cuales, son las razones, que impelen al hombre, por naturaleza a dar un significado a su vida".

De manera general un ateo, es un hombre que no cree en la existencia de dios, porque está convencido de que no existe. En este sentido el ateo se asemeja al creyente. Tiene una aptitud negativa, pero está convencido de algo: de la inexistencia de dios. Pero eso es algo totalmente distinto al escéptico .El escéptico no está convencido de la existencia de dios, pero tampoco está convencido de que no existe .El ateo en cambio es el que niega a dios .Y naturalmente como hay muchas formas de negar, es posible encontrar diversas formas de ateísmo.
Puede agruparse en tres grandes tipos: 

ATEO REBELDE: Es el más conocido de todos, es el ateo rebelde, el ateo adolescente, el ateo soberbio. Es el que niega a dios porque no quiere aceptar a alguien superior al suyo, que regule los actos de su vida o lo obligue a someterse a una ley que él no ha creado. Es una rebeldía ante el creador de todas las condiciones y de todos los mandatos. El ateo rebelde vive en el ámbito de la divinidad .Niega a dios porque su existencia le oprime. Cuando la fe en dios se debilita, cuando no creer en dios no significa ningún riesgo, la figura del ateo rebelde se desdibuja y ameniza. Y casi siempre termina cuando avanza en años, por caer en una indiferencia aburguesada o en una religiosidad de compromiso. En todo momento su aptitud, presupone un ámbito imbuido de dios. Niega porque no quiere obedecer, por orgullo, por soberbia, por sentir placer en el supremo de la libertad. De aquí la vulgaridad ingenua de sus argumentos contra la existencia de dios. Dios no existe porque no puede aparecerse a nadie, porque son falsos los milagros. Muchas veces sus argumentos van dirigidos contra la iglesia los curas son mentirosos, ávidos de dinero, se complacen en las confesiones de las mujeres. No puede tolerar que la iglesia intervenga en sus decisiones privadas especialmente en las sexuales. Desde luego cuando hay "presión" religiosa en el ambiente, cuando toda la comunidad se funda en la creencia en dios, el ateísmo rebelde puede adquirir visos impresionantes de fuerza y de grandeza, alcanzando dimensiones heroicas.
ATEO PRAGMATICO: Niega la existencia en dios por sentirse libre en la acción, no esgrime ninguna razón de peso para negarla. En la práctica de la vida social dirá que cree o no cree en dios según la conveniencia del momento. Es muy raro que sea franco y diga que no le conviene creer en dios. Buscara razones filosóficas tan ingenuas como el ateo rebelde pero más indirectas. La fundamentación de estas razones dependerá de la capacidad intelectual de quien las esgrime. En general serán simples. Lo usual en él es sencillamente no pensar en dios, y no vivir en su ámbito. Cuando le convenga se hará coronar como el papa con el mayor de las magnificencias. Y en el fondo no será un ateo autentico. Su falta de fe dependerá de los intereses del momento. Se olvida de dios porque le molesta ir temprano a misa, y porque las normas de la religión le impiden ir a un burdel. Es el ateo más superficial,  y en consecuencia el más numeroso. 
EL ATEO AUTENTICO: Una perspectiva radical diferente,  no niega adiós por rebeldía, ni por conveniencia sino única y exclusivamente porque le es imposible creer en él. No hay ningún afán de negación, no hay ningún orgullo, no hay ningún rechazo de la moral cristiana. A pesar de no haber ningún rechazo, ningún deseo de encontrar resultados incompatibles con la creencia en dios, a pesar de todos los anhelos, de todas las nostalgias, incluso de su pasado de creyente ingenuo, que se puede dar, recordar el ateo autentico, el verdadero ateo, no puede creer en dios.
¿Cómo es posible esta imposibilidad?¿porque extraño proceso ha llegado este tipo de hombre a una aptitud tan radical? Hasta donde llega nuestra información, no se ha tratado aun de rastrear este camino. La razón es obvia. El deseo destructor del ateo rebelde, y
la persecución de fines políticos, económicos o sociales del ateo pragmático, hacen casi imposible centrar la discusión sobre bases bien fundadas.
Esta falta de fundamentación se deja sentir hasta en los más elevados niveles filosóficos: Shopenhauer uno de los grandes negadores de dios, lo hace por razones teóricas. Nietsche que fue influenciado por el primero, y que afirma que dios ha muerto, a pesar de su ingenuo indiscutible jamás pudo comprender el ateísmo autentico. Para el ateo solo podía serlo por soberbia.
El ateísmo marxista es pragmático y rebelde: pragmático mientras persista la fe en el pueblo, y rebelde porque niega a dios de manera desafiante y proselitista.
Las críticas cristianas al ateísmo desde las mas clásicas como la de San Anselmo, hasta la más sosa como la de Balmes, desean desacreditar al ateo y discutir para reforzar la fe o para convertir al incrédulo.
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ordalía.
(Del b. lat. ordalia).
1. f. Prueba ritual usada en la antigüedad para establecer la certeza, principalmente con fines jurídicos, y una de cuyas formas es el juicio de Dios.


Noticia de alcance mundial

Los indignados del movimiento 15-M, han provocado un cambio social doblemente importante:
Como planteamiento inicial, han presentado alternativas al margen de la democracia formal, para alcanzar una democracia real.
Y como consecuencia, han dado un jaque mate al periodismo tradicional, que se  habían constituido como el cuarto poder del Estado.  Los indignados, que son numerosos, han estableciendo sus propios medios de comunicación a través de las redes sociales. Los medios tradicionales han sido relegados a meros repetidores de los eventos y mensajes.
Son dos cambios sociales irreversibles con repercusión mundial.

   
CUARTO PODER
(Ensayo de una profesión en reconversión)

