martes, 28 de julio de 2020

EL REY FELIPE VI ¿ESTÁ SIENDO EL SEPULTURERO MAYOR DE LA MONARQUÍA?




Por Pedro Taracena Gil
Periodista

Una cadena de disparates a lo largo de los últimos años está siendo letal para el prestigio y subsistencia de la Corona. Desde el mismo momento de la coronación de Juan Carlos I por las Cortes Franquistas, se puso en marcha el gran “NODO” de propaganda, que lejos de ejercer una crítica constructiva y democrática, ha silenciado el comportamiento del Rey bajo el eufemismo de “campechano”. A pesar de que la Constitución Española determina que el Estado no es confesional de ninguna religión, el nacionalcatolicismo ha funcionado de facto. La alianza Trono-Altar goza de buena salud en pleno siglo XXI (1).
El comportamiento del Rey Felipe VI está alineado con el franquismo que a su vez practica la nostalgia de cuando El Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios. El esperpento llega mucho más lejos, Franco era recibido en el atrio de basílicas y catedrales por el Dean correspondiente y entronizado en los templos bajo palio. Y ahora es el Rey quien se inclina ante los prelados con la venia de la sumisión.
Todo esto ha creado una violación del espíritu constitucional, asumido como tradicional y muy español. A pesar de que la izquierda es de origen republicano y laico, no han sido capaces de aconsejar al monarca español de que, como Rey, no puede practicar públicamente ninguna religión. Algunos tics anacrónicos han sido solucionados: la ausencia de crucifijos y biblias en las tomas de posesión de ministras y ministros, y el último homenaje laico e internacional a las víctimas del Coronavirus. Aunque en el funeral católico de la Catedral de Madrid, estuvieron presentes representantes del Estado.
El statu quo actual es el resultante de la propaganda del “NODO” que hemos mencionado más arriba. El poder financiero donde se incluye la parte moral que apoya la Iglesia Católica, han sido los encargados de crear una red de Medios de Comunicación privados y de titularidad pública, encargados de secuestrar la crítica y, sin embargo, adular a la Familia Real. El Rey de España no ha tenido una Corte establecida y mucho menos Consejeros Reales. Esta situación se ha entendido que, aunque el Rey reina, pero no gobierna, en ciertos asuntos ostenta pode absoluto al margen del Gobierno de turno. La cultura, la música, el arte, si exceptuamos a la reina Sofía, no han ocupado la agenda real. La foto del Rey entre toreros y eclesiásticos, evocan más cercanía hacia VOX, que hacia el progresismo y el laicismo. 
El día de Santiago Apóstol, Felipe VI ha consumado el esperpento; haciendo la ofrenda al Apóstol, al más rancio estilo del Caudillo de España. Un rey europeo que se dirige dentro de un templo a un ente religioso, pidiéndole lo que se debería exigir a los políticos en los parlamentos, y sin que nadie critique tal barbaridad.
Yo seré el único español que pide en este artículo al Gobierno, que exija a Felipe VI que jamás aparezca en público con nadie de la Iglesia Católica, y que sus prácticas piadosas sean privadas. Ha sido patético que el Rey haya sido rechazado en Catalunya y se haya refugiado en un monasterio trapense como en la Edad Media.
¿Felipe VI esperaba ser bien recibido en Catalunya después de aquel memorable mitin-bronca, después de las barbaridades cometidas por la policía, en aplicación del legal pero amoral y violento artículo 155?
Puede ser que Pedro Sánchez no intervenga porque cuanto peor se trate a la monarquía, mejor para sus acuerdos con los secesionistas. Sobre todo, de sensibilidad republicana.
El periodismo en España desde siempre se ejerce con impostores del artículo 20 de la Constitución Española (2).


 Temas consultados:
Estado aconfesional (1)
Artículo 20 de la Constitución Española (2)



La sombra del pasado acecha...


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