UNIVERSIDAD DE MAYORES REY JUAN CARLOS
Texto leído por Concha Martínez Garrido, alumna de 5º curso de Vicálvaro.
Doy las gracias al Rector magnífico, a las
dignísimas autoridades, Profesores y Compañeros.
Señoras y Señores, en primer lugar, agradecer a la
Universidad Rey Juan Carlos y en especial a la Universidad de Mayores por esta
oportunidad de expresión después de concluir el 2º ciclo. Es un gran Honor
representar en este acto a todos mis Compañeros/as.
Sentimos alegría y satisfacción al ser protagonistas en esta ceremonia de clausura. Este
“grado” que escribimos entre comillas, legalmente no sirve para nada. Tampoco
lo pretendíamos. Sin embargo, esta iniciativa y su realización ha estado
preñada de humanismo. La Universidad de Mayores podía haber cubierto el
expediente; creando una sucursal pedagógica del Instituto de Mayores y
Servicios Sociales (INSERSO), pero no lo ha hecho. Ha puesto al frente de esta sección un Director de prestigio indudable y el Claustro de Profesores, que constituyen una
auténtica pléyade de doctores, catedráticos, investigadores y profesores, que
en no pocas ocasiones hemos quedado abrumados por su sapiencia, y sus
cualidades didácticas y pedagógicas. Los alumnos hacemos esta valoración
huyendo de todo halago y adulación. No lo pretendemos, pero vaya por delante
nuestro reconocimiento.
A lo largo y ancho de estos cinco cursos, dentro
de las aulas y en las visitas facultativas, hemos tenido la oportunidad de dar
forma al conocimiento que la vida nos había proporcionado. Hemos sido
conscientes, también, de que el autodidacta es caprichoso, y soslaya con
facilidad ciertas materias que no sean de su interés. Sin duda el currículo ha
sido completo, a pesar de que, los grupos como es obvio, aportamos un nivel
heterogéneo. No obstante, la empatía de los docentes ha propiciado que la
materia fuera accesible. Las lecciones magistrales, los coloquios, debates y
trabajos en equipo, nos han permitido recrearnos en nuestra ya lejana época
escolar. Durante este tiempo el objetivo no ha sido aprobar, sino aprender y
recordar. La libertad de expresión y la crítica han sido las constantes en el
devenir de las clases.
Las evaluaciones establecidas para todas las
materias, han servido para que los docentes validaran o corrigieran los
conocimientos adquiridos. Por supuesto que el nivel de conocimiento que hoy
tenemos en la meta conseguida, es sensiblemente superior al que presentábamos
en el punto de partida. Sobre todo, en materias asumidas con un rigor mucho más
práctico y realista.
La Universidad de Mayores obedece a un plan de
estudios que está al servicio de las personas, al margen de la actividad
económica y laboral. No está pensado para ser productivos en la Europa de los
Mercaderes, y sí en la Europa de los Ciudadanos. Es verdad que,
desgraciadamente, no todas las mujeres y los hombres que llegamos a la edad de
jubilación, podemos matricularnos en la Universidad. La perversión del Estado y
su corrupción, han secuestrado a no pocos conciudadanos para responsabilizarnos
de nuestros hijos y de nuestros nietos. Cuando esta responsabilidad es del
Estado del Bienestar que nos han robado… Con la complicidad de quienes deberían
de ser los primeros denunciantes de tales crímenes, es decir, los Medios de
Comunicación.
Sin olvidar que pende sobre nuestras cabezas el hacha
del fraude de las pensiones. A pesar de ser un derecho constitucional. Entre
nuestros compañeros ha habido mujeres y hombres que han tenido que abandonar
sus estudios de mayores, para atender a sus seres queridos y dependientes. La
palabra crimen estamos acostumbrados a que sea utilizada en exclusiva por los
jueces en las sentencias. La Justicia emana del pueblo art. 117, según nuestra
Constitución y los recortes de la dependencia, las pensiones y la sanidad, son
crímenes legales. Pero crímenes reales… Si nuestro espíritu crítico no hubiera
progresado lo más mínimo, sería un fracaso nuestro paso por la Universidad.
Para poder progresar en la sociedad, hay que
reformar de manera continuada lo que permita a los ciudadanos superarse, sobre
todo en educación.
Aprovechamos este acto, para solicitar a las
autoridades correspondientes la posibilidad de estudiar y tratar con las
instituciones pertinentes la posibilidad de ofrecer a los mayores, que
voluntariamente lo deseen, el poder matricularse en cualquier grado después de
la licenciatura de los 5 cursos de la universidad de mayores. Muchas gracias.
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