La crisis mundial afecta, también, a los profesionales de los medios de información. Aunque los periodistas desarrollan su función como trabajadores por cuenta ajena o como autónomos, los vínculos con sus empresas respectivas conllevan tomar parte del llamado cuarto poder. Este poder es fáctico no está constituido legalmente, pero es fehacientemente ejercido por los entes de prensa radio y televisión. Bajo la máscara de la independencia, se esconde la línea editorial que rinde cuentas a sensibilidades políticas, es decir, partidos con representación parlamentaria o corrientes políticas minoritarias. En el campo de la sensibilidad religiosa, el fenómeno en España es singular, pero la Iglesia tiene una gran influencia mediática. Por otro lado la economía marca la pauta a seguir, línea que rebasa la simple financiación del medio. Estas afinidades políticas religiosas o económicas, convertidas en grupos de presión, intentan y en muchos casos consiguen, gestionar las agendas del Gobierno y la oposición. Ante esta estructura estratégica, los profesionales de la información se convierten en inevitables militantes de las sensibilidades políticas vinculadas al medio. Es suficiente con observar los titulares, los editoriales y los columnistas, para saber de qué tendencia son, no solamente la prensa escrita, sino todo el espectro audiovisual. Bien es verdad que hay medios y profesionales que salen y entran con toda impunidad del marco legal y constitucional; sólo rindiendo cuentas ante los tribunales. Pero sin llegar a los extremos, el cuarto poder es un hecho. Y el derecho a la información, la libertad de expresión y los derechos de privacidad, ante una crisis económica, priman las alternativas de la llamada prensa sensacionalista, del corazón o telebasura; anulando los programas que cubren los derechos a la información veraz y completa; respetando los derechos de libertad de expresión. El cuarto poder funciona en las democracias, en las dictaduras se confunde con el poder y el pensamiento único. En España ha sido laboratorio de experiencias dictatoriales durante demasiado tiempo.
Los avances tecnológicos, las redes sociales, las herramientas de Internet, la telefonía de última generación, hacen de cada ciudadano un periodista y un reportero gráfico. El periodismo clásico no solamente debe reconvertirse por la crisis, debe de responder con otras estrategias. Los viejos objetivos del periodismo tradicional de buscar la noticia en primicia y en exclusiva, ya no tiene sentido. La noticia la tiene cualquier ciudadano que esté en lugar de los hechos y lleve un móvil. La prensa en Internet es más próxima, instantánea y barata. Con el asunto Wikileaks se ha marcado la pauta de la comunicación e información del futuro. Los profesionales de los cinco periódicos, que han divulgado los cables diplomáticos de los americanos han vivido un espejismo,  convencidos de que han gestionado el verdadero periodismo. A los pocos días de saltar el escándalo. Julian Assange, les ha acusado de manipuladores. El cuarto poder ahora está en el mundo virtual, no está manchado de tinta.
Recientemente, un periódico clásico pero de reciente implantación, ha publicado el Informe Anual de la Profesión Periodista, editado por la Asociación de la Prensa de Madrid, conteniendo una estadística nada frecuente en un medio de comunicación, sobre los principales problemas de la profesión.  La mayoría de los ítems podían considerarse comunes a cualquier empresa, salvo: Becarios supliendo el papel de profesionales (35,1%). La falta de códigos éticos (14,6%). Limitación de la libertad de expresión (8,9%). Y el intrusismo laboral no licenciados (50,0%). Este apartado merece una observación, aunque el informe publicado no se extiende en detalles, desde el punto de vista del lector, telespectador u oyente. Efectivamente si consideramos que el periodista de carrera es quien debe de ejercer la profesión de informar, es fácil contemplar el intrusismo: Sin ir más lejos, los escritores que se meten a comentaristas políticos y de temas de actualidad. No obstante, los escritores, científicos y especialistas que escriben ensayos o columnas, no serían impostores. Por el contrario en televisión, fuera de los diarios de noticias, hay análisis, tertulias y opiniones, que sus protagonistas son periodistas de carrera, al menos como tales se presentan. En este caso los periodistas son los intrusos, que quitan el puesto a los especialistas, que sí saben de la materia tratada. Lo mismo pasa en radio, donde se mezclan políticos en ejercicio, con periodistas y se puede observar que la opinión de los periodistas no se diferencia en nada de las opiniones vertidas por cualquier ciudadano en su casa, en el trabajo o en la barra de un bar. Y no hablemos en el lucrativo mundo de la telebasura. Auténticos impostores de la profesión del periodismo. En este campo periodistas consagrados se han prostituido, mezclándose con personajes de programas innombrables, con la complicidad del resto de la profesión y de las escuelas y facultades de periodismo. Con estos argumentos creo haber encontrado la clase de intrusismo aludido por el citado informe.
Ante este panorama, la reconversión es algo inevitable. Los periódicos clásicos y tradicionales menos uno, todos han bajado la difusión en los dos años pasados. Sin embargo se han consolidado las versiones digitales. Esto marca que el futuro está en la Red, no en el periodismo impreso. Los derechos de libertad de expresión y de información, si para el medio no son rentables, se cierra o se vende y el problema se acaba de momento. Según este informe en 2010 la cantidad de periodistas titulados demandantes de empleo es de 7069 y en paro 5564. Con este panorama, si el 72,9% de los periodistas españoles no cambiarían de profesión, el periodismo de España necesita una reconversión más cualitativa que cuantitativa. Como observación no creo que en el capítulo del intrusismo laboral esté incluido el ciudadano, que  es protagonista activo en las redes sociales, crea sus Blogs de diversa naturaleza, ejerce de reportero grafico porque domina la tecnología digital, Le solicitan sus opiniones y comentarios sobre noticias, artículos o eventos de todo tipo, es asiduo en opiniones en la cartas al director de los diferentes medios, le gusta participar en muchas encuestas que están activadas sobre temas de actualidad, envía fotos y videos como testigo presencial de sucesos de toda índole y un sinfín de canales abiertos al ciudadano del mundo. Este aparente intrusismo es la realidad con la cual debe contar las escuelas de periodismo y las facultades de la información. De otro modo los  medios no se transformarán. Los datos de los ingresos de los medios de televisión por la publicidad, a pesar de criticar la supresión publicitaria a TVE, han sido superiores al 30% sobre el año anterior. Pero las estadísticas de los programas más vistos en la primera década del siglo XXI son: El futbol y los “realities”, que por pudor no quiero mencionar por el nombre. Todos ellos al margen del auténtico periodismo. Ante este panorama, el periodista tiene un dilema moral y ético; apostando por el periodismo del siglo XXI con futuro, o por otras alternativas más rentables: telebasura, sensacionalismo, periodismo amarillo, programas del corazón, de entrevistas a personajes  siniestros y nefastos; asaltando a gente sin ningún interés social, para arrancar de sus declaraciones aspectos íntimos y vulgares,  de personas de nulo interés para adultos y niños. No podemos olvidar que hay prensa escrita de divulgación gratuita, que masivamente se distribuye a pie de calle y que masivamente se lee a diario en las grandes ciudades. Despreciar su nivel de calidad y su autenticidad periodística, por el solo motivo de ser una prensa que no se compra, sería una falacia. No solamente las empresas mediáticas, sino las escuelas de periodismo y facultades de ciencias de la información, deben de homologarse con las nuevas tecnologías; rompiendo el paradigma actual que con la crisis globalizada, se ha demostrado que este modelo está agotado y sin respuestas. Más que nunca deben de utilizar la imaginación. Los imperios mediáticos ya no tiene el monopolio de la información, tampoco deben de ceñirse a los asuntos políticos de actualidad, mediatizados por ellos mismos. La preparación del periodista debe de responder a los retos actuales y sobre todo saber utilizar los nuevos vehículos y soportes, que las nuevas tecnologías exigen. Sus objetivos deben superar los caducos logros: del titular en primicia, el reportaje en exclusiva y la subordinación a la dudosa independencia del medio. Con las incipientes revoluciones de Túnez y Egipto, hemos podido comprobar que la prensa clásica ha ido por detrás de las redes sociales. Referenciando de nuevo que  Wikileaks ha hecho saltar por los aires el periodismo clásico de investigación. No obstante los medios que han divulgado los cables diplomáticos, cegados por haber protagonizado un periodismo histórico, no se han dado cuenta de  que ellos han sido unos meros editores. Si éste es el ejemplo que tienen que seguir los futuros periodistas, jamás romperán el paradigma que les atrapa en el pasado.

EL DESGUACE DEL CUARTO PODER
(Nuevos planteamientos en la comunicación de masas)

El primer aviso se lo dieron los periódicos gratis. La información llega al gran público de forma fehaciente. La publicidad financia al medio y con ello viven los profesionales. Con esa estructura consuman su vocación de informar, pero no de amasar dinero ni de poder. La prensa digital vino a ofrecer a todos las mismas oportunidades y su característica más relevante, es la globalización. Se convierte en el escaparte del mundo. Más cómodo, próximo y barato. Veamos cómo subsisten los diarios tradicionales. Aquellos periódicos situados ideológicamente en la derecha o extrema derecha; incluyendo afinidades  religiosas, económicas y políticas, se constituyen más como grupos de presión, que como medios de comunicación. Los intereses a los cuales sirven, no les dejarán desfallecer. Aquellos que dependen del poder económico, financiero o empresarial, ante la crisis, son rescatados por otros gigantes, que les hacen cambiar de dueño y tintarse del color que marca el nuevo magnate. Las víctimas son los periodistas que tiene que acomodarse a las cambiantes líneas editoriales. En España hay un espacio situado en la izquierda democrática, que intentó afianzarse en él, el periódico Liberación. Su duración fue efímera. En la actualidad, Público se abre camino llenando de contenido un lugar que estaba en tierra de nadie. El apoyo publicitario y el incremento continuo de lectores, hace pensar que presenta un periodismo actual y al margen de aquellos que siguen pensándose exclusivos. Sobre todo, está atendiendo los flecos que penden de la mal llamada modélica Transición; Memoria Histórica, atención al proceso a Garzón y al periodo republicano. Es evidente que el cuarto poder, está en trance de reconvertirse. Si analizamos lo que está pasando en estos días con la divulgación, en exclusiva en lengua castellana, de los documentos diplomáticos subidos a Internet por la Web Wikileaks propiedad de Julian Assange, lejos de ser un alarde periodístico, es en verdad un auténtico espejismo. El País presume de haber marcado un hito antes y después de las publicaciones. Es decir, siguen empecinados en que el cuarto poder goza de buena salud. Los documentos de Wikilearks poner en evidencia al imperio yanqui, sin que hayan intervenido los medios de comunicación tradicionales. La presión de la gente ha logrado la libertad de Julián Assange, ignorando a los medios que lo han divulgado. ¿Por qué? Muy sencillo, los ciudadanos del mundo no queremos que estos cables diplomáticos, sean gestionados por el cuarto poder. El País los ha tratado, adaptado, manipulado a su antojo, bajo la falacia de que evitarían aquella información que pusieran en peligro a las personas. Pero en realidad lo que han aportado al asunto ha sido recelo y desconfianza. Porque por mucho autobombo que se están dando, El País, sobre todo, ya no es el referente de democracia, ética y libertad de antaño. Ahora se ha convertido en un vasallo más del imperio. Polanco y Cabrían con su Libro de Estilo El País, se pueden ir con la música a otra parte. Ya no tiene la exclusiva, ni la primicia de ningún evento. Los ciudadanos están tomando las riendas de divulgar y obtener información al margen del cuarto poder. Las redes sociales son el futuro y el verdadero jaque a cualquier poder mediático.

EL CUARTO PODER
(La decadencia del periodismo tradicional)

Los medios de comunicación tienen como misión el informar sobre los acontecimientos de toda índole, con libertad, veracidad y de forma completa. Pedir que sean neutrales e independientes del poder, es una quimera. El periodismo profesional y sobre todo el periodismo de la imagen, ha entrado en el mundo de la globalización por la puerta pequeña. Las nuevas tecnologías de telecomunicación, las redes sociales y el acceso a la captación de las imágenes de cualquier evento, por cualquier persona que se encuentre en el lugar donde se produce el hecho periodístico, supone una oportunidad de convertir a los ciudadanos en reporteros improvisados. Pero si bien, las noticias siguen en manos de los periodistas, columnistas, editorialistas y telediarios, no hay duda que el ciudadano obtiene las noticias de la misma fuente y al mismo tiempo que el profesional. Salvo las entrevistas escritas y reportajes de autor, las retrasmisiones en directo, dejan sin efecto cualquier pretensión de exclusividad. En el caso de los comentaristas que participan en tertulias, es lamentable contemplar que la información que aportan, es la misma que  aportaría un ciudadano de a pie; convirtiendo la tertulia radiofónica o televisiva, en un coloquio que en nada se diferencia de las conversaciones mantenidas por amigos, familiares y compañeros de trabajo. En estos espacios dejan en cada una de sus intervenciones, su carta de identidad, tu tendencia política y la línea del medio que le paga. Bajo el concepto que tienen de la pluralidad, como algo casi sagrado, queda justificado si el titular y la noticia se desvirtúan o rayan la mentira, en aras de esa variedad de percepciones y sensibilidades. De todos es sabido que los medios se han constituido como el cuarto poder del Estado. Retomando el tema de su imparcialidad e independencia, su corporativismo les lleva a creerse que realmente constituyen un poder per se. Con algunas diferencias, los tres poderes del Estado legales y constitucionales, tiene su control. Pero al poder de los medios nadie les pide cuentas, al margen de los tribunales de justicia. Además presumen de independientes, pero todos son dependientes de: La empresa que les contrata para sacar rentabilidad a su trabajo. La línea editorial está ligada a grupos financieros o ideológicos. Y ejercen el corporativismo cuando hay que abordar una crítica común defendiendo sus intereses, al margen del ciudadano. Son maestros en la crítica constructiva y de la que es tendenciosa. Ponen todos sus esfuerzos en dominar   la agenda del Gobierno, conseguir la primicia y sobre todo la exclusiva, aunque se dejen por al camino lo que al ciudadano más le interesa. En estos días el escándalo de Wikileaks ha hecho creer a los periodistas, al menos a los españoles, que el trabajo que están haciendo es el verdadero periodismo. Se creen que están en su Watergate particular. Pero la crítica de los medios hacia los medios, la autocrítica o la admisión de un canal de la sociedad, donde presentar  las cuestiones manifiestamente mejorables, es por ahora tema tabú. No se concibe  un debate sobre los anuncios de prostitución, en un medio que se nutre de una línea de negocio en complicidad con los proxenetas. El defensor del lector no ha funcionado, pueden más los intereses creados. En honor a la verdad, está surgiendo un periodismo verdaderamente progresista, que mira hacia el futuro y no está olvidando, ni la República ni el genocidio franquista.

PERIODISTAS Y TERTULIANOS
(Ensayo)

El periodismo actual ha desbordado los conceptos del periodismo impreso o el fotoperiodismo clásico. El universo de la comunicación y de la imagen, navega por las galaxias de La Red, con mayúscula; multiplicando su efecto con la aportación de los ciudadanos particulares. Las redacciones de los diarios aportan escasas noticias en primicia exclusiva, la noticia la da aquel que más cerca está del evento, que puede, que no sea ni periodista. Podríamos establecer que la información fluye con total libertad, prontitud e inmediatez. A lo largo de la jornada, un mismo acontecimiento es contado por  infinidad de periodistas en un sinfín de medios. Aunque estamos dentro de una globalización imposible de evitar, aún podemos apreciar el estilo, las ideas y las tendencias de cada medio. A través de las editoriales y de los columnistas, las noticias se expresan con total libertad y pluralidad democrática. No obstante las opciones políticas afines al medio, quedan patente como garantía de esa pluralidad. Hay otra vertiente del periodismo que es aquella que se hace en referencia a los llamados observadores, tertulianos, líderes de opinión, conductores estrella de programas, sociólogos y especialistas de encuestas de opinión y otros profesionales especializados. A través del periodismo de radio y televisión, consustancial con su línea editorial, muestran las noticias haciendo una valoración, que el oyente y telespectador, puede optar por: Acomodarse a escuchar aquello que desea oír, o bien contrastar con las otras cadenas. Todos los medios sin excepción, son afines a una sensibilidad más acusada que el resto, y los conductores de programas de opinión, aunque quieran ser independientes, la realidad dice que son dependientes de quien les paga. Es impensable que un medio que tiene abierta una línea de negocio sobre los anuncios de prostitución en prensa, estableciera un debate sobre este tema. En estos casos se ejerce un silencio que es rentable para ambas partes. Pero donde se observa que los periodistas sin especialización profesional de tal o cual tema, no aportan nada al hombre de la calle, son las tertulias, que hay bastantes, tanto en radio como en televisión. El moderador de turno o el entrevistador, que a su vez da la palabra a los tertulianos invitados, formulan preguntas haciéndose portavoces de “la gente dice que…” o bien utilizan aquel recurso casi literario de esos personajes reales o virtuales, que vienen llamándoles observadores. Las preguntas se ciñen a la ideología del medio que aparece en la parte inferior de la imagen o bien a su posición personal. Y las previsiones, valoraciones u opiniones, son de una vulgaridad pasmosa. Vulgaridad no peyorativa, sino de vulgo (público en general). Es decir, que una tertulia en un café, en la calle o en una conversación entre amigos, colegas o compañeros, aporta lo mismo que la puesta en escena de un grupo de periodistas que pretenden dirigir la agenda del Gobierno y de la oposición, y sus opiniones hoy están tan argumentadas políticamente como las del resto de la ciudadanía. Ahora bien, cuando a quien entrevistan sí aporta algo nuevo, entonces, sí es interesante para el ciudadano. Me refiero a los medios que presentan un aparente pragmatismo, que casi se pudiera entender como  próximo a la independencia, al menos teórica. Pero sin embrago los tertulianos no tienen ninguna preparación que enriquezca la noticia. Carecen de la vocación analítica mínimamente objetiva. Sus centros de atención son tres: Prescribir la política del Gobierno, intuyendo las crisis y las decisiones políticas. Resumir cualquier noticia a un titular que tenga impacto, y la obsesión por la noticia exclusiva. No hablo de aquellos líderes de la comunicación abiertamente homologados con ideas afines marginales o extremistas. Las opiniones y valoraciones de los tertulianos en la actualidad, sólo aportan su opinión, tan válida y respetada como la de cualquier ciudadano, pero no más. Sobre todo si se ve la correa de transmisión de alguna opción partidista y encima cobrando. Dicho de otro modo, a veces se arrogan estar en sintonía con la opinión pública y sin embrago, el pulso de la calle va por otros derroteros. No obstante, los medios no deben de tener la exclusiva de llevar la información a los ciudadanos. En relación con los derechos humanos, en no pocas ocasiones, la cultura a través de sus portavoces, ha llevado la iniciativa. En la guerra de Irak y en el conflicto saharaui, mientras la prensa, sólo hacia informar de forma libre y plural, los artistas e intelectuales pueden han llegado  más lejos, al no estar sujetos a la línea editorial de ningún medio.

 LA AGENDA DEL GOBIERNO
(Presa muy apreciada por los editorialistas) 
  
Los medios de comunicación cumplen una función muy noble ante una  sociedad libre. Informar con veracidad y de forma completa de todo lo que acontece en el mundo. Pero también sabemos que constituyen el cuarto poder. Y aunque no son exactamente un lobby, un grupo de presión, su objetivo les lleva a controlar la agenda del Gobierno de turno. La consigna implícita que pasan a los periodistas de campo es doble: Sacar a los políticos la noticia más impactante y sobre todo en primicia exclusiva, y jugar a adivinos sobre la voluntad de los políticos. Que es tanto como decir, manejar el control de su agenda. No obstante, es fácil observar que en temas de secuestros, iniciativas del Ejecutivo y de hipotéticas crisis, la prensa ha perdido comba. Es curioso cómo desde una editorial se comienza a urdir que tal o cual situación política es insostenible. Y cuando los receptores del mensaje no se dan por aludidos, los periodistas se enfadan e insisten en que ellos tienen razón. Si la crisis tiene lugar después de tres meses, ellos siempre tiene la entradilla de: “Ya lo dijimos en el periódico…” Pero si la crisis no se produce, el silencio es su mejor salida. Hoy día la globalización proporciona tanta información al instante, que las opiniones o los análisis que manejan los periodistas, tertulianos, quitando los más sagaces especialistas, no suponen ninguna exclusividad y mucho menos novedad informativa. De aquí ese ansia en interrogar al político para que cuente algo que está escuchando todo el mundo. Es comprensible que el periodismo actual no le agrade estas consideraciones, pero quizás deba de reconvertirse, como si de una burbuja inmobiliaria se tratara.

"El reportero es una especie en total extinción"

La periodista Rosa María Calaf denuncia la situación que atraviesa el oficio
PÚBLICO VALLADOLID 07/06/2011

Rosa María Calaf

El reporterismo serio se encuentra "en la encrucijada", es "una especie en total extinción". La denuncia la hizo ayer la periodista Rosa María Calaf, durante la inauguración del II Campus de Periodismo Francisco de Cossío en Valladolid.
La excorresponsal de TVE se mostró muy crítica con el momento que atraviesa la profesión, con ese "vacío" de reporterismo y periodismo de investigación. Se informa "a golpe de titular", sin "ir a lo que hay detrás, más allá", con una "proliferación en los medios de estás conmigo o contra mí", lamentó Calaf. Y advirtió sobre "la desaparición de referentes" que hasta ahora han contribuido a "la consolidación y respeto de los valores democráticos".
La periodista defendió el oficio de reportero que da "visibilidad a realidades que están fuera de foco", que "escarba lo que se quiere ocultar", "desde el respeto y el compromiso social". En la misma línea opinaron varios corresponsales españoles que ejercen su trabajo en el extranjero. Estos periodistas incidieron en que la pasión, la formación y la necesidad de contrastar las fuentes son recetas necesarias para dedicarse a este oficio, informa Efe.
"Los periodistas vamos a las zonas de conflicto muy mal formados, desconocemos los problemas", denunció Francisco Forjas (RNE). Luis de Vega (ABC) cargó contra el modelo de "periodista multimedia". A su juicio, hay que aprovechar la tecnología pero para "ir a los sitios y contar historias". "Hay que aprender, reciclarse, dar un buen servicio y sacar beneficio de la tecnología", concluyó.

HAY QUE ROMPER EL PARADIGMA

El estado de bienestar conseguido por los países del norte de Europa, es un logro que comenzó en los años sesenta. Suecia fue uno de ellos.  Consultando las hemerotecas, Pablo VI después de promulgar la encíclica Populorum Progressio el 26 de marzo de 1967, aludió al estado de bienestar sueco como modelo a seguir, en el campo de la justicia social. Analizando el artículo ¿Una familia menos importante? Un informe sobre Suecia, es preciso señalar la ausencia de algunos conceptos, en el enfoque crítico del sociólogo David Popenoe, para mejor comprender el fenómeno sueco.
En principio, hablar de la familia como núcleo más atomizado de la sociedad, sin mencionar la felicidad y el amor, es deshumanizarla en brazos de una visión economicista de las relaciones familiares. La palabra cariño la utiliza una sola vez, formulándose a él mismo, la siguiente pregunta: ¿pueden los trabajadores del estado proporcionar a los niños cuidados en grandes guarderías, el cariño y la seguridad emocional que recibirían de sus dos progenitores en el ámbito familiar?  Y la respuesta es que la considera como muy improbable. Está claro que Popenoe está analizando la sociedad sueca a través del paradigma anglosajón y sobre todo estadounidense. Es decir, teoriza sobre el núcleo central de la cuestión sueca, sin cuestionar que está utilizando una base y un modelo para medir y quizás resolver problemas, que son de diferente naturaleza.
Mi experiencia personal me permite argumentar esta afirmación. En los años ochenta permanecí una corta estancia en Suecia y pude comprobar, cómo viven y en qué valores se basan para establecer su convivencia. Acudí sobre las siete de la tarde invitado a una cena, en un hotel que no era donde yo me hospedaba. En el salón contiguo y con las puertas abiertas una orquesta animaba el baile. Una boda, pensé yo, recordando las de mi país. No obstante, un comensal que percibió mi curiosidad, me dijo: No es lo que tu piensas, no es una boda. Aquí, en Suecia tenemos por costumbre que un día a la semana, un miembro de la pareja, matrimonio o no, deja el hogar y viene a pasar la tarde noche a este hotel. Lejos de toda clandestinidad, se hace con luz y taquígrafos. Es evidente el impacto que tuvo en mi mentalidad latina, educada en el nacionalcatolicismo hispano-vaticano. Desde aquel día, comencé a ver los valores de la sociedad sueca de otro modo.
Ahora acometo el análisis de este artículo con una visión más amplia. En principio me planteo el grado de felicidad que el estado de bienestar proporciona a los suecos. Si la cobertura de las necesidades de la población es tan elevada, lo que sí parece cierto es que los sinsabores, desesperación,  frustración, penurias y consecuencias del desempleo, tanto en España, record en cifra de parados,  como en Estados Unidos, sin seguridad social pública, la felicidad tendrá que ser inferior; haciendo una comparación de índole económica. Es decir, que el superávit de bienestar nunca puede ser negativo, ni motivo de conflicto y  ruptura de las familias. El tiempo disponible para el ocio, la dedicación a los hijos y la conciliación familiar están más garantizados que en el resto de los países. El artículo sólo menciona que los miembros de la familia sueca son más autónomos y menos ligados al grupo, pero omite el grado de felicidad que les proporciona esta opción, en igualdad y libertad. Pero mi experiencia nórdica me llevo a otras conclusiones, sobre todo a la forma de establecerse la pareja y la familia en Suecia. El escándalo que me produjo el hecho de haber institucionalizado este tipo de libertinaje conyugal, me sometió a una reflexión, analizando los valores de nuestro país. En el matrimonio de toda vida y así está escrito: el hombre se une a la mujer y formarán una sola carne; permaneciendo juntos hasta que la muerte les separe; el primer precio que se paga es la pérdida de la individualidad. El hombre asume que la mujer es de su propiedad y que deben de compartirlo todo. No hay dos vidas de dos seres diferentes, es una sola vida, y como no podía ser de otro modo, se convierte en una situación forzada (farsa). La pérdida de influencia de la religión sobre los suecos, que menciona el articulista, les hace guiarse por la razón y sin prejuicios de otra índole. El amor, es evidente, que está separado de la sexualidad, y por supuesto, de la procreación. La libertad en general y la libertad sexual en particular, establecen unos cánones, ajustando los comportamientos sociales, como si Dios no existiera. Han hecho saltar a la familia tradicional por los aires. Porque los esquemas de la familia considerada como natural e incluso de origen divino, no garantiza la felicidad en sí misma. El hecho de que los servicios sociales propiciados por el estado de bienestar, atiendan masivamente a los niños, no quiere decir que los padres  suecos, priven a sus hijos de “cariño y seguridad emocional”. Son las leyes de los países democráticos y laicos, los que están reconociendo los derechos que hacen la vida social más conforme a la razón y al humanismo. Igual que los suecos han roto el paradigma, yo también tuve que romperlo para comprenderles.

Nota marginal: Ejemplo de paradigmas rotos en España: Cuando se aprobó la ley del divorcio, se rompió el paradigma de que el matrimonio era indisoluble. La legislación que despenaliza el aborto ha roto el paradigma de que la mujer no sea libre para decidir sobre su maternidad. La nueva ley de los matrimonios entre homosexuales, ha terminado con el paradigma de que el matrimonio, como institución social sea exclusivo del hombre y la mujer. La legislación que establece la libertad sexual, así como la anticoncepción; preconizando la educación sexual desde niño, ha roto el paradigma de la exclusiva utilización del sexo dentro del matrimonio y dirigido a la procreación. Los paradigmas se seguirán rompiendo; provocando el cambio social, pero la institución de la familia con todas sus variantes  seguirá viva.


EL RESCATE DE LOS PAÍSES
La avaricia, la usura y la injusticia

Los mecanismos que funcionan en el interior del reloj de la economía mundial, no marcan las horas en la esfera de la humanidad. Este reloj sin manillas no sirve para nada. Sin embargo, su poder es omnipotente y omnipresente. Su poder emana de su propia avaricia, usura e injusticia. Sin embargo, los poderes de los estados emanan de los pueblos y son los parlamentos, los gobiernos y los poderes judiciales, quienes hacen funcionar el reloj de las democracias. Estos relojes sí tienen manillas, proporcionan la hora y cada ciudadano les dan cuerda cada cuatro años.
Este corto enunciado encierra la gran metáfora de la crisis actual que abrasa al mundo, y sobre todo a los países más débiles. La gobernanza globalizada está en manos del capital, de los mercados financieros, de los bancos, de las bolsas y de los especuladores. Todos ellos adoradores del becerro de oro. El dinero no se utiliza para investigar, crear riqueza, cubrir necesidades, es decir, empresas y puestos de trabajo.
Estas conductas delincuentes que consuman impunemente el perverso sistema del liberalismo económico, mantienen la soberanía de los mercados sobre la soberanía de las naciones. Someten a los gobiernos a su tiranía y como consecuencia a los pueblos. Mantienen que después del fracaso del comunismo, el único sistema que puede mantenerse es éste y no otro. La criminal ley de la oferta y la demanda, es decir, la ley del más fuerte.
Es evidente que esta forma de pensar está sustentada por los intereses de las opciones políticas conservadoras, que bajo el pretexto de que cualquier alternativa  es una ingenua utopía, se aprovechan del pueblo. Para la derecha hay que empequeñecer el Estado, casi sin impuestos para engrandecer la iniciativa privada.  Creando empleo, la gente tiene medios para consumir; ocultando de forma engañosa que la libertad sólo habita en aquel que tiene medios para elegir. Y que los derechos humanos son inalienables.
Descendiendo a la Unión Europea, no es cierto que sea incapaz de poner en marcha el reloj de la economía, porque los fabricantes de las piezas del reloj han sido los responsables de las instituciones supranacionales. Fijémonos en las averías de este reloj: Unas elecciones en Alemania retrasan una decisión. Unas Elecciones en Finlandia ponen en cuestión un rescate. Inglaterra se opone a un  nuevo rescate  griego, pero si fuera Irlanda haría la vista gorda. Los socios de coalición de Merkel se oponen a más rescates. El espectáculo de Francia y Dinamarca con sus intentos de revertir el tratado de Schengen por problemas puntuales, es una muestra más de hasta qué punto dominan los intereses nacionales los conservadores. Que es tanto como decir que los gobiernos de derechas y de extrema derecha de Europa, son cómplices de los intereses del capital; cediendo voluntariamente terreno a los causantes de que el reloj no funciones para los débiles.
En el caso de nuestro país, el Gobierno socialista está soportando las presiones, y como consecuencia los españoles, no solamente de los mercados, sino de los gobiernos integrantes de la UE. La mayoría de las instituciones europeas están en poder de la derecha, incluyendo la derecha española.
De la metáfora del principio se deduce una moraleja: Hemos puesto al zorro para cuidar de las gallinas. 


Reflexiones sobre el libro de José Luis Sampedro El mercado y la globalización.

“…que otro mundo es seguro”


José Luis Sampedro


EL MERCADO Y LA GLOBALIZACIÓN

La brújula de los foros marca el Norte, Nueva York (EEUU) y el Sur, Porto Alegre (Brasil). Economía y financiación, por un lado y sociedad y sus problemas, respectivamente por otro. La globalización según los primeros, es la única vía para acabar con la pobreza. Sin embargo, cuanto más crece esta globalización más ganan los ricos y peor están los pobres, mantienen los segundos.
Los mercados son espacios reales o virtuales donde se compra y se vende todo, lícito o ilícito: dinero, mercancías, alimentos, seres humanos, sexo, drogas y armas. El mercado en su acepción perfecta declara que el cliente es el rey. A través de un ajuste automático, un ente invisible le proporciona la libertad de elegir; garantizando un equilibrio perfecto entre la oferta y la demanda. El mercado cubre todas las necesidades del ciudadano. Las sociedades libres se basan en el libre mercado.
Cuando el mercado se desenvuelve en un marco de libertad, a merced del ente invisible que lo pretende garantizar, surge la doctrina del liberalismo económico. Éste mantiene que nadie debe de intervenir en esta libertad absoluta. Las consecuencias de ese abandono en manos de la pura inercia, nos hace constatar que el mercado se aleja de la perfección y se convierte en una realidad interesadamente imperfecta. La publicidad falsifica la realidad y el consumidor lejos de ser el rey, el mercado es quien le impone la ley del más fuerte.
El mercado real o imperfecto no cubre las necesidades; alterando las leyes del mercado perfecto. Se producen los monopolios. Es decir: Estancar una mercancía sin legítimo privilegio. Sin competencia posible. El mercado no es la libertad. La libertad de elegir la da el dinero. En ningún sistema de mercado hay existencias suficientes para abastecer de todo a todos. En la antigua URSS y los países de economía comunista hay colas en los mercados, y en el capitalismo hay coles invisibles. Aquellos ciudadanos que no tienen dinero no pueden comprar lo que quieran. Las manos invisibles dominan las leyes del mercado ideal. Las manos visibles manipulan las leyes del mercado real.
Dentro de los mercados, no todos defienden los mismos intereses: interés privado  supone ganancias y sólo se podrán adquirir bienes si se tiene dinero. El interés público, proporciona beneficio no económico, como la salud pública, la educación, los derechos civiles, etc. Adam Smith rinde culto a la mano invisible. Al liberalismo económico.
Aunque los mercados en la actualidad han saltado las fronteras nacionales, de hecho, están implicados todos los países de la tierra. En épocas pasadas ya hubo imperios como el romano, el británico colonial o el hispano- americano. A este viejo sistema, ahora, se le ha denominado como la globalización.
La globalización no supone incrementar la producción de bienes, sino multiplicar los beneficios. Los mercados controlan, atacan y manipulan a los gobiernos del mundo. La complejidad de los sistemas informáticos facilita tanto la desinformación de la publicidad, como la información legítima del poder del dinero.
 La globalización económica es totalmente antidemocrática. Constelación de centros con fuerte poder económico y fines lucrativos. Sin regulación y sin control, al margen de los derechos de los ciudadanos. La globalización es el poder de turno; tiranizando a los más débiles. Pero este nefasto sistema es tan viejo como la historia de la humanidad. Cada imperio y cada tiranía han pretendido globalizar como han podido.
No obstante, José Luis Sampedro, deja un mensaje inequívoco de que: otro mundo es seguro. Podrá no ser “neoyorquino” ni “alegrense” del todo, pero será otro. Y su magnífico ensayo concluye con el verso del canto de Pablo Neruda:
“No es hacia abajo ni hacia atrás la Vida”.
  

UN RELATO ECOLÓGICO CONTADO EN DOS SECUENCIAS
 Una eco-aldea sin saberlo (I)

En un lugar de Castilla de cuyo nombre no quiero acordarme, un pueblo vivía con sus propios recursos, salvo aquellos que debían de ser manufacturados, siendo abastecidos por las tiendas del lugar. Disponía de un campo cultivable. Tierras de secano a merced de la lluvia del otoño y primavera. Un canal garantizaba el riego a través de acequias y regueras que se situaban por debajo del nivel de su cauce. Un rio y un arroyo de menor importancia bañaban su término municipal. Ambas vías fluviales se dejaban acompañar en sus márgenes de chopos, abedules, mimbres, juncos y espadañas  Otras actividades de las gentes del pueblo mantenían varias  cabañas de ganado vacuno y lanar. Los campesinos, ganaderos, herreros, carpinteros, molineros, panaderos, sastres y otros oficios heredados de padres a hijos, componían la actividad económica de los vecinos. Disponiendo, por supuesto de un veterinario.
Las casas de labor estaban construidas para albergar a las caballerías, carros, arados y demás aperos de labranza. Algunas disponían de horno para hacer su propio pan. Pozo para abastecerse del agua y pajares, patateros y graneros de trigo y cebada. También las bodegas con sus grandes tinajas, cocederos y llagares donde se pisaba la uva, daban muestra de que en su día esta población tuvo abundantes cosechas vinícolas, aunque en esta época sólo se utilizaba para el uso doméstico.
Esta villa castellana cultivaba cereales: trigo, cebada, avena, garbanzos y judías. Éstos se alternaban con las cosechas de patatas.  Y alfalfa para las vacas, ya que en esta zona a penas hay prados. El ciclo de cultivo para conseguir la recolección exigía repetir todos los años las mismas faenas. En el campo de esta población de mi fatal memoria, toda la agricultura se llevaba con tracción animal y de forma manual. Roturando la tierra con vertederas tiradas por yuntas de mulas; trazando las besanas con arados también de tracción animal para la siembra; abonando el suelo con estiércol fermentado procedente de los establos y cuadras de los animales, almacenándose provisionalmente en corrales y muladares. En los últimos años se completaba la nutrición del barbecho con abono básico químico y nitrato de chile (productos importados). Las aceitunas que se cosechaban se llevaban a la cooperativa  y de allí se traía el aceite obtenido.
En aquel tiempo los campesinos también tenían que luchar contra las plagas de  insectos: Zotal para insectos de corrales, cuadras y gallineros. Azufre para los escarabajos de las patatas. Arseniato para los frutales. Las malas hierbas y   los cardos se quitaban a mano. La sanidad de los animales estaba garantizada por la asistencia del veterinario.
Los vecinos del pueblo se abastecían de agua de dos fuentes públicas, una de ellas con un gran abrevadero, de caudal permanente. En cada casa se disponía de un pozo, aunque su agua no se utilizaba para el consumo humano.  El pueblo también estaba dotado de un lavadero público, provisto de dos pilones: para lavar y aclarar. Las casas no tenían agua corriente ni tampoco retretes. Debajo de cada cama se ubicaba un bacín y en cada casa había palanganeros y jarrones. En algunas una bañera de porcelana o barreños de cinc. Las mujeres transportaban la ropa a lomos de un burro o mula hasta el arroyo para lavar la ropa. Allí pasaban todo el día. La ropa blanca era tendida con jabón al sol para su blanqueo natural; aclarando más tarde la colada con agua y añil.
Cada corral aprovisionaba a la familia una auténtica granja doméstica: El gallo de corral garantizaba que las gallinas se quedaran cluecas y después de estar 21 días encubando los huevos, salieran pollos para la alimentación si eran machos y si eran hembras para la producción de huevos. Conejos, palomas y patos, constituían el marco alimenticio, siendo complementados por los productos de ultramarinos de las tres o cuatro tiendas. Sin olvidar las aportaciones del cerdo en la economía familiar. La matanza del cochino era un acontecimiento social, en él colaboraban las familias y los vecinos. Se obtenían de este animal, desde zambombas hechas con sus vejigas, hasta jabón para lavar la ropa y fregar los cacharros; pasando por la charcutería y la manteca.
Las casas estaban provistas de un gran hogar donde hacían la lumbre necesaria y apropiada. Allí quemaban paja, sarmientos de las cepas, ramas procedentes de la poda de los árboles, para calentar agua, cocer patatas para los cerdos o remolacha y hacer los cocidos y guisados que solían durar toda la jornada. Un fogón contiguo permitía utilizar el carbón, para hacer comidas menos importantes. La calefacción consistía en proporcionar de una gloria, a la habitación más grande o cuarto de estar. Este sistema consistía en socavar un hueco abovedado, en cuyo interior se quemaba paja desde el exterior y así calentar el suelo de la habitación. Se utilizaban también braseros de picón, erraj  o estufas de serrín o leña. En las escuelas había una gran estufa de serrín, pero a primera hora los chicos y chicas llevaban de su casa una lata provista de una gran asa de alambre, llena ascuas bien encendidas destinadas a levantar del letargo  la fría mañana. Las camas se calentaban con calentadores; una especie de sartén con una tapa de cobre o de latón, que se llenaba del rescoldo que aún quedaba en el brasero a en la cocina.
La electricidad había llegado a este pueblo, en principio sólo se disponía de lo que se denominaba de forma irónica como luz de día, es decir, que durante la presencia del sol no había corriente eléctrica. Cuando llegaba el atardecer, las luces de las calles y de las casas se encendían al mismo tiempo. Mientras, si  había que acceder a alguna estancia de la casa, donde no había ventanas, se utilizaba el candil de aceite. Si se deseaba planchar durante el día, con esta modalidad, había que utilizar la plancha de carbón o la de hierro fundido que se calentaba sobre la placa de acero de la cocina, próxima al fuego. No obstante, los alimentos se conservaban en salmueras o embotellados, y los más frescos y perecederos en las bodegas o fresqueras. Después de esta etapa de luz de día, la modalidad se extendió al noche y día; alumbrándose con bombillas de 15, 25, 50 y 100 bujías. La luz vino para quedarse.
Por supuesto las substancias denominadas plásticas (nylon, poliuretano, etc.), no existían en esta población de marras. Las cuerdas, tomizas o sogas estaban hechas de cáñamo. Las aguaderas, serones, alfombras y espuertas se confeccionaban de cáñamo. Con espadaña se tapizaban las sillas y sofás y se confeccionaban capachos para la compra. Con el mimbre se fabricaban cestas y cestillos para diversos usos. Todo estos materiales acababan, o pudriéndose con la basura, o en el fuego doméstico. Lo mismo sucedía con el calzado de los labradores o pastores: albarcas, piales, sandalias, o botas de goma.
En el caso de la chatarra: azadas, hoces, rastrillos y otros aperos de labranza que caían en desuso, se conservaban en las casas en espera de la llegada periódica del trapero-chatarrero a la plaza del pueblo. El pregonero anunciaba la víspera que el susodicho personaje, ofrecía piezas de vajilla de loza, porcelana o cristal a cambio de la chatarra. Y también aceptaba: los trapos (ropa vieja) y los botes y latas de hojalata, una vez pesado con una romana.  Era una transacción donde no intervenía el dinero, un truque a la vieja usanza.
Este relato incompleto, no obstante, es imprescindible para conocer la realidad de la cual se disponía antaño, para poder entender y analizar el cambio integral que el desarrollo ha proporcionado.
En aquellos años llegó la radio a las casas y convivió en paz y armonía con los jilgueros, las amapolas y las mariposas del campo.

Así que pasen sesenta años… (II)

Aquel pueblo de marras no escapó al desarrollo insostenible. Dentro de su  progresiva demografía se cumplió la ley de Pareto. Una minoría de la población incidió en el déficit ambiental, que sufrió la mayoría. Aquella eco-aldea se convirtió en una presunta eco-ciudad; perdiendo el equilibrio de siglos que la  proporcionaba una calidad de vida, aunque con muchas carencias, sostenible.
Después de la radio, llegó la televisión y el resto de los electrodomésticos. También hizo su presencia el automóvil, donde había un huerto se instaló la primera estación para repostar carburante. La concentración parcelaria permitió mecanizar el campo. Los arados de origen romano fueron sustituidos por potentes cultivadores motorizados. Las mulas y carros fueron sustituidos por grandes tractores y remolques de gran capacidad. Las cosechadoras borraron  de la faz de los campos a: los segadores, la trilla y la forma de aventar. Las viñas y los olivares fueron arrancados; huyendo de las labores ancestrales de cultivo.
El ganado vacuno ya no va al abrevadero, tiene que quedarse  recluido en la cuadra vertiendo sus excrementos y orines al arroyo, aunque es verdad que las mujeres tienen lavadora en casa y la suciedad del agua poco importa.
Ahora no hay basureros en las casas, que generaban el abono, no obstante han hecho su presencia los insecticidas y los herbicidas. Unos y otros han evitado las plagas, pero se han llevado por delante el tapiz primaveral de los acirates, las lindes, las sendas y los caminos. Y el alimento de muchas aves y otros animales. Los cultivos están planificados por Extensión Agraria; primando la economía sostenible.
Las casas en nada se diferencian de las viviendas de la capital. Los niños ya no van solos a la escuela, ni a las eras a jugar al aro, a la estornija o a la pelota. Y mucho menos hacen barcos de juncos para botarlos con la fantasía infantil, en las regueras próximas al pueblo. Tampoco buscan nidos de gorrión,  jilguero o vencejo.
La agricultura está programada. El agua no se conduce por acequias abiertas en la misma tierra, se transporta por tuberías metálicas para evitar filtraciones. Los árboles que estorban a las máquinas han sido talados. Los vehículos y motocicletas conviven con los tractores compartiendo contaminación en los campos, cuyos caminos han sido asfaltados. Un axioma que todos aceptamos es que: “El déficit ambiental pone en peligro la prosperidad de Europa”. Pero también es de sentido común que la ciencia y la tecnología están capacitadas para presentar  soluciones para evitarlo. No obstante, sin ser experto en la materia, los intereses económicos del nefasto sistema que acompaña al mundo desarrollado, mutilan y pervierten el desarrollo racionalmente controlado. El déficit ambiental se dispara, al mismo tiempo que el lucro desmesurado de los gestores-especuladores del capital, siempre al margen de la producción y del crecimiento al servicio de los ciudadanos.
Estas consideraciones reconocen, lejos de aportar una apreciación apocalíptica, que el progreso es objetivamente positivo.  Ha cambiado la faz de este pueblo y de muchas zonas de la tierra. Pero sin salir de este lugar sin nombre por mi fragilidad de memora, este pueblo que concretamente nos ocupa, cabe preguntarse si el presagio pareto, se podría haber evitado. Es decir, que el desarrollo hubiera respetado el medio ambiente: La calidad del agua del río, donde ya no se pudo pescar más cangrejos y peces. El arroyo donde las mujeres lavaban la ropa y lo chicos se bañaban. Y las ovejas, así como las mulas, caballos y burros, bebían al cruzar el río por donde el camino carecía de puente. Sin enumerar las consecuencias que nos amenazan con el cambio climático.
Las premisas y consecuencias enumeradas en este micro-clima, son  extrapolables a la perversa decisión de los rancheros de América Latina, cuando resuelven sus problemas de terreno talando los bosques a un ritmo de miles de kilómetros cuadrados al año. Empujados por una multinacional que pretende y consigue, globalizar un modo de consumo masivo de un tipo de comida. Lejos de pensar en la nutrición, esta comida rápida está programada para el negocio, y no para prestar un servicio para la satisfacción de una  necesidad. La fiebre de la globalización lejos de adaptarse a la idiosincrasia de cada pueblo, les conduce a la homologación de los hábitos que resultan más rentables para sus intereses.
Mientras, las amapolas, los jilgueros y las mariposas ya no son compatibles con el progreso, aunque ocuparan la tierra desde mucho antes